Ya van por la quinta edición del "Día Nacional del Cine" pero da la impresión de que le ha faltado difusión, ¿a qué se debe?
Sí, tenés razón, ahora se está visualizando un poco mejor. Creo que este quinto Día del Cine es el que tiene un sentido estratégico definido, tiene que ver con la lógica de los últimos años y con las urgencias desde el punto de vista de la gestión y de las respuestas a las prioridades. El gran diferencial es que antes no había una estrategia de desarrollo del sector y hoy sí la tenemos: se compone de la Ley de Cine y Audiovisual, el cluster (integrado por empresas de producción cinematográfica y audiovisual), los mecanismos de incentivo fiscal con el tratamiento adecuado como para que eso funcione y una gestión transversal con otras instituciones y organismos del Estado. Hasta ahora, desde el punto de vista institucional del ICAU, luego de aprobada la ley, la primera etapa fue ponerla en marcha y eso se hizo en este año y medio. Recién pudimos levantar cabeza, salir de esa vorágine, dada la deficiencia de recursos que teníamos y que seguimos teniendo.
Generamos un Día del Cine distinto, con una orientación fuertemente descentralizada, cuarenta y pico de actividades en todo el país, fundamentalmente a través de los centros MEC, no porque sí, sino para aprovechar una experiencia que está sucediendo y que es exitosa. La grilla está armada a pedido, no es que nosotros caigamos con las propuestas sino que cada uno eligió lo que quería ver a partir del programa de Divercine, cortos, realizaciones uruguayas, etcétera. A ello se le suma otra iniciativa que es la puesta en marcha de un canal en youtube, donde los realizadores puedan colgar sus cortos.
Entonces, ¿cuál es la función del Instituto?
Por ejemplo, con el caso de la Red de Circulación de Contenidos, nosotros tomamos la iniciativa de realizar una reunión pero hoy el Instituto no está en esa comisión, tratamos de estimular su formación. Está integrada por cineclubs de todo el país, centros MEC, organizadores de festivales, ONGs y todo lo que anda en la vuelta de circulación de contenidos, inclusive el Teatro Solís. La intención es tener un banco de contenidos que en forma sistemática circulen por todo el país e incluso en la región. Lo que nosotros tratamos de hacer desde acá es ser coordinadores.
¿La forma de actuar el ICAU contigo a la cabeza es de dejar ser, ver lo que está pasando sin marcar líneas?
La ruta está marcada por la ley y por el cluster. No es que miremos desde el balcón, entendemos que es un sector muy dinámico, con mucho crecimiento en los últimos años y sin techo a la vista. Por lo tanto ahí hay un liderazgo natural, tratamos de generar desde el sector público los mecanismos, los fondos necesarios, sabiendo que son los productores y realizadores los hacedores de contenidos y ahí está el núcleo central de todo esto. Nosotros establecemos mecanismos y certezas para que todo funcione.
¿Cómo está la comunicación con el resto de las instituciones estatales?
Se trabaja como se trabaja en el estado uruguayo, a veces con ritmos adecuados, y a veces no tanto.
La directora de canal 5, Virginia Martínez, decía en una entrevista anterior que desde que instrumentaba un pedido hasta que se realizaba pasaban seis meses; acá, ¿qué sucede?
Es un tema constante. Cuando se habla de la reforma del Estado, es como que cada uno desde su lugar la va tratando de llevar a cabo. Desde acá estamos convencidos de que estamos haciendo nuestra pequeña reformita, entendemos que nuestro pedacito de cancha tiene que ser compatible con el desarrollo del país, si no sería ilógico. El eslogan del ICAU es "un cine, un país", justamente por eso. Hicimos un convenio con la Corporación Nacional para el Desarrollo, eso nos dio más agilidad, nos dio la posibilidad de asimilarnos a los ritmos del propio sector, a veces el Estado no da esas señales.
Decías: un cine, un país. Desde la ley y desde el ICAU ¿a qué cine se apoya?, ¿hay un solo cine?
Hay una posible lectura de ese eslogan que es un tanto esquemática, nosotros estamos lejos de definir un tipo de "cine oficial" o el apoyo a una cierta forma de hacer. Estamos a favor de la libertad de la creación, los fondos de fomento apuntan a toda la cadena de valores.
La ley indicaba una partida de 25 millones de pesos anuales, ¿sigue siendo el mismo monto?
Siguen estando, nosotros los hemos tratado de incrementar y no solamente con algún planteo desde el punto de vista presupuestal. Igual, el fondo de fomento se fue enriqueciendo, por ejemplo, a partir de un acuerdo con el Banco República (BROU), con dineros para lanzamiento y promoción de las películas uruguayas, lo que implica unos 200 mil dólares. Lo mismo pasa con algunos mecanismos indirectos como la exoneración del IVA a las producciones. Antes solo existía el FONA (Fondo Nacional del Audiovisual), hoy se le vuelca una inversión pública que se multiplicó por seis.
