Carballo nos recibe en los estudios de la Montecarlo a pocas horas de sentarse frente al micrófono para conducir "El tren de la noche", ciclo de larguísima trayectoria en el aire de la CX 20, conducido durante 19 años por Gustavo de los Santos y que ahora inicia una nueva etapa. La charla va y viene sobre los distintos ámbitos en los que el conductor/actor/humorista/carnavalero ha desempeñado un trabajo, siempre bajo un mismo hilo conductor: trabajar para entretener y hacer reír.

Esto es "El tren de la noche" en versión Carballo, no Carballo en "El tren de la noche". ¿En qué consiste el cambio?

Cuando yo vine a hablar a la radio me dijeron "te llamamos a vos porque queremos que El tren... lo hagas con tu estilo". Y me alegró mucho porque, sinceramente, si no hubiera sido así no lo hacía. No es por ser pretencioso, pero yo no estoy todavía en una edad -aunque estoy bastante maduro-, de conducir un programa demasiado tranqui, mi impronta es otra. No lo podría haber hecho.


Aparte, la gente no esperaría de vos un programa muy tranqui, muy serio


No, la verdad que no. No me lo creerían. Y cuando hago una nota en serio, pienso que soy creíble por el lado de hablar de "che" y "vos", o de usar palabras comunes, de no rebuscarme. Trato de ser sencillo, que me entienda todo el mundo. Y eso está bueno, porque el entrevistado por lo general capta la onda enseguida y se prende. Hay algunos políticos a los que antes de terminar una nota se les ha escapado un "bo, escuchame". Entonces decís "upa, ahí lo logré".



A Carballo le gusta más hacer televisión, y hablar de ella. Sostiene que la pantalla chica necesita un lenguaje más descontracturado y "meterse" con la farándula local, darle un lugar y un brillo que por ahora le son ajenos. Considera como "un inicio" en ese camino la experiencia de "Dale con Todo", el programa emitido por Canal 10 que contaba con un nutrido elenco de actores, humoristas y voluptuosas mujeres que incursionaban en el entonces inédito rol de "vedette". De esa troupe surgió nuestra Claudia Fernández, que cruzó el charco con paso firme y a la que Carballo recuerda con una extraña mezcla de cariño y nostalgia.




Para este sábado 9 de junio está previsto un nuevo desembarco en la tevé, esta vez en Canal 4, y con un magazine llamado "Pizza a Carballo". El programa va a durar dos horas y se emitirá de 22 a 24.




¿Cómo viene el proyecto de la televisión?


Está muy avanzado el tema, está muy cuidado, no es un proyecto que vaya a salir a las patadas. Va a ser un programa muy distendido, con mucho humor, con una conducción muy "de entrecasa", hablándole de frente a la gente.

¿Cuál sería el formato?

Es una mezcla de "Duro de domar" de Petinatto, con un programa de humor tradicional. Vamos a tener sketchs grabados con personajes míos, y alguna sátira a algún programa de televisión o algún acontecimiento que lo amerite. También tengo ganas con Horacio (Rubino) de hacer lo que hacíamos el último año de "Dale con Todo", de recrear fechas históricas. Va a tener de todo, va a tener una cosa que tenemos preparada, que no les puedo contar.

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No, no puedo decirlo. Es algo que pasó hace un tiempo en otro país, fue una locura de una persona que se le ocurrió hacer algo y después lo adoptaron otros países, y nosotros lo vamos a hacer.

¿Estás entusiasmado?

Sí, estoy muy entusiasmado, porque tenemos muchas ideas. Estamos como locos.

¿Te pasó lo mismo cuando estabas por empezar "Dale con Todo"?

No, en realidad no, y hay una razón: yo no estaba a cargo de la producción. Acá soy la cara visible y estoy al mando de esto, por decirlo de alguna manera. Entonces antes, por ejemplo, el productor de "Dale con Todo" venía y decía "cierra Bola 8" y, me gustara o no me gustara -que me gusta, ¿eh? Que no se me enoje el "Bocha" Pintos- iba eso, yo no lo decidía. Acá es un proyecto mío. Con la anuencia del canal yo manejo quién va, quién no va, quién está, cómo está...

¿Y quién va?

Va a ir todo el mundo. Como invitados, van a ir desde un político hasta un barrendero, porque es un trabajo como cualquier otro. Después vamos a tener bandas invitadas de todo tipo, aunque vamos a tener una banda nuestra. También habrá alguna sorpresita, para la gente que quiera ir a demostrar sus cualidades artísticas.

¿Este es el proyecto para empezar a "farandulear"?

