El que no corre, vuela
La mayoría de las aves vuela. Pueden hacerlo gracias a varias características de su cuerpo, por ejemplo sus huesos porosos y muy livianos, pero algunas aves no vuelan. Son aves famosas en el mundo el avestruz, que vive en África, y el kiwi, que habita en Nueva Zelanda.
En Uruguay tenemos algunas aves que no vuelan: el ñandú (Rhea americana) y las cuatro especies de pingüinos que llegan en invierno, la más común de las cuales es el pingüino de Magallanes.
El ñandú está adaptado para vivir en la pradera. Posee patas muy fuertes, con tres dedos gruesos y poderosos que lo ayudan a correr a grandes velocidades.
¡Alcanzan una velocidad de 60 km/h, más rápido que la mayoría de los autos cuando transitan por la ciudad!
El macho cuida huevos y pichones
Para reproducirse, el macho forma un harén de cinco o seis hembras. Ellas ponen, entre todas, de 15 a 30 huevos en el mismo nido. Luego, será el macho quien se encargue de incubarlos, lo que llevará entre 35 y 40 días. Al nacer los pichones también será el macho el encargado de cuidarlos por varios meses, ya que las hembras que pusieron los huevos en ese nido se van a otros territorios a formar harenes con otros machos.
Su dieta
Consiste en hierba, semillas, frutos, insectos, reptiles y hasta pequeños mamíferos. Su afición por las serpientes lo hace especialmente útil. Tiene un estómago con enzimas muy poderosas y su voracidad es muy conocida.