Entrevista a Gabriel Rolón

Graduado como psicólogo y especializado en psicoanálisis, el argentino Gabriel Rolón ganó popularidad en nuestro país por su rol en el programa radial "La venganza será terrible", de Alejandro Dolina, cuyo elenco integró durante catorce años. A la hora de hacer humor, Dolina solía encarnar personajes desaprensivos y poco recomendables, que contrastaban con la sensatez y corrección política de "el licenciado".

En 2007, Rolón se desvinculó del programa antes mencionado, lo que no significó su alejamiento de los medios, sino lo contrario, ya que se abocó a diferentes proyectos televisivos y radiales, así como a la redacción de libros.

Días atrás, el profesional visitó Montevideo y -como se dice comúnmente- mató dos pájaros de un tiro. En primer lugar, ofreció una charla abierta al público tal y como lo ha venido haciendo durante los últimos meses en diferentes ciudades de Argentina. Además, trabajó en la difusión de la reedición de su primer libro, que muestra algunas novedades respecto a su primera versión.

"Se profundizó mucho más. En aquel momento era mi primer libro, yo no sabía si la gente iba a aceptar un lenguaje tan duro como el del psicoanálisis y hoy sé que pueden", dijo Rolón a Montevideo Portal. Comprobado esto "muchas cosas que en aquel momento suavicé, ahora están mucho más profundizadas y cada caso llevado a lo que fue, el tratamiento real", dijo el licenciado. Además, la nueva edición incluye un nuevo relato.

De la palabra a la imagen

El ciclo televisivo "Historias de diván" realizado merced a la alianza de Canal 10 de nuestro país, fue una idea que pasó por muchas cabezas y no pocas dificultades. "Se pensó muchas veces. Primero lo pensé yo, después lo pensaron otros que me vinieron a ofrecer hasta que vino Juan José Yusid". productor de numerosos éxitos en la vecina orilla. "Cuando entró a tallar un director de ese talento, de esa trayectoria la verdad es que me tentó que él filmara con técnica de cine una miniserie de televisión, entonces hicimos juntos el proyecto", cuenta Rolón.

A partir de ese momento comenzó el a menudo conflictivo problema de la adaptación, la a veces difícil tarea de logra que un producto de TV sea fiel al libro en el que se basa. En este caso, el problema se resolvió con relativa sencillez. "Yo exigí ser el guionista y el adaptador", afirma el licenciado. "Luego llamamos a Marcelo Camaño, guionista de éxitos como 'Montecristo' y muchos otros, para que me enseñara a escribir en formato de guion de televisión, ya que yo soy escritor pero de otras cosas. Trabajamos juntos y ningún libreto salía sin que yo diera el visto bueno final", relata.

Una vez finalizados los guiones "lo dejé en manos de Yusid, que le puso su mirada, y que generosamente me consultaba muchas cosas". En cuanto a la elección del elenco, Rolón utilizó una breve "lista por la negativa" para asegurarse de que algunos actores no serían de la partida.

"Puse un cierto condicionamiento de quiénes no quería que trabajaran. Dije 'yo cedo los derechos pero tal, tal y tal no van a estar, porque no me gustan', Obviamente, Rolón no revela los nombres contenidos en esa lista negra, pero explica que se trata de actores que son "una especie de mitos de la televisión argentina y no quería que ninguno encarnara el personaje. Y además para mis adentros dije 'ojalá sea Marrale' y fue", afirma sonriente.

Luego, "la posibilidad de que surgiera un canal uruguayo para hacerlo tuvo que ver fundamentalmente con la indiferencia de los canales argentinos" reconoce Rolón, quien lamenta que "a pesar de la trayectoria y el prestigio de Yusid, de la trayectoria y el prestigio de Jorge Marrale, del éxito de Historias de Diván a nivel editorial y de mi propio recorrido, ningún canal argentino pensó en producirlo. Entonces a Carolina Vespa, productora ejecutiva de Dori Media se le ocurrió venir a hablar a Uruguay, cosa que a mi me pareció totalmente loco". Sin embargo, esa locura resultó y dio como resultado un proyecto nómade. "Se mudó mucha gente para acá, Marrale vino cuatro veces por semana durante cuatro meses, los protagonistas argentinos cruzaban el charco para grabar", recuerda.

El problema de todas las horas

Una vez en el aire en Argentina, "Historias de diván" no se libró del corrimiento de horarios que muchas veces sufren los productos televisivos, incumplimientos tan enojoso para los involucrados como para el público, que tiene la aspiración no tan descabellada de ver su programa favorito a una hora predeterminada.

En mayo pasado, declaraciones realizadas por Rolón vía Twitter fueron amplificadas por los medios chismográficos porteños, donde se le atribuyó enojo o malestar. Sin embargo, fue el propio Rolón quien se encargó de devolver las aguas a su cauce.

"No había pasado nada importante, sólo que las redes sociales no tienen tono, y ellos le pusieron un tono que yo no le di", aclara. "Simplemente ante las consultas que hacía la gente de porqué no se cumplía un horario de Historias de Diván, respondí que yo no tenía nada que ver, que era una decisión del canal, que me parecía una falta de respeto para el público y que como me gusta respetar a la gente, si por mi fuera lo retiraría del canal, cosa que no hacía porque ya no tenía ningún derecho sobre eso", cuenta, aclarando que todo ello "lo escribí en este tono que lo estoy hablando ahora". Un tono sumamente mesurado, por cierto.

"El manoseo del horario existió pero yo no me enojé, es solamente un programa de televisión", agrega el profesional. "Yo trabajo con gente que sufre, con gente que ha intentado suicidarse, con gente que se muere porque tiene enfermedades terminales. Si me enojo por un programa de televisión la verdad estoy muy mal. No pasa nada tan importante en la televisión para el enojo de una persona medianamente inteligente", sentencia.

Una cara conocida

Dueño de cierta fama mediática, Rolón dice que esa celebridad permea a veces su profesión de analista aunque "eventualmente, pero no mucho. A veces los medios te consultan sobre algo o me expreso sobre algún hecho político y algún paciente me ha dicho 'ah, yo no sabía que vos...' Son parte de las reglas de juego: mías de tener pacientes y de ellos de analizarse con alguien que es público", detalla.

En cuanto a su pasado radial en las madrugadas junto a Alejandro Dolina, admite que extraña "la magia de disfrutar con él cada programa, pero era muy agotador para mí. Demasiado, casi me impedía el disfrute. Pero Dolina sigue siendo mi amigo, nos seguimos viendo, seguimos hablando", narra. además en cuanto a su presencia en radio "en este momento se está en una cierta negociación porque la radio más importante de la argentina quería que yo me acercara para hacer un programa, pero sé si terminaremos de cerrar. Sería una pena porque la radio siempre me tienta, me gusta, pero cuando no la tengo, no tengo una actitud melancólica. Si voy a hacerlo lo voy a disfrutar muchísimo, pero si no lo hago no voy a andar llorando por los rincones", dice.

Lo que vendrá

"Estoy trabajando en el audiolibro de 'Medianoche en Buenos Aires', que es un espectáculo musical que estoy haciendo en todo el país, y escribiendo una novela que creo yo que va a salir el año que viene", finaliza.