Sí, vamos a tener una persona, un Marcelo Polino, o alguien así. Va a haber chimentos de las dos orillas. Como el programa se llama "Pizza a Carballo", vamos a tener chimentos uruguayos y vamos a tener "Fainá de la otra orilla", que seguramente se va a basar en los uruguayos que están en Argentina. O sea, si hay un chimento de Claudia Fernández y otro de Tinelli, me voy a inclinar por el de Claudia.

¿Creés que el público va a aceptar un programa uruguayo que le hable en tono argentino, o que empiece a meterse por ese camino?

Creo que lo va a aceptar, por muchas razones. Por un lado, nosotros no vamos a tocar esos temas como lo hacen los argentinos. Lo vamos a hacer con el respeto al que está acostumbrado el uruguayo. Por otro lado, creo que es costumbre. Me acuerdo que "Dale con Todo" tenía un formato que, si le corrías un par de cosas y yo me quedaba todo el tiempo atrás del mostrador, era Videomatch. Entonces el desafío cuál era: que el público aceptara ese tipo de cosas hechas por uruguayos. Y las aceptó. Nosotros nunca bajamos de los dos dígitos en el rating, íbamos tres veces por semana en horario central.

Entonces, creo que es acostumbrar al público a que nosotros también existimos, que hay una farándula. Que hay gente que come de salir al aire, de pintarse, de disfrazarse, de comunicarte esas cosas. Y me arriesgo a decir que la propia farándula en un principio no lo va a aceptar, pero a la larga lo va a necesitar, para promocionarse, para estar en auge.

Se potencia una cosa con la otra

Tiene que ser así, debería ser así, y no quedarnos con ese prurito de decir "lo hacen los porteños". Porque hay una cosa que yo le quiero decir a la gente: lo que hacen los porteños no es un invento de ellos. Todo lo que vemos que viene de Argentina, son formatos que se compran en Europa, en Estados Unidos, en México. Son cosas copiadas. Y nosotros somos más vivos: hacemos esos formatos sin tener que pagar los derechos, porque hacemos un programa que se parece. Adaptar cosas que vienen de allá no está mal. Eso me lo dijo un tipo que admiro muchísimo, que es Cacho de la Cruz. "No está mal copiar", me dijo, "el tema es cómo copiar: tenés que agarrar eso que te gusta, la esencia, y hacerlo a tu manera". Por algo en un programa de TV el 50% es el conductor.

De todos modos, parece que existe una forma de hacer televisión en Argentina que no se logró incorporar del todo acá

Creo que el tema pasa por la eterna discusión del huevo o la gallina: ¿somos nosotros que no lo ponemos en pantalla, o es el público al que no le gusta?. Si ahora hago una encuesta y le pregunto a la gente "nómbreme un éxito, pero un éxito de verdad, un gran éxito de la TV uruguaya en los últimos diez años"...

(Silencio)

... nos falta el "cri cri" del grillo. ¿Por qué no lo hay? Porque la gente acá no te perdona que seas exitoso. Acá no tenemos ídolos, porque somos envidiosos. Y no digo que sea una envidia mala, de odiarte; pero tampoco es una envidia sana. Porque envidia sana es decir "pah, loco, qué fenómeno que es este tipo, la verdad lo admiro porque me gustaría estar en el lugar de él". Pero la otra es "pah, qué fenómeno este tipo, lo envidio, ojalá que mañana no esté más".

A mí me encanta el programa del Piñe y Escanlar, "Bendita TV", y no porque se metan en la tele: me gusta la conducción de ellos. Me gusta esa informalidad, esa impronta, ese personaje que tiene Gustavo que a mí me fascina (por más que sea bastante real). También lo que están haciendo los chicos del 4, "Los Informantes". Ahora no se me viene otro a la cabeza, porque no hay muchos tampoco. Pero eso de "por qué no podemos hacer un programa como...", es porque tenemos miedo a que nos critiquen.

Carballo cruzó a Buenos Aires el año pasado para trabajar en Showmatch. Quienes llegaron a ver los primeros programas del ciclo habrán encontrado al uruguayo entre quienes participaban de las "cámaras ocultas" a los famosos. Pero cuando Bailando y Cantando por un sueño fagocitaron el programa de Marcelo Tinelli, las cámaras ocultas hicieron honor a su nombre: se ocultaron en algún archivo de Canal 13. A pesar de esta falta de aire, Carballo encontró varios puntos positivos en esta experiencia de cinco meses en el país vecino.

¿Qué tal te fue en Argentina?

