Contenido creado por Gerardo Carrasco
Vida de perros

Vida de perros: por Andrés Peirano

El embarazo psicológico en perras: claves para entenderlo y actuar en consecuencia

El entrenador canino Andrés Peirano enfatiza que no se trata de una enfermedad, pero conviene estar atentos para evitar padecimientos al animal.

15.11.2018 14:41

Lectura: 5'

2018-11-15T14:41:00-03:00
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Vinculado a los canes casi desde su nacimiento, Andrés Peirano abandonó una promisoria carrera en la Fuerza Aérea luego de que sus experiencias en Congo le llevaran a volcarse por completo a su vocación por los perros.

Tal como lo relatara en diálogo con Montevideo Portal, el contacto con la violencia y la indefensión de los más débiles le llevó a concebir un proyecto único: entrenar perros callejeros como sistema de alerta temprana y protección de mujeres y niños. Estos animales podrían prestar un valioso servicio en lugares -como el mencionado país africano- donde la población civil está a menudo indefensa ante el accionar de grupos armados.

En la actualidad, Peirano ejerce como entrenador y da cursos de capacitación en la materia. También realiza tareas de apoyo emocional mediante perros entrenados, dirigidos a confortar a personas que han pasado por experiencias traumáticas, como el caso de quienes se ven afectados por inundaciones, algo tristemente frecuente en nuestro país.

A continuación, el entrenador ofrece una serie de pautas para detectar una falsa preñez y ayudar al animal a sobrellevarlo de la mejor manera posible.


El embarazo psicológico en perras, o también conocido como pseudo gestación, falsa preñez o falsa gestación, es bastante común: De hecho se da en el sesenta por ciento de las hembras.

Es una de las respuestas que encontró la evolución para asegurar la supervivencia de la especie. Si una madre con cachorros muere, otra hembra puede criarlos y alimentarlos, salvando así sus vidas.

Todas las hembras, luego de finalizado el celo, mantienen por un tiempo un alto nivel hormonal, llegando a niveles similares a los de una perra preñada. Esta es la causa del fenómeno, pero el embarazo psicológico no es una enfermedad, sino una condición natural de las perras que se genera uno o dos meses luego del celo y que sólo eventualmente podría constituir un problema de salud.

Si tenemos una hembra en casa y está pasando por un embarazo psicológico, lo notaremos por los cambios en su comportamiento e inclusive en su cuerpo. Estas son algunas de las señales a tener en cuenta.

• Comportamiento maternal: se pondrá más cariñosa.
• Aislamiento: se separará del grupo.
• Selección de un nido: Si bien no está preñada preparará todo para el parto como si lo estuviera.
• Adopción de objetos: Puede adoptar y tratar, como si de un cachorro se tratase, objetos tales como peluches o juguetes de su predilección.
• Agresividad defensiva: La autoprotección es una de las tres razones por las que muerde un perro.
• Disminución del apetito: El interés por la comida bajará y podremos notar que no termina su plato de comida.
• Agrandamiento mamario: Las mamas de la hembra crecerán preparándose para amamantar.
• Producción de leche: la perra en embarazo psicológico puede llegar a producir leche.

Si sospechamos que el animal puede estar teniendo un embarazo psicológico, podemos tomar ciertas medidas para ayudarla a sobrellevar de mejor manera los síntomas antes descritos. Reducir a la mitad el consumo de agua evitará o mantendrá bajo control la producción de leche que, al no tener un cachorro mamando, puede acumularse y producir una mastitis y luego una infección. Aumentar la actividad física fuera de casa reducirá la posibilidad de que adopte objetos, y en caso de que lo haga la ayudará a desapegarse del objeto. Esto previene la agresividad defensiva, pero si notamos que se pone a la defensiva lo mejor es dejarla tranquila, ya que es una conducta que pasará y no queremos que la adopte como parte de su personalidad o su interacción social en casa. Aclarado esto, debemos intentar impedir que lama sus mamas ya que esto las estimulará y producirá aún más leche.

Este fenómeno debe desaparecer por si solo luego de diez días, por lo que no debemos alarmarnos si nuestra perra pasa por esto. Lo más recomendable es hacer una visita al veterinario para asegurarnos de que efectivamente es un embarazo psicológico y no uno real. Si pasados los diez días nuestra perra continua con los síntomas debemos volver a consultar al veterinario para evitar que aparezcan problemas relacionados como infecciones, mastitis y desordenes hormonales.

Existen tres opciones a la hora de enfrentar este problema. Podemos dejar que nuestra perra haga el proceso y supere esta etapa, que -subrayemos- no es una enfermedad. Otra opción -la más recomendable- es la castración, que no solo impedirá este fenómeno, sino que también previene muchas enfermedades. La última opción es inhibir el celo, ya que sin celo no hay embarazo psicológico, pero no lo recomiendo en ningún caso ya que esto a mediano plazo genera graves problemas de salud en el animal.

Cualquiera sea la decisión que tomemos es importante consultarla con un veterinario, que es el profesional que más nos va a ayudar a la hora de confrontar este fenómeno. Informarnos sobre estos temas nos ayuda a entender más y mejor a nuestros amigos de cuatro patas y sus procesos naturales. Conocer a nuestro perro nos dará en consecuencia un gran vínculo con él y en definitiva de eso se trata todo, de disfrutar la vida juntos.


Andrés Peirano

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