Gabriela Acher vuelve a Uruguay

Radicada en Buenos Aires hace décadas, Gabriela Acher volverá a presentarse en Uruguay tras unos cuantos años de ausencia. Este viernes 21 y sábado 22 de febrero, estará en el Teatro Nogaró de Punta del Este con dos únicas funciones a las 22 horas, con su espectáculo "Conchita Contento", que tiene material de sus cuatro libros y que fue armado especialmente para esta ocasión. Días antes a que se realice la obra, Acher dialogó con Montevideo Portal y repasó diversos aspectos de su extensa y exitosa carrera actoral.

Puedo tener satisfacción

Gabriela se encuentra de gira por el interior de Argentina con dos de sus unipersonales, "Algo sobre mi madre (todo sería demasiado)", que cuenta la historia de su madre judía y las diferencias entre su maternidad y la de su progenitora ("porque en el medio tuvimos a Freud, desgraciadamente, que nos llenó de culpas, entonces ahora pensamos mucho las consecuencias de nuestros actos, que la gente antes no pensaba"); y "El amor en los tiempos del colesterol", en el que una mujer recibe consultas de sus pares y las atiende.

"Conchita Contento" es similar a esta última obra, pero la diferencia es que la protagonista, una periodista "tipo CNN", oriunda de Puerto Rico, "es mucho más protagonista", según explica su propia interprete. "Me presento como si fuera un consultorio sentimental en el que las mujeres me escriben cartas con sus insatisfacciones amorosas y sexuales, y doy estadísticas sobre sexo, masturbación, cantidad de orgasmos en las mujeres, etcétera", cuenta a Montevideo Portal.

Al mismo tiempo, quien se presentó con mucho éxito en Miami en 2013 y ahora planea llevar sus espectáculos a Latinoamérica -"me sorprende que el productor de mi gira, que me ha llevado por los lugares más recónditos del interior argentino, no me lleve a Montevideo", señala- está preparando una producción para cuatro actrices, escrita por ella y llamada "¿Dónde están los hombres... disponibles?".

A Gabriela le gustan los unipersonales sobre todas las cosas que ha hecho, porque "tu otro actor es el público, entonces si no se divierte y no lo manifiesta, te tenés que hacer el harakiri en el escenario. Pero es lo más satisfactorio que conozco en más de 40 años de actuación. Nunca tuve una gratificación tan grande", porque logra que el público, hombres y mujeres por igual, se sientan identificados con sus propuestas.

"Nada me anima más en la vida, es pura endorfina para mí. Estar en contacto con el público es una emoción que no había sentido antes. Yo hice teatro antes con otros actores, gané premios por 'El último de los amantes ardientes'; pero cuando empecé a hacer los unipersonales sentí la magia del teatro. Antes yo decía '¿qué magia? ¿Hacer todos los días lo mismo? Qué embole'. Pero la risa compartida, en el presente más presente en el que estamos, es en un punto una experiencia religiosa. No hay mejor idioma en el universo que la risa", afirma.

El amor después del amor

En los dos últimos años, Gabriela se volvió un bicho de teatro, alejándose del cine y la televisión. Para la pantalla grande, lo último que hizo fue "Mi primera boda", en la que interpretó a la pesada madre de Adrián Meier (Daniel Hendler), quien trata de casarse con Leonora Campos (Natalia Oreiro) a pesar de todos los obstáculos que hay que sortear. "Pero no me da satisfacción hacerlo, a pesar de que amo el cine más que nada en la vida como espectadora", afirma.

"Marcello Mastroianni decía que 'te pagan por esperar'. En el cine hacés dos minutos y después esperás cuatro o cinco horas, y yo no disfruto de esa manera de trabajar. Además se hace todo por pedacitos, no podés desarrollar algo. En ese sentido prefiero la televisión, y más que nada el teatro. Pero la televisión para mí es como un ex marido: la quiero, pero ya no me calienta", dice en medio de una sonora carcajada.

En la televisión, Acher fue feliz y reconocida con un Martín Fierro, después de haber acompañado a Tato Bores por dos años en la década de 1990, y de haber escrito junto a Maitena "Hagamos el humor", exitoso programa que llevó adelante en Canal 13. "Lástima que esas cosas tan lindas que hice no llegaron al Uruguay. Pero era tan bueno lo que hacía Tato, sólo comparable con lo que hacíamos en 'Telecataplum'", asegura.

Es que "Telecataplum", aquel mítico programa de humor que comenzó a hacerse en 1962 y que incluso fue emitido en la vecina orilla, fue, para Gabriela, una producción mayúscula. "Nunca hubo nada igual. Fue una conjunción de varias estrellas. Estaban aquellos libretistas maravillosos y esos actores. Aparte en esa época, los productores eran dueños del diario El País y de Canal 12. Se hacía con mucho cuidado, ensayábamos todos los días de la vida para hacer el programa semanal, las canciones las grabábamos con profesionales. Y nunca más se vio algo así".

"Después de 'Telecataplum' viajé a México y allá me conocían por el programa. En España también, fue algo que trascendió fronteras", recuerda.

Ahora, a pesar de que en Argentina la cultura de teatro se mantiene ("es el lugar más teatrero del universo, Nueva York solamente se le puede comparar"), reconoce que la televisión ha sufrido un deterioro, y le apena que en su país se repitan "los programas de chusmeríos, que no los veo ni que me paguen. Antes se hacía televisión para la gente, y ahora se hace televisión para el comercio, para el negocio. Entonces la gente pasó a segundo plano".

"La televisión es un medio que podría cambiar el mundo, porque tiene un nivel de intimidad con la gente, se mete en la casa. Si quisiéramos usarlo para educar, para transformar nuestras vidas, sería maravilloso", afirma. Mientras tanto, sigue apuntando a la risa como arma para combatir males, y este fin de semana lo hará desde Maldonado.

Ficha técnica:

Obra: "Conchita Contento"
Direccion general y guion: Gabriela Acher
Productora ejecutiva: Mariana Sagasti
Asistente: Vera Vidales
Funciones: viernes 21 y sábado 22 de febrero, 22 horas.
Teatro Nogaro. Calle 24 y 31

Entradas en venta en Red UTS y Boleteria del Teatro.

Montevideo Portal | Belén Fourment