Gabriel Peluffo y los 20 años de Buitres

Hace 20 años, y por citar sólo unos pocos hechos, Luis Alberto Lacalle se estrenaba como presidente de la República, Uruguay ganaba su último partido del milenio en un Mundial y los Rolling Stones eran unos dinosaurios, cincuentones y acabados. En Argentina mandaba don Carlos, en Estados Unidos el papá del que vino después, y en los planisferios figuraban antiguallas como Yugoslavia y la URSS. Y Chinaski aún no se había muerto.

Meses antes, la separación de Los Tontos, Los Traidores y Los Estómagos servía como excusa para bajar la cortina y poner fin a una época demasiado romántica, descontrolada e inocente para perdurar.

Pero también hace dos décadas nacía Buitres Después de la Una, tras el escandaloso adiós a Los Estómagos un año antes. La tentación del aniversario y el número redondo nos llevó a preguntarle a Gabriel Peluffo, padre, fundador, voz y alma del grupo sobre algunos hitos de la historia buitrera. Gabriel recogió el guante, reflexionó sobre el pasado y escogió algunas de las canciones más representativas de cada período.

1- 1989-1999. Pichones. La partida de defunción del rock uruguayo y el nacimiento de Buitres.

Por esa época, explica Gabriel, tenían "la sensación de haber visto crecer todo tan lentamente y con tantas dificultades (1983 a 1985), según nuestra visión 'adolescente' de la realidad, en la que sólo había necesidades urgentes, y llegar a un punto que parecía no tener vuelta atrás, como la popularidad alcanzada por algunas bandas entre 1985-86", y luego "ver todo derrumbarse en 6 meses, con el último Montevideo Rock, en febrero del 88". Después de esta fugaz aparición del fenómeno/movimiento rock nacional "en la que fuimos protagonistas de primera línea con Estómagos, quedamos convencidos que todo estaba perdido. No teníamos objetivo, ni visión estratégica, solo ganas de seguir tocando, ya con plena conciencia que lo haríamos para un público reducido. Así nació Buitres", recuerda Gabriel.

Canción representativa del período
No te puedo matar

2- 1994-1999. Libertad o muerte. Buitres se lanza a conquistar el interior y a gestionarse de manera independiente.

Con Buitres "comenzamos la labor independiente en la gestión de las giras por el interior ya desde el 90", dice. "Produjimos nuestros shows en Montevideo (y fracasamos) hasta que en el 93 el sello ORFEO y Palacio de la Música comienzan a editarnos en CD. Se produce un punto de inflexión en nuestra carrera, ya que simultáneamente Palacio reabre varias casas en el interior del país y prioriza artistas nacionales. Ese año se edita ‘Maraviya', nos volvemos realmente populares. Hicimos nuestro primer Teatro de Verano en noviembre del 93 que fue apoteósico. A esto le siguió una gira de 42 shows hasta marzo del 95, y la mayoría de ellos en el interior. Luego, la disolución del sello ORFEO y la venta del catálogo a EMI nos llevó necesariamente a emprender nuestra carrera independiente, cuyo hito fue la salida del disco ‘Rantifusa' (1998); pero antes de irnos de ORFEO editamos ‘Deliciosas Criaturas perfumadas' (1995) y ‘El amor te ha hecho idiota' (1997); creo que por diversos motivos son dos discos fundamentales", sostiene. "Mi opinión es que no se puede saltear ningún eslabón de la cadena para entender el fenómeno del crecimiento de Buitres. Nuestro humilde mérito fue seguir adelante, tocando y editando discos más allá de circunstancias externas. Las canciones que pasaron desapercibidas en períodos de baja popularidad, a la larga conquistaron el gusto de nuestro público"

Canción representativa del período
Canción de navidad

2- 2000-2004. Y nos dieron los diez. Los grandes festivales. Los premios. El reconocimiento.