Fui para grabar un estilo de cámara oculta, pero cuando me vieron me dijeron si no me quería quedar, y me empezaron a llamar para todas. Cada estilo de cámara se grababa unas seis veces, pero había varias: una cámara de fútbol, una cámara de terapias alternativas, un programa de chimentos. Me fue bárbaro, grabé 26 cámaras, pero cuando arrancó el programa sólo se pasaron cuatro. Entonces, por un lado me re sirvió la experiencia: conocí el ambiente, grabé, vi el mecanismo, conocí amucha gente famosa, me pagaron. Y por el otro lado no me fue tan bien, porque no salió en la pantalla. Ahora, aparentemente, va a haber un programa que va a conducir Yayo, que se va a dedicar a pasar todas esas cámaras. No sé hasta qué punto va a rendir, porque en realidad perdieron algo de actualidad, son de principios del año pasado.

Ya que decís que conociste el ambiente... ¿hay algún secreto en esas "cámaras ocultas"?

Hay, sí. Hay un secreto.

¿Y nos lo vas a contar?

¡Lo que pasa que ustedes llegan a todo el mundo! (Risas). Hay secretos, sí, y son como los trucos de magia de los magos: los ves y decís "pah, ¿cómo lo hizo?", y cuando te lo explican decís "ah, ¿esa estupidez?". No cualquiera puede hacer una cámara oculta, no cualquiera puede hacer una cámara cómplice. Cuando me decían "tenemos que viajar a México para enseñarle a la gente de Televisa cómo se hace una cámara oculta", yo decía "¿qué tenés que enseñarle? Es hacer entrar a un tipo". Pero cuando grabé, me di cuenta. Hay cosas que hay que cuidar mucho, hay algunos secretos, eso de si las cámaras están arregladas, no están arregladas, por ejemplo.



¿Cual es la respuesta?

No, no están arregladas. Y ahí adentro está el secreto, pero no te lo puedo contar.




¿Y que opinás de eso de manejar la programación por los números?

Es un tema de credibilidad. El tema cuál es: ¿vos creés en la empresa que te hace la medición? Si vos creés... que aparte tenés que creer, porque esa medición es la que miran las agencias de publicidad. Entonces, si esa medición te dice que la gente no te mira, vos le tenés que creer. Y si la gente no te mira, es porque no le gusta lo que hacés. No me parece mal que se maneje así.

Lo que no me parece bien, que ha pasado en casi todos los canales de acá, es que haya programas que duraran tres días, un mes. O programas del prime- time que al mes los pasaron al sábado al mediodía. Cuando vas a un canal a presentar un proyecto te piden currículum, piloto, análisis de sangre y orina, antecedentes penales y certificado de buena conducta. Y después, ¿donde está el cuidado para esos programas? Que los largan al aire con un escarbadientes, y que tienen la vergüenza que a las tres semanas los bajan.

Además un programa requiere cierta madurez que se da con el tiempo. El primer programa no va a ser igual al que vas a hacer dentro de diez meses

Seguro. Pero si vos hacés un programa malo, que ves que está mal, y grabás los trece programas del ciclo, no tenés tiempo de madurar. Vos grabás en un mes, programas para todo el año, y no madurás al aire. Madurás en tu casa, viéndote al tercer mes en la tele y queriéndote matar.

Ya que hablamos de la tele de la vecina orilla, ¿qué opinás de la proyección que ha tenido Claudia Fernández desde que cruzó a Buenos Aires?

Claudia es muy inteligente, y a las pruebas me remito. "Intrusos" es como su casa, y si ves "Los profesionales de siempre", también la adoran. Ahí la inteligente es Claudia. No se puede estar bien con Dios y con el diablo, pero ella lo logra. Creo que está pasando por un momento bárbaro que tiene que aprovechar. Y ahora, con "Patinando por un sueño", va a explotar este año en Buenos Aires. Me alegra muchísimo que lo haga, porque la verdad se lo merece, es una mujer muy laburadora.

¿Qué sentís cuando la ves y te acordás del sketch que hacían con el tapado en "Dale con Todo"?

¡Pensar que yo la tuve ahí adelante y en Buenos Aires se están matando para verla! Cuando la veo me da mucha nostalgia, y es una mezcla rara, porque yo la quiero mucho, entonces me da alegría, nostalgia, me trae muchos recuerdos.



En Uruguay tenemos el carnaval más largo del mundo, y en honor a ese récord es que aún a mediados de año se sigue hablando de él. Carballo fue parte este año de los parodistas Nazarenos, que quedaron en segundo puesto con sus parodias de Alberto Olmedo y El Conde de Montecristo.


¿Cómo viviste carnaval este año?

