La obra “Van Basten nunca conoció San José” recoge numerosas y poco conocidas anécdotas del balompié charrúa..
La obra “Van Basten nunca conoció San José” recoge numerosas y poco conocidas anécdotas del balompié charrúa.
La noticia recorrió el mundo en los primeros meses de 2004: Marco van Basten, el mítico delantero holandés ganador de tres Balones de Oro, podría volver al fútbol... ¡en un modesto club de San José, Uruguay! Los principales medios deportivos de Europa y Asia replicaban la información, que hoy da título al nuevo libro de Miguel Méndez: "Van Basten nunca conoció San José y otras historias insólitas del fútbol uruguayo".
Todo comenzó cuando Haroldo Marín, un excéntrico empresario del agro, puso sus ojos en el Tito Borjas. Los vecinos de San José ya lo conocían: manejaba un llamativo Rover verde descapotable y tenía la costumbre de frenar para regalar caramelos a los niños. Pero nadie
En 2004, el empresario maragato que armó un equipo galáctico
en el modesto Tito Borjas de San José estuvo cerca de lograr lo imposible. La
historia, junto a otras igual de increíbles, llega ahora en el nuevo libro de
Miguel Méndez. imaginaba que este peculiar personaje transformaría al humilde
club del barrio Exposición en un fenómeno internacional.
Con el apoyo de su hijo Gonzalo, Marín comenzó a armar un plantel de ensueño. Primero llegó Rubén Paz, ídolo de Racing de Avellaneda. Luego vino el golpe maestro: Fabián O'Neill, que aparecía en los entrenamientos acompañado de chofer y guitarrista, con una
manta de carpincho bajo el brazo. El "Mago"
cobraba más de 5.000 dólares mensuales, cifra que lo ubicaba entre los
futbolistas mejores pagados del Uruguay.
Pero, la historia más increíble estaba por venir. Al
enterarse que Van Basten era el ídolo de Paz, Marín comenzó a mover sus
contactos. Aseguraba tener llegada al padre del holandés y realizaba
misteriosas llamadas telefónicas en neerlandés desde el bar 26 de Marzo, cuartel
general de sus operaciones. La prensa mundial se hizo eco y, dado sus logros,
nadie en San José dudaba de él. Como recuerda Fabricio Martínez, uno de los protagonistas:
"Si había traído a O'Neill, ¿por qué no iba a poder con Van Basten?"
El sueño se esfumó cuando el holandés fue nombrado
seleccionador de su país. Pero la historia ya había quedado grabada en el
imaginario del fútbol uruguayo, demostrando que la realidad puede superar
cualquier ficción.
Esta es apenas una de las 28 historias que Méndez recupera en su nuevo libro,
fruto de una exhaustiva investigación en archivos y entrevistas. Van Basten
nunca conoció San José incluye otras joyas del fútbol uruguayo: un
sacerdote que resolvió la histórica huelga del 92, una insólita pelea entre
mascotitas en un clásico, y las dos veces que el Pelado Peña intentó agredir a
su amigo Bengoechea por diferentes motivos. También para personajes poco
conocidos que hicieron grande a nuestro fútbol, como la del arquero uruguayo que
murió combatiendo en la Primera Guerra Mundial o la del campeón olvidado de
Maracaná.
La publicación coincide con la tercera edición de Beckham
nunca conoció Durazno, el libro anterior de Méndez que reúne historias
igual de fascinantes: un pase pagado con 500 costillas, Cerro jugando como
representante de Nueva York en Estados Unidos, el sorprendente fichaje de Paulo
Silas por Central Español, y aquella vez que Gaby Álvarez, desde la gerencia
del Durazno FC, prometió traer nada menos que a David Beckham.
Ambos volúmenes, a cargo de la editorial Tajante, siguen la línea que Méndez exploró en El quinquenio de los chicos (2021): rescatar esas pequeñas grandes historias que hacen único al fútbol uruguayo.
Ambos libros pueden encontrarse en todas las librerías del país.
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