Manuel Moretti atiende el teléfono desde algún lugar de Palermo, en Buenos Aires. Un par de años atrás vivía en el porteño barrio del Abasto, y aseguraba, por esos días, que tenía que vivir allí, al menos, hasta sacar uno o dos discos más. Eso fue en tiempos de “Sistema nervioso central”, el álbum que les dio el reconocimiento masivo que les venía faltando. Mimados desde casi siempre por la crítica y los colegas, quedaba la asignatura pendiente de meterse en la casa del público. Eso era antes; ahora ya está.
A fines de este mes saldrá a la calle “Una temporada en el amor”, quinta placa de la banda, que tiene como abanderada a “Cristal”, una canción poderosa con el sello de Estelares, esa marca de fábrica que envuelve en un pop rock punzante y melodioso de sencillas y grandes guitarras y cuidados arreglos vocales un elemento desusado en el rock rioplatense de los últimos años: la inteligencia. Una lírica de apasionado desencanto y leve optimismo para construir la canción casi perfecta.
“Son canciones testimoniales”, dice Moretti, que explica que muchas de ellas fueron escritas en la década del 90, “la década del menemato, una década triste, de mucho enojo, y en la que, sin embargo, salieron canciones lindas que me gusta mucho, y que la banda sintió que, pese al tiempo, tenían actualidad”.
Es que algunos tópicos no envejecen ni pasan de moda; Estelares cultiva con certeza una poética de historias cotidianas, de personas y personajes reconocibles, con nombre y apellido, de paisajes definidos. “El cineasta Casavettes dice que no hay nada más profundo que la cotidianidad”, se defiende. Y las canciones del grupo, cerrando el círculo, refieren, con metáforas que son imágenes, al cine, leves películas para escuchar.
“Me dijeron que este disco tiene muchas de las imágenes que eran de Leonardo Favio, y eso me pone muy contento, porque es un director que admiro mucho, es el artista que más me representa”, dice Moretti, y agrega que, además, esa lista incluye a “Jorge Serrano, Luis Alberto Spinetta, Charly García, Fito Páez y Andrés Calamaro”. Esa devoción es recíproca: el Salmón cantó con ellos en “Moneda corriente”, de “Ardimos”, un hit a medida para la garganta calamareana, Serrano, de Los Auténticos Decadentes, puso su voz para “Ella dijo”, de “Sistema nervioso central”, y, en este nuevo disco, Páez canta en “Autobuses”. “La gente nos quiere, los músicos nos dicen que les gusta Estelares, y eso es muy lindo, es un gran reconocimiento. Ahora todo el mundo sabe quién es Estelares, pero seguimos siendo un ‘gran secreto’ porque entendemos que todavía hay mucho que mejorar”.
Ahora, desde Palermo, Moretti reflexiona sobre el poder inspirador de la geografía. Nació en Junín, un pueblo del interior argentino, con calles de tierra y saludos permanentes en la vereda, y comenzó a tocar en La Plata, cuna de una bohemia lúcida que se mantiene por décadas. Le pregunto cuánto hay de cada una de ellas en sus canciones. Piensa, y se ríe. “60 por ciento de La Plata, 30 por ciento del Abasto y 10 por ciento de Junín”. Hay que escuchar esas canciones, esa música nacida entre el polvo y el asfalto, que hablan nada más que del amor, de la pena y de la ilusión. Y nada menos.
Escuchá "Cristal", adelanto de su nuevo disco
"Ella dijo", video de la canción incluida en "Sistema nervioso central"