Artísticamente fue espectacular, me encantó, me sentí bárbaro. Disfruté carnaval como hacía muchos años que no lo hacía, y haciendo la vida de Olmedo, que es el sueño del pibe. Me divertí mucho. Después, lo de los premios... no sé si porque estoy un poco viejo, o por la experiencia, pero no me lo tomo tan a pecho como antes. Además, a veces cometo "el error" de no querer hacerme amigo de nadie por interés, entonces eso lleva a que no te tengan en cuenta, pero no me arrepiento de ello. Me ha pasado en los medios también, me ha pasado en los canales. No sirvo para estar prendido de la oreja de nadie, porque no me sale.

¿Tenés enemigos?

Sí, tengo. No sé si enemigos, tengo detractores. Gente que, por ejemplo, discrimina el carnaval y lo utiliza para minimizarme. Lo que esa gente no se da cuenta es que yo tuve la posibilidad de hacer todo, porque no toda la gente de la TV sirve para el carnaval, ni toda la gente de carnaval sirve para TV. Lo mismo pasa con la radio y con el teatro. Y yo hice todo... hago todo: carnaval, televisión, radio y teatro.

Enemigos siempre tenés. Una vez vino una persona, de esas personas que a veces quieren que no te sientas muy bien, y me dijo "la otra vez me encontré con una mujer que me dijo que vos no la hacés reír nunca". Y yo le respondí "Menos mal que hay gente a la que no hago reír, porque si no sería Dios". Si yo hiciera reír a todo el mundo, no estaría acá sentado charlando con ustedes, estaría mirándolos desde otro lugar.

¿Y entonces cómo hacés amigos en este medio, o no se puede?

En realidad los amigos los hacés sin darte cuenta. Si vos te proponés hacerte amigo de alguien, por lo general no te va a ir muy bien. Yo no tengo muchos amigos, en realidad casi ninguno. Te podría nombrar a Claudia... y otro lo tengo que pensar. Lamentablemente es así. Una vez tuve una reunión con las autoridades de un canal, porque había algunos problemas, y se me ocurrió decirles "pero si yo me llevo bien con todo el mundo". Y me contestaron "vos te llevás bien con todo el mundo, pero no todo el mundo se lleva bien contigo", y tenían razón. Cuando yo empecé "Dale con todo", hubo gente que tenía muchos años y no se bancó que un tipo, que en aquella época tenía 34 años, estuviera visualmente al mando de un elenco con gente muy grande. Eso lo sentí, te lo hacen sentir. Después están los otros, como Cacho Espalter, que era uno más de nosotros, y vos decías "pah, loco, estoy grabando con un tipo de los más grossos". Después tenés los otros, que serían los mediocres, que son esos que te mueven la alfombra. Mediocres en la tevé hay muchos. Acá tenemos una calidad artística insuperable, y sin embargo nos matamos. Creo que la mediocridad pasa por ese lado: nos vamos pisando de a uno, entonces no surge nadie.

Volviendo al carnaval, ¿por qué dijiste que disfrutaste este año como hacía tiempo que no lo hacías?, ¿pasó algo que te desilusionara?

No, puede ser por cansancio. No fue por el carnaval, fue por mi vida. Estaba con la cabeza en otro lado, entonces no podía disfrutarlo. Durante unos años no salí por otros trabajos, siempre tenía algo que hacer en febrero.


¿Carnavales eran los de antes?


No, para nada. Carnavales son los de ahora. Son los de ahora: más profesionales, más responsables, con una calidad artística impresionante. Los carnavales de antes eran buenísimos, pero en su época.




¿Y jurados eran los de antes?

Jurados son los de siempre. Son esos seres humanos que tienen amigos, que tienen contactos, que son influenciables como cualquier otra persona. Carnaval va a ser eso toda la vida, son las reglas del juego.

¿Que te gustó este año?

Me gustó un poco más el desfile, aunque odio desfilar, siempre lo digo. Soy uno de los pocos componentes que reconoce que no le gusta desfilar.

¿Sos uno de los pocos que lo reconoce, o uno de los pocos que no le gusta?

Uno de los pocos que lo reconoce, yo te lo puedo decir, los cuento con una mano a los que les gusta.

También me gustó cómo está quedando el Teatro de Verano, me gustaron algunos conjuntos, Agarrate Catalina, Asaltantes con Patente. De Parodistas no vi nada. Debo haber visto una parodia alguna vez, en la tele, pero nada. Me gustó lo que hicimos nosotros: las parodias de Olmedo y el Conde de Montecristo, con un espectáculo que era un circo, un circo muy moderno. Ahora Susana Giménez nos copió todo, está haciendo todo lo mismo...

Estos argentinos...

... nos copian todo.

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