La historia de Grover Wilhelmsen, un director de orquesta jubilado internado en un hospital de Utah (Estados Unidos) conmueve al mundo.

El hombre, que pasó más de un mes en cuidados intensivos intubado y sin poder moverse ni tampoco recibir la visita de sus familiares, solicitó si le podían traer su violín.

Entonces, casi sin fuerzas, decidió regalar al personal de salud el "vals de Tennessee".

"Se me llenaron los ojos de lágrimas; que todo el personal viera a un paciente haciendo esto mientras estaba intubado fue increíble", comentó una de las enfermeras del hospital McKay-Dee de Ogden.

"Lo hago por ustedes porque todos están sacrificando mucho para cuidar de mí", escribió el hombre en su libreta.