Descalzo y cerca del mar, el músico Jorge Drexler dio la bienvenida al 2024 en La Paloma, el balneario al que le dedicó su primera canción y su primer disco, La luz que sabe robar.

Como ya desde hace unos años es costumbre, el uruguayo lleva a cabo junto con el argentino Kevin Johansen La Serena Festival de la Canción, el evento musical que congrega a músicos locales, argentinos, mexicanos, españoles y brasileños, entre otras nacionalidades, que irá hasta el 8 de enero. 

“Queremos dejar una semilla aquí en La Serena de una conciencia medioambiental, porque es lo más lindo que tenemos para ofrecer, no un desarrollo loco, inmobiliario, sin freno, sino un desarrollo cuidado de una región que quienes tenemos la suerte de viajar por el mundo nos damos cuenta de que no tiene precio lo que tenemos en esta costa”, señaló.

Para Drexler, “La Paloma es un centro de inspiración”. “Estamos realmente felices aquí en la playa frente al barco hundido de Corumbá en La Serena, es un sueño que hace muchos años se viene dando como un encuentro informal entre amigos y que este año intentamos darle un poquito mas de relevancia para darle un regalo a la playa que tanta alegría nos da: cuidándola, recogiendo todos los residuos, intentando que no quede nada después de que termine esta fiesta preciosa”, expresó en rueda de prensa.

El festival organizado por los músicos del Río de la Plata incluirá shows en el cine de La Paloma, que lo han “recuperado”, dijo Drexler. Así, recordó sus andanzas y sus primeras películas en las salas del balneario, en las que vio Willy Wonka y la fábrica de chocolate, Cupido motorizado, las películas de Los Beatles, y hasta Doña Flor y sus dos maridos, a la que se coló porque no tenía la edad suficiente para verla. 

El músico recordó la importancia de “cuidar” el “paraíso maravilloso” que son tanto La Serena y La Paloma como las costas del país. “Intentar [cuidar] la contaminación lumínica, poner luces bonitas, que se pueda seguir viendo este cielo”, consideró. De este modo, también incitó a proteger el bosque, “que está muy descuidado”.