La expectativa estaba creada desde el momento que se supo que una de las parodias de Zíngaros iba a ser sobre la vida y obra de Ariel Pinocho Sosa (fallecido en 2021). La primera pregunta que se generó en el ambiente fue quién tenía la capacidad y el histrionismo para imitar a un gigante del Carnaval como Ariel.
Gastón González, el Rusito, más identificado con Los Muchachos por su largo pasaje en el conjunto, fue el elegido para ser Pinocho. El Rusito, igualmente, había tenido un pasaje en Zíngaros en 2010, cuando justamente el conjunto interpretaba la parodia Pinocho, sobre el personaje de la película de Disney.
Los primeros días de calle fueron exitosos. El público de los tablados recibió la parodia con emoción, pero faltaba el Teatro de Verano, el templo a quien el propio Sosa rendía culto y pleitesía año a año, y al que le gustaba ir a ganar. Solo a ganar.
El espectáculo tiene la fastuosidad que siempre está presente en los espectáculos del conjunto fundado por Ariel Sosa en 1995.
La apertura de telón, impactante y colorida, demuestra que Zíngaros sabe que no hay dos oportunidades de causar una buena primera impresión.
Luego el conjunto se mete en la primera parodia, Tootsie, que está bien realizada aunque cuesta meterse en la trama porque, de entrada, si no se está al tanto de la actuación, no se sabe de qué está hablando. De cualquier manera, los elementos paródicos, tal como marca el reglamento, están presentes.
La parodia está más basada en la obra teatral que se exhibió en la calle Corrientes, en Buenos Aires, que en la película de 1983 que protagonizó Dustin Hoffman.
Pero lo que el hincha de Zíngaros y el espectador de Carnaval esperaba comenzó a suceder a partir de los 30 minutos de actuación. “Acá estoy. Haciendo equilibrio en el pretil de mi vida”, dice el Rusito González, ya en el papel de Pinocho.
La parodia es un repaso por la vida de Ariel, desde que una gitana le dijo en un corso que iba a ser una figura del Carnaval, hasta sus peleas con la prensa, sus amigos y cómo surgió el nombre de su conjunto, gracias a su hijo y a su suegro.
Tiene momentos de humor, algunos mejor logrados que otros; pero los que tocaron el corazón de la hinchada, y de los que gustan de esta fiesta, fueron totalmente efectivos.
El Rusito se comió el escenario, con un histrionismo y un carácter determinante para levantar un conjunto que llegó al concurso a darlo todo. Con una hinchada que, además, supo transmitir en todo momento el entusiasmo por sus Zíngaros y, además, tuvo su participación en el espectáculo, con carteles y fotos de Pinocho de toda su carrera.
La emoción ganó a muchos que estaban en la platea. No solo de gente joven: más de un veterano o veterana largó un lagrimón por la actuación de Gastón como Pinocho, y en el recuerdo de un gigante del Carnaval.
También durante la parodia se hacen sutiles menciones a varios de los personajes que Ariel hizo en su carrera, desde Pinocho —que le dio su apodo—, pasando por el Lazarillo de Tormes, Bartolomeo Sacco —de Sacco y Vanzetti— o Amadeus, que supo interpretar en Walkers en 1986, y en sus Zíngaros en 2014.
Desde el punto de vista del concurso, el espectáculo de los Gitanos tiene todo para ser candidato en una categoría que siempre tiene paridad, pero que parece este año ser un cabeza a cabeza. Y una de esas cabezas son precisamente los Zíngaros.