Kathleen Hennings nació el 2 de octubre de 1919 en Brixton, Inglaterra. Actualmente vive en un residencial en Cheltenham, Gloucestershire, lugar que recientemente se vistió de gala para festejar por todo lo alto los 105 años de la decana de sus huéspedes.

“Fue muy agradable ver a mis adorables amigos y vecinos. Me han mimado, muchas gracias”, dijo en declaraciones a SWNS.

Interrogada sobre las razones a las que atribuye su longevidad, Hennings dio un consejo doble que probablemente no sea compartido por los profesionales de la salud. “Bebe Guinness y no te cases nunca”.

La mujer siempre fue aficionada a esa conocida marca irlandesa de cerveza negra. Sabedora de ello, la empresa le envió una canasta obsequio que incluía varias latas de cerveza, bombones, un delantal y otras piezas de merchandising.

En su juventud, Hennings se mudó a Londres y allí trabajó durante muchos años como contable. Sus diversiones favoritas consistían en concurrir a los bailes en Covent Garden o asistir a óperas y ballets.

Se quedó en la capital británica incluso durante los duros años de la Segunda Guerra Mundial, pero en 1965 decidió partir en busca de aire fresco y se mudó a los Cotswolds, una región de verdes colinas y pintorescos pueblos en el sudoeste del país. Allí se radicó con su madre, su hermano y su perro Rusty, un dachshund.

Malaika Charles, directora de la residencia de ancianos Sandfields Care Home, de Care UK, se mostró feliz con el aniversario de la pluscentenaria.

“Nos encanta celebrar hitos especiales en Sandfields, ¡y el 105.º cumpleaños de Kathleen ciertamente merecía una fiesta!”, aseguró.

“Fue maravilloso ver a Kathleen rodeada de todos sus seres queridos para conmemorar un hito tan increíble. El equipo se esforzó mucho para garantizar que su día fuera memorable y queremos agradecer a todos los que se unieron a nosotros”, añadió.

“Fue muy agradable ver a mis adorables amigos y vecinos. Me han mimado, muchas gracias”, coincidió la festejada.