Estos 25 millones ¿tienen que ser usados durante el año y si no se vuelven a Rentas Generales, como sucede con otras partidas?
En estos días estamos haciendo el plan anual de 2011 con el Concejo Asesor; el plan se arma a partir de esos dineros, no pasa como en los fondos presupuestales que van a la bolsa general o se terminan usando mal por andar a las apuradas. Nuestra dinámica nos permite facilidades de ejecución, como si fuera una cuenta abierta, sin salir a las apuradas porque se viene el 31 de diciembre.
¿Cómo está la relación con los dueños de las pantallas, con los cines? En otros países de la región hay mucha dificultad para la difusión.
Desde el punto de vista institucional tenemos una muy buena relación con el Centro Cinematográfico, hemos desarrollado tareas en común, tenemos convenios con entradas rebajadas para todos los estudiantes de cine y comunicación, hemos hecho eventos en conjunto, festivales.
En el caso de la posibilidad que tienen las películas uruguayas de estar en el circuito comercial, hasta ahora ha funcionado con la autorregulación, no quiero decir que ese sea el mecanismo para toda la vida. La crisis de crecimiento que se está dando en la actividad marca que el año pasado tuvimos 10 estrenos y este año 10 más y para el próximo más o menos lo mismo, es difícil que las películas uruguayas se mantengan cuando hay una cola esperando entrar al circuito y muchas veces esos compromisos internacionales de los paquetes se empiezan a sentir. Esas cosas están previstas en la ley y las leyes tampoco son para toda la vida, hay que ver como se está dando la realidad, si el mecanismo que tenemos de relacionamiento es el correcto o hay que revisarlo. Es conveniente también para el negocio de la distribución tener películas nacionales.
Se estrenaron 10 películas este año y para el próximo va a ser igual, ¿Cuál es la opinión del ICAU sobre la cantidad de estrenos nacionales? ¿Hay un límite?
Estamos mirando con cierta preocupación cuál es el comportamiento, no queremos festejar la cantidad de estrenos, como sucede en otros países cuando escuchamos que Argentina estrena 150, Brasil otro tanto. Es un tema de escala, lo nuestro es buscar un justo equilibrio entre producción, realización y calidad, sin que eso implique una calidad única. Este mecanismo con el BROU apunta a distintos niveles de lanzamiento y promoción de películas. Hay filmes que por su dimensión y aspiración pueden lanzarse con seis o siete copias -que para nuestro mercado es un número importante-, pero hay otros que si salen con una copia está muy bien y otros que tal vez no se deban estrenar en circuito comercial, sin que ello vaya en detrimento de la calidad. Por qué no pensar en un rol concreto que la televisión pública tiene que desarrollar con películas que van derecho a esa pantalla. Somos concientes de que si determinada película vende 3 mil o 4 mil entradas, si el objetivo es que la gente acceda a esa obra, un estreno en televisión va a superar esa cantidad. Hace 10 años estrenar una película uruguaya era un valor agregado dada la poca oferta en el mercado, hoy ya con eso no basta y, aparte de ser uruguaya, tiene que ser buena. Ahí me parece que empieza a jugar lo de la cantidad de estrenos nacionales en el circuito comercial. Hay que ir estudiando la situación para saber cuál es el número, creo que deberían ser menos de 10, tal vez sea bueno para tener un mejor acercamiento con el ciudadano, para que se pueda transformar en espectador. El circuito comercial es un pedacito del problema, el acceso a todo el resto es el gran asunto.
¿El otro tema es quién decide qué películas exhibir y cuáles no?
En el caso del fondo del BROU nosotros armamos una comisión de evaluación que recibe la película terminada y el plan de lanzamiento y dice "esto está ubicado en esta primer franja, segunda o tercera".
¿Bajo qué parámetros?
Tiene que ver con la calidad técnica, la propuesta en sí, con la expectativa que pueda tener con el público y con la dimensión del proyecto.
Hay algunos parámetros que parecen ser más subjetivos, ¿cómo los manejan?
Termina siendo un tema de tener parámetros concretos, como la calidad.
¿La calidad se puede medir?
Hace un tiempo firmamos un compromiso nacional por los contenidos de calidad para los niños y jóvenes, hablábamos de eso: calidad es sinónimo de respeto en la base, después habría que hablar de "calidades". Es muy amplio porque hay diferentes dimensiones, es un trabajo complicado y difícil. Hasta el momento es un terreno autorregulado, por eso hay que empezar a tratar de estimular, primero que todo. Este fondo tiene una cláusula gatillo por la cual si pasa cierta cantidad de entradas vendidas hay un plus económico de apoyo.
