"Escribo tuits antes de que se inventaran los tuits", comenta risueño José Luis Casaus, autor de las esquelas, entrevistado por el periódico matritense El País, el mismo donde publica sus breves misivas al amor de su vida.
Cada 21 de marzo, desde hace 23 años, aparece una esquela. Son textos breves dirigidos a su esposa, Elena Lupiañez Salanova, fallecida en 1994 y a la que llama "Elenita". En ellos da cuenta de su vida y la de sus hijos, los gemelos Yuri y Boris, que tenían 6 años cuando su madre falleció. Fue una historia de amor breve, así que estos microrrelatos sirven para prolongar una relación que terminó demasiado pronto. "No somos creyentes y soy consciente de que es una nota a la nada, salvo a su recuerdo, que sí existe", dice su viudo. Sus esquelas tienen a un puñado de seguidores entre los usuarios de las redes sociales.
Casaus, zaragozano de 64 años, cita a menudo en sus textos a escritores y cantautores rioplatenses. En la de este año recurre a una milonga de Alfredo Zitarrosa como referencia a los hijos que abandonar el hogar: "Puedo enseñarte a volar pero no seguirte el vuelo". Otras veces han sido las palabras de Neruda y Borges las que han acompañado a las suyas propias. "Casi siempre reflejan gustos que teníamos en común", explica él mismo, al tiempo que confiesa que quizá deje pronto de rendir este tributo anual.
José Luis y Elena se conocieron en 1986; ella formó parte del equipo fundacional de El País, desde el área de publicidad, y él era portavoz del partido político Izquierda Unida. Apenas un año después, nacieron Boris y Yuri, que "son idénticos" y tienen nombres rusos porque fueron concebidos en la ciudad de San Petersburgo, cuando todavía se llamaba Leningrado, relata el padre.
Elena falleció de un cáncer de pulmón y los gemelos, que están a punto de cumplir los 30, "apenas tienen un recuerdo" de su madre. "En los últimos tiempos de su enfermedad tuvieron poco contacto, porque ella no quería que vieran su deterioro siendo tan pequeños", recuerda Casaus.
"Que una persona se vaya tan pronto es nauseabundo, pero esta tradición pretende quitar hierro a la tragedia. Por eso hablo en las esquelas de temas serios con un toque de humor", explica el autor de estos textos, quien ya cuenta con seguidores en internet que recopilan sus escritos.
A menudo, destaca detalles íntimos de Boris y Yuri, así que desde hace tiempo comenta con ellos lo que va a publicar el siguiente 21 de marzo. Es, al fin y al cabo, un diario público de su vida.
Estas son algunas de las esquelas publicadas