Conversamos con la modelo uruguaya Natalie Stal Pietra, que triunfa en el mundo

Natalie Stal Pietra dio sus primeros pasos en el mundo del modelaje cuando todavía era liceal, más como un hobby que como una vocación, para ganar una primera platita e "ir al cine con las amigas".

Pero un buen día la vieron en una parada del ómnibus y eso que era un pasatiempo se convirtió en una profesión y en una puerta al mundo.

Hoy, con 21 años, es imagen de varias marcas internacionales. Vivió en Argentina, Italia, Inglaterra, Francia y ahora se abre camino en Estados Unidos.

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¿Cuándo descubriste tu vocación?

Yo en realidad empecé con el Elite Model Look que es un concurso de modelaje que se hace en Uruguay todos los años. Justo en el año en que yo fui ganadora, en el 2012, salí del liceo y Carlos Cámara (director de Valentino Bookings) me vio en la parada del ómnibus y me ofreció empezar en el concurso y dije que sí y me empecé a dedicar a esto.

¿Es duro abrirse camino en el modelaje acá en Uruguay?

En Uruguay solo trabajé mientras estaba en el liceo y no lo hacía tanto como un trabajo sino como una forma de tener mi platita para ir al cine con mis amigas o tener mi ropa. No me daba para dedicarme a esto porque es una industria muy chica.
Igual pasan los años y va creciendo mucho más, pero es muy difícil en Uruguay vivir del modelaje.

Entonces llegó la propuesta para salir al exterior...

Me pasó que me presentaron con Emiliano, el dueño de Look One, mi agencia en Buenos Aires, y ahí me fui a vivir a Buenos Aires y empecé a trabajar allá. Después el año pasado estuve en Europa, estuve en París, Londres y Milán, y este año en Los Ángeles (Estados Unidos).

¿Qué cosas aprendiste afuera?

No dejás de aprender nunca. Estoy muy agradecida porque es un trabajo que te da la posibilidad de viajar y conocer diferentes culturas. Ahora, por ejemplo, me pasó en Los Ángeles que yo en realidad me iba dos semanas de vacaciones y al final dije "no, pará, me quiero quedar acá, esto me encanta" y me puse a buscar agencias y me quedé allá.

¿Es así de fácil el "Me quedo acá en Los Ángeles" o tenés que arrancar desde abajo para darte a conocer y hacerte tu lugar?

Irte a vivir a otro país siempre es arriesgado. Pero este trabajo te da esa posibilidad. A parte en Los Ángeles la industria es muy grande y se trabaja muy bien.

El comentario en la calle es que el mundo del modelaje es sacrificado y requiere unos estándares difíciles de conseguir. ¿Hay mucha presión en el ambiente?

Sí, el trabajo de modelo es muy sacrificado en todo sentido. Uno tiene que cambiar su estilo de vida y cuidarse con las comidas y el gimnasio. También estar con buena energía, porque eligen trabajar contigo por tu buena actitud también, no solo por tu físico. A veces no importa cuán bella eres si no cuán buena es tu actitud.

Estamos en un momento de generar conciencia colectiva sobre el empoderamiento de la mujer. El debate toca muy de cerca el mundo de la moda. ¿Cómo te sentís desde tu posición de mujer y modelo?

Creo que las modelos tenemos algo en la genética que nos hace ser así. Por ejemplo, ahora en Los Ángeles, una zona más playera, son más relajados. En Europa son más estrictos con el tema de las medidas y sí quieren una modelo muy flaca. Yo disfruto más del trabajo comercial que te permite tener tu figura y no tener que pensar en esas medidas estrictas y arriesgadas para la salud. Pero es un tema de genética, yo siempre fui así, no es que me haya obsesionado por conseguir una figura. Aunque no quita que tenga que cuidarme.

¿A qué cosas tuviste que renunciar para ser una modelo profesional?

Qué pregunta. Nunca quise vivir en Uruguay, así que aunque extraño a mi familia y amigos yo amo viajar, así que no sé hasta qué punto me sacrifiqué. Lo disfruto. Lo tomé como un estilo de vida y me encanta.

¿Qué retos profesionales te quedan por cumplir?

No me siento para nada realizada. Soy muy ambiciosa. A corto plazo como me estoy yendo a Los Ángeles, mi objetivo es instalarme allá y poder trabajar bien.

¿Y a largo plazo? Soñar no cuesta nada...

Un sueño... Nunca soñé con ser modelo. Pero por trabajar en el medio, veo a las modelos de Victoria's Secret y pienso "Qué mujeres que transmiten poder y confianza" y me gustaría el día de mañana, por qué no, llegar a ser una de ellas.

Y si ser modelo nunca fue tu sueño, ¿Te has planteado otro camino profesional?

Sí, todo el tiempo. Justo ahora vuelvo de un viaje donde me dediqué a comer (Ríe) y lo que más me gustaría sería dedicarme a la gastronomía. Sería muy bueno combinarlo, a largo plazo.

Lorena Zeballos | Montevideo Portal
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