¿Quiénes son las personas que están allí?, ¿profesionales de audiovisual?
Más allá de los nombres, el criterio de conformación es que el propio Instituto esté vinculado a esa comisión, que puedan estar vinculadas personas que desde su labor de ver cine puedan tener una mirada profesional. Por suerte en el Uruguay de esos hay muchos, gente sólida en los temas de producción, distribución y exhibición.
Eso no quita que los criterios por los cuales se premia con más o menos dinero a una u otra obra sean discutibles...
Por supuesto, pero es lo mismo que pasa cuando uno presenta un proyecto a concurso y lo evalúa una comisión de selección. Esto, capaz que desde un punto de vista es más sencillo, pero por otro lado es más complicado porque hay un tema de expectativa mayor porque esa película está muy cerca de ser proyectada en salas.
¿Qué pasa con los amiguismos en un mercado chico, donde todos se conocen?
Sí, por suerte nosotros no hemos tenido ninguna dificultad en ese sentido. Nosotros presentamos a los responsables de esta área como los padrinos, no padrino en tanto mafia sino porque se están comprometiendo con la crianza de este niño que está dando sus primeros pasos. Los padrinos son los que apuntalan esto. La solidez de la conformación de estas comisiones para nosotros ha sido un tema de trabajo importante.
¿Cómo se elige el equipo?
Tenemos un vínculo con la Asociación de productores cinematográficos, con el cluster, con los distribuidores y eso nos habilita a tener una capacidad de consulta permanente.
Además de muchos estrenos nacionales, últimamente, se ha visto, una superposición de fechas sin dejar espacio para que cada película crezca. ¿Eso también está a estudio?
Nosotros hemos trabajado en tratar de coordinar ese tema, el lanzamiento de las películas tiene una zafra y media al año: abril y capaz que después de las vacaciones de julio. Entonces si tenés 10 estrenos para distribuir en solamente dos momentos en el año se empieza a complicar. También desde ese punto de vista el ajuste de una cifra adecuada viene a buscar ese equilibrio. Por supuesto que está bueno poder decir, como hasta hace unos días, "qué bueno, hay tres películas nacionales en cartel", pero después de la primera alegría viene el otro sentimiento, porque la gente que compra las entradas es la misma y tiene que elegir entre todas esas y un montón más que están en cartelera. Es un tema que hay que ajustar.
¿Qué participación han tenido ustedes en la creación de lo que se llama "ley de cuota pantalla"?
Fue una idea que no se volvió a ingresar al parlamento. Con respecto a la ley de cine y audiovisual generamos todo un mecanismo de discusión, de debate. Esta iniciativa actual no partió desde el Instituto, no tuvimos una participación, entiendo que estamos en un momento distinto, en el que hay dos proyectos de ley que se están debatiendo. El primero, sobre los servicios de comunicación audiovisual, ha tenido un proceso planificado, con una constante consulta a los diferentes sectores involucrados, con participación activa de la sociedad civil. Y la metodología muchas veces incide en el resultado. Por otro lado está el otro proyecto de contenidos culturales en los medios que ha tenido otra forma de volcarse al ruedo, creo que en algún momento tiene que haber una expresión común de ambas porque me parece que el tema de los medios de comunicación es bien complejo y hace a la calidad de la democracia y el vínculo con los ciudadanos. No se trata de una formulación teórica solamente, es así, es uno de los grandes debes que tiene el Uruguay. El objetivo está en cómo se hace compatible una cosa con otra, porque en definitiva viéndolo de cara a la presentación en el parlamento, hay una única exposición de motivos que las vincula. Está bueno esto de las dos leyes para no meternos en el flor de lío que tienen al otro lado del río con un solo proyecto y que a veces genera una distorsión en todo el debate y la puesta en marcha. Se han catalogado estos proyectos en forma simplificada y a veces tendenciosa como "ley de medios" a una y "ley de cuota pantalla" a otra, cuando en definitiva no es ninguna de las dos cosas.
Si tuvieras que definir tu trabajo, ¿cómo lo harías?
Creo que gran parte de la gestión es generar condiciones para construir una red que tiene muchos intereses encontrados o distintos, la cuestión es encontrar una opción estratégica, un espacio que contemple los objetivos que tienen que ver con el desarrollo de la actividad. Nosotros tratamos de impulsar una visión de largo plazo, en un sector que a veces por su dinámica, fundamentalmente en alguno de los subsectores, tiene una visión para mañana, que es entendible, lo nuestro no es solamente responder la demanda inmediata.
Montevideo Portal / Ernesto Muniz
Documentos asociados:
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