Gabriel dice que, durante esos años vieron el nuevo auge del rock "con desconfianza... Nunca creímos demasiado en períodos de bonanza; pero esta vez cambió. En primer lugar se consolidó el ‘rock nacional', en su definición más amplia de estilos e influencias. Esto se basó en la aparición de nuevas generaciones de bandas y visiones diferentes, más allá de lo artístico, del significado del desarrollo de una actividad cultural profesional. Destaco a El Peyote, La Vela y NTVG como ejemplos paradigmáticos. El ambiente cultural adquirió una dimensión espacial diferente. A su vez, las bandas ‘de carretera' aportamos al circuito manteniendo esas giras obcecadas año tras año. El nivel de la producción de espectáculos, con responsables, técnicos y materiales uruguayos mejoró sustancialmente, logrando que los festivales superaran en calidad de organización a muchos de sus pares regionales. Así mejoraron los estudios de grabación, las salas de ensayo y el rigor de los más jóvenes al presentarse en público. Artísticamente, las nuevas generaciones no crecieron negando a los más veteranos, por el contrario, refiriéndolos con sincero respeto. Hubo interacción real en shows, discos, autoría entre músicos de distintas generaciones y estilos. Los premios ayudaron también, desde los quijotescos Agítese Music Awards, que tenían la intención de estimular a los que hacían música por verdadera pasión, a la aparición de los premios Graffiti, una iniciativa que indefectiblemente iba a terminar consolidándose como el premio de la música nacional en todas sus manifestaciones. En este período tanto bandas nuevas, como históricas, como emergentes editaron muy buenos discos. Las buenas canciones son el pilar fundamental para que un fenómeno musical se popularice en un medio como el nuestro". De ese período datan ‘Buena suerte...hasta siempre' y ‘Mientras'.

Canción representativa del período
- Carretera perdida

4- 2005-2010 Europa no está tan lejos. Las giras interminables, la nostalgia y la necesidad de revisitar el repertorio.

Allá por 1994, Gabriel Peluffo decía que, con Buitres, "no eran partidarios del mercado de la nostalgia". Ahora, varios años después, recuerda que, por ese entonces, la frase "refería a los que nos insistían todavía con Estómagos...  El mercado de la nostalgia se refiere a la recurrencia de obra que fue debidamente producida editada y difundida. No fue nuestro caso. Consideramos que había una buena parte de nuestro repertorio que no se conocía porque no fue apoyada, o directamente negada, mal producida por errores propios, mal distribuida, por los sellos, o por el precio de ser independientes. Cuesta entender esto dicho por un integrante de una banda que debería sentirse afortunada... Nuestra historia ha sido irregular y caprichosa. Hay reediciones que quedan a cargo de los sellos que tienen derechos sobre algunos de nuestros discos, y con las que estamos de acuerdo porque mantiene viva la obra. Otras veces nosotros decidimos editar, por ejemplo, shows en vivo que consideramos documentos históricos de la banda (Buitres 10 años, Buitres 17 años, el recital del Prado). Fueron espectáculos organizados con un esfuerzo superlativo y tuvieron respuesta del público. Nuestra propia gente nos pedía que editásemos esos conciertos y tomamos las precauciones técnicas en cada uno de ellos. Otro ejemplo es ‘Periplo' (2004), para mí uno de nuestros mejores discos, donde se combinan detalles históricos con canciones nuevas que nunca más salieron del repertorio. Ese disco generó por sí solo una gira de un año y medio por todo el país. Por otro lado, cuando sacamos material nuevo lo salimos a defender con gira y presentación oficial cada vez. No hay artista popular que no sea redundante en su obra. Si no tuviésemos esa dimensión, saldríamos a tocar temas nuevos en cada show.

Canción representativa del período
Tercer deseo

Este fin de semana, los Buitres culminan su gira "20 años", y, en pocos días pondrán a la venta "Bailemos", su nuevo trabajo, grabado en simultáneo con la serie de conciertos que los llevó, otra vez, por todo el país. "Creo que cuando uno pasa meses sin tocar ni ensayar se reaviva la sensación que en los shows de Buitres pasan cosas especiales, tanto para el público como para los integrantes de la banda. Todos ansiamos que vuelva a suceder", dice. Y arriesga: "somos fundamentalmente una banda de directo, un estado de ánimo".

"El cielo puede esperar", libro sobre Buitres

Escuchá "Canción de la hoja y la flor", adelanto de "Bailemos"