En un tiempo donde proliferan cada vez más las cervecerías artesanales, los tragos sofisticados y las discotecas de música electrónica, aún existen bares que resisten a este avance y lo hacen fieles a su naturaleza.

Los llamados "bares de viejos", muchas veces atendidos por la mítica figura del gallego, que ya casi no queda, han cambiado, algunos resisten más que otros, pero sigue habiendo los que se mantienen en pie en diferentes esquinas de Montevideo.

Mientras unos continúan con su imagen más pura, tanto en disposición del local como en público, otros, sin perder la esencia, han tenido algún aggiornamiento para adaptarse a los tiempos que corren, pero manteniendo lo más importante: el espíritu.

De más está decir que estos bares no son solo el lugar, porque hay otro elemento que es fundamental y sin el que no se los puede llamar como tal: los parroquianos, que tarde tras tarde, noche tras noche, o mañana tras mañana, pueblan sus mesas. Y, sobre todo, la barra, donde, con el pie de rigor sobre el escabio, apoyan en su codo el peso de la vida.

Es verdad que son cada vez menos los bares que aguantan este inexorable paso del progreso, pero, por el momento, sigue habiendo un grupo de valientes que se encarga de mantener la antorcha perdida de tantas madrugadas y de un tiempo que es cada vez más lejano, pero no por eso menos importante.

Por ello, el lente de Javier Noceti salió a registrar para Montevideo Portal algunos de estos bares que aún siguen de pie y que pretenden seguir haciéndolo.

Cocktail Bar (Andes y Av. 18 de Julio)

Bar Rey (Joaquín Requena y Daniel Múñoz)

Bar Ponce Blanco (Aquiles Lanza y Soriano)

Bar La Hacienda (Eufemio Masculino y Libertad)

Bar Las Flores (Bvar. España y Blanes)