El Gucci y los Asesinos del Sabor suenan en casi todos los boliches montevideanos. Hace poco más de dos años, con la aparición de “Agua que me quemo”, la plena de Gustavo Serafini y sus 120 kilos de sabor se pasea por distintos escenarios sonando en vivo y haciendo bailar a miles.
De a poco, con algunos covers y mayoría de temas propios, la banda fue ganando en popularidad y en identidad. El violín de Gastoncito se transformó en el diferencial, siendo el primero en la música tropical uruguaya. Así, su presencia dio el salto de las discotecas pleneras hasta llegar, por ejemplo, al Mayo Tricolor.
Hoy, a un mes del show que está preparando en el Teatro Metro con el Reja, a quien definió como su “amigo de la música tropical”, charló con Montevideo Portal de sus inicios en la música, su vida amorosa, sus trabajos antes de ser artista y su proyecto de grabar un disco abriendo el espectro musical, junto a destacados músicos de otros géneros.
“Que se corte un poco con el prejuicio de que la música tropical es barro. Yo sé que somos barro, pero se puede hacer con elegancia”, concluyó el Gucci, quien contó además el porqué del apodo por el que lo conocen desde sus familiares más cercanos hasta los fanáticos de sus canciones.