Se trata de una conmemoración que se realiza mundialmente con el objetivo de fomentar la lectura pero también defender y proteger la industria editorial y los derechos de autor.
Fue en 1995 cuando la UNESCO decidió aprobar la propuesta de la Unión Internacional de Editores de celebrar el Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor (su nombre completo).
La fecha elegida es un día simbólico para la literatura mundial: fue un 23 de abril cuando Miguel de Cervantes, William Shakespeare, Inca Garcilaso de la Vega murieron, recuerda la Cámara Uruguaya del Libro .
"A pesar de esta crisis que vivimos, en la que el mundo editorial también sufre y mucho, es un festejo que no queremos pasar por alto", expresa Álvaro Risso, presidente de la entidad, recordando que "el libro nos acompaña desde siempre, es un amigo fiel que nos ayuda a entender el mundo".
Asimismo, el empresario señala que esta circunstancia que nos obliga a pasar más tiempo en casa, puede ser una ocasión propicia para "acercarnos más al mundo de la lectura".
En este año tan particular, la fecha cobra un valor especial recordándonos la importancia de la industria editorial y el valor del libro como bien cultural.
Ante la alerta sanitaria y el mensaje de responsabilidad social de quedarse en los hogares, los libros reafirman su valor patrimonial transformándose en un refugio, en una invitación a disfrutar, aprender y soñar.
En Montevideo, el Casal Catalá no podrá realizar su tradicional celebración en Plaza Varela, pero invita a hacerlo de manera virtual
Mensaje de Álvaro Risso, presidente de la Cámara Uruguaya del Libro.