De la gloria de Ajuste Fiscal al aplazo del Ramírez: el 2020 de un turf convulsionado

Se va un año loco en general y negativo en la mayoría de los rubros. El turf uruguayo no pudo escapar a la situación mundial y cierra la temporada sin correr, en la última columna del 2020 repasamos las luces y sombras de un año tan particular.

El 2020 quedará en los libros de historia marcado por la pandemia de Covid-19, una crisis sanitaria con enormes coletazos sociales y económicos de lo que nada ni nadie pudo escapar. El turf uruguayo vio su calendario alterado, la instalación de protocolos, corrió a puertas cerradas, cerró su año sin correr y tiene a la jornada del Ramírez aplazada al menos 11 días.

Y fue justamente con la jornada del Gran Premio José Pedro Ramírez con lo que empezó el año, aquel día Ajuste Fiscal logró una victoria enorme, de lo mejor que hemos visto en un Ramírez desde la Reapertura de Maroñas en el 2003. Aquella victoria marcó el año en lo deportivo, porque en aquel triunfo se unieron Héctor Fabián lazo y Antonio Luiz Cintra.

Lazo dominó entre los jinetes, se quedó con la estadística por tercer año consecutivo, esta vez ganando 80 carreras sacándole 18 de ventaja a Luis Cáceres. Ambos jockeys llevan seis años dominando Maroñas, Caceres ganó entre 2015 y 2017 mientras Lazo lo hizo en los últimos tres años. Además, con 14 clásicos, Lazo fue el más ganador en las carreras mas importantes.

En tanto el entrenador brasileño Antonio Luiz Cintra tuvo un año mágico ganando 94 carreras en nuestro máximo hipódromo, 59 más que su escolta Raimundo Soares. Además, entre Maroñas y Las Piedras se quedó con 29 clásicos, un número que será difícil de igualar en el futuro. Si bien su 2019 ya había sido impresionante, lo que hizo en este 2020 nunca se había visto por un entrenador en este siglo.

En Las Piedras, los triunfos fueron para Pablo Rodríguez entre los jockeys, mientras que tras una impresionante definición igualaron entre los entrenadores Héctor Bacigalupi y Pablo Germán González.

Pero lo deportivo este año se vio fuertemente afectado por la pandemia. Hasta el viernes 13 de marzo se corrió de forma normal, ese día, como todo, las cosas cambiaron. Mientras aquel sábado 14 de marzo Ajuste Fiscal nos representaba en el Gran Premio Latinoamericano (G1) disputado en San Isidro siendo sexto, nuestro turf cerraba sus puertas.

Fueron dos meses muy largos, una actividad que jamás se detiene estaba sin correr, los caballos entrenaban sin saber cuándo correrían, los profesionales sobrevivían en base a ayudas porque si no se corre, no se cobra. Pero a mitad de mayo la incertidumbre se hizo a un lado y el turf volvió. Lo hizo antes que en los otros países de la región, se estableció un estricto protocolo y a puertas cerradas se llevaron adelante siete meses de carreras. Se cumplieron los procesos generacionales en el que Instamancha fue la mejor potranca y El Patriota el mejor potrillo, poniendo arriba los colores del De La Pomme, como lo había hecho Ajuste Fiscal en el Ramírez.

No hubo focos de Covid-19, a partir del 16 de mayo Maroñas y Las Piedras cumplieron con sus calendarios, eso sí, corriendo menos. Jornadas de 10 carreras que sumados a los dos meses sin carreras hizo que tuviéramos una sensible reducción de competencias. Maroñas pasó de 1148 cotejos en 2019 a 855 en 2020. En tanto Las Piedras bajó de 492 a 360. En el Sint que estuvo 4 meses sin correr las cosas fueron aún más drásticas.

Sin embargo y pese al descenso de carreras, se apostó entre Maroñas y Las Piedras casi lo mismo que en 2019, bajando apenas de 799 millones a 788, por lo que las apuestas por carrera tuvieron un sustancial aumento que rondó el 33%.

Por lo tanto, el turf funcionaba, con el esfuerzo de los propietarios que no pueden ir a ver correr a sus caballos y con lo extraño que fue tener las reuniones a puertas cerradas, siendo en lo personal de los pocos que pudimos ser testigos de las carreras. Pero el turf siguió, funcionó y las 45 mil personas que directa o indirectamente dependen de él mantuvieron sus fuentes de trabajo. Por eso sorprendió tanto la medida gubernamental que nos dejó tres semanas sin correr y nos obligó a cerrar el 2020 sin actividad.

Las fuerzas e ilusiones están puestas en retornar el 14 de enero y en tener el día 17 un Ramírez que será especial por correrse fuera del día de reyes y sin las 15 mil personas que siempre hay en las tribunas, pero que no por ello dejará de ser el gran día del turf.

2021 además comienza con la ilusión de tener a Ajuste Fiscal, Trancaferro, El Patriota, Almoradi y Upper Class en Dubai. Gracias al trabajo de Cintra y de los propietarios de los caballos, el turf sudamericano estará representado en el fastuoso Meydan. Será un esfuerzo que nuclea a Brasil, Argentina y Uruguay, pero que pondrá sobre todo a Maroñas en el primer nivel de competencia. Ojalá cosechen buenos resultados porque sería un gran impulso para nuestra actividad.

Con los ojos en Dubai, con un Ramírez que se correrá atrasado y con la esperanza de que en 2021 los hipódromos vuelvan a aceptar al público burrero, se va este 2020 inolvidable, lamentablemente más por lo malo que por lo bueno. Un año desafiante que el turf supo atravesar demostrando las fortalezas que tiene en nuestro país esta noble actividad.