Fede González hace nueve años que está preso en Punta de Rieles, luego de dos años en los que confiesa queestuvo desquiciado, comenzó el camino de su rehabilitación, enfocando desde la música el encuentro con el arte y una forma reflexionar sobre el pasado, su presente y la proyección de su futuro.
Y como no podía ser de otra manera, la conversación en cuarentena culminó con una improvisación rapeada.