En 2002, Michael Carroll ganó casi 10 millones de libras en la lotería británica, más de 10 millones de euros. Sin embargo, no supo administrar el dinero y hoy vive casi en la miseria.

Tras ganar esa fortuna, el hombre de profesión basurero comenzó a gastar unos 2.300 euros por día en drogas para él y sus amigos, en una mansión de 370.000 euros en Norfolk. También compró una flota de coches de lujo.

Su esposa, cansada de los excesos, lo dejó y se llevó a la hija de ambos, cuenta 26Noticias. Eso no lo hizo recapacitar y llegó a contratar los servicios de hasta cuatro prostitutas en un mismo día. En 2004 estuvo cinco meses preso por posesión de cocaína.

Perdió más de un millón de euros apostando en carreras de caballos y perros, y otro millón lo invirtió en su equipo favorito, los Rangers. Finalmente, el año pasado gastó sus últimas libras -que obtuvo vendiendo los automóviles- y se declaró en bancarrota.

Hoy vive con los 50 euros que cobra por semana como prestación por desempleo. "Viví la gran vida, pero quiero volver a mi trabajo y ganar un salario normal", dijo al Daily Mail. No se arrepiente de haber perdido su fortuna, aunque admitió que otros se habían beneficiado de su premio más que él.

"Sólo pensaba en tres cosas: sexo, drogas y oro", contó.