En el marco del PortalDocs, que inició con el documental Feminismos en Uruguay, compartiremos las diferentes charlas sobre el movimiento, abordando su historia, sus estructuras y el despliegue en pos de una transformación social.

Dentro del especial, conversamos con la militante de Casa Grande (Frente Amplio) y actual directora de Desarrollo Social de la Intendencia de Montevideo, Fabiana Goyeneche.

A continuación, se puede leer parte de la charla y al final de la nota se puede ver completa.

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¿Qué es el feminismo?

Es muy positivo que de un tiempo a esta parte la palabra se convirtió en algo común en la conversación cotidiana, es una nueva ola de esta forma de ver la vida y esta lucha que está vigente y genera reacciones y disputas. Si me preguntás por una visión personal, para mí el feminismo es la herramienta emancipadora de las mujeres, la forma de luchar por la igualdad entre varones y mujeres y liberar a las mujeres de la opresión de una hegemonía cultural que ha sido el patriarcado, que históricamente ha limitado el acceso y ejercicio real de determinados derechos. Es sobre todas las cosas una forma de ver el mundo y una forma de transformarlo.

Como mujer, joven y política, ¿Cómo has sentido el machismo en carne propia?

Una vez que te ponés los lentes violeta, empezás a ver machismo en prácticamente todos lados. Lo que puede sonar a exageración en realidad tenés una posición crítica para evaluar cosas que antes no veías. Como mujer trabajadora empezás a ver cómo en primer lugar las mujeres crecemos condicionadas a dedicarnos casi como por una imposición que es el trabajo no pago que son los cuidados. Vos tenés que poner tu fuerza de trabajo en favor de la sociedad, ejerciendo un rol de cuidadora aún sin recibir la remuneración acorde por eso y sin que te pregunten si lo querés hacer o no. Y además las continuas discriminaciones en cuanto a la valoración y al acceso al trabajo. A las mujeres les cuesta más llegar, aun cuando se capacitan más; cuando llegan, tienen menos remuneración, y mientras están en ese lugar de trabajo tienen que lidiar con obstáculos como el acoso, los prejuicios sobre el cuerpo o las relaciones afectivas... Pasamos por un escrutinio que los varones no pasan. (...) Las mujeres políticas tenemos una vida más pública, más expuesta. La política requiere someterte al escrutinio público: ¿cómo se habla de la vestimenta de las mujeres políticas o de los hombres políticos? ¿Qué se dice de las relaciones afectivas y de la dedicación a la familia de las mujeres políticas? No es lo mismo ser mujer trabajadora que hombre trabajador. Y no se puede generalizar, al feminismo hay que aportarle una conciencia de clase, pero todas las mujeres tenemos cosas en común que tiene que ver con el punto en el que partimos y cómo la sociedad por el mero hecho de ser mujer te exige determinados requisitos.

¿Qué políticas de equidad de género todavía son un debe?

Todo lo que tiene que ver con la igualdad social es un camino donde al horizonte nos vamos acercando, pero siempre está un poquito más lejos de aquello que avanzamos y queda un montón por hacer. No tiene que ver solo con la gestión del estado, sino también con la propia fuerza política a la que pertenecemos que sigue luchando con sus propios comportamientos patriarcales a pesar de que El Frente Amplio se declaró como fuerza política antipatriarcal. Es algo que nos pasa a todos, incluidas las feministas. Yo siempre digo que las feministas no resistimos el archivo. Nadie nace feminista, siempre es un proceso de deconstrucción, de sacarte desde lo más profundo de tu ser aquello con lo que creciste y con lo que te educaron: las nenas se visten de rosado y los varones usan el celeste; las nenas juegan a las muñecas, los nenes con los soldaditos. Eso se traduce en otros comportamientos como el amor romántico en la adolescencia, los estándares de belleza y se lleva a la vida trabajadora y la vida política. Creo que el mayor logro (del frente Amplio) fue haber permeado el Estado desde una perspectiva de género, haber declarado emergencia nacional la violencia de género, pero sin duda también deja en evidencia que una de las cosas pendientes más dolorosas que tenemos es poder erradicar esa violencia que sigue muy profundamente arraigada en la sociedad.

El actual Gobierno reclama que la emergencia nacional por violencia de género declarada por el Gobierno del Frente Amplio se hizo tarde.

Bueno, una enorme parte del Gobierno durante todos los Gobiernos del Frente Amplio hizo una explícita oposición a todas las políticas de igualdad. Es un poco contradictorio ese discurso. Salvo honrosas excepciones de las mujeres que han integrado la bancada bicameral femenina que han sido aliadas a la hora de votar políticas de igualdad. Pero me parece que no es de desmerecer que estamos donde estamos porque el frente Amplio contaba con mayorías, porque si no otra hubiese sido la historia. Lo bueno es que, si realmente hay una sinceridad en esa intención de ver la emergencia de la violencia de género y actuar en consecuencia, ahora tienen la oportunidad de demostrarlo. Estamos con una expectativa muy grande para ver lo que se pasa. Durante la campaña presidencial se hizo declaraciones muy críticas desde actuales cargos ejecutivos donde son personas que van a ejecutar políticas y presupuestos sobre las vidas de las mujeres, personas cuyos líderes se siguen pronunciando contra determinadas políticas de género.