Por Lorena Zeballos
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Rescatar tiene múltiples significados. Podríamos pensar en el acto, tan retratado en el cine, de dar un pago para recuperar algo o alguien preciado que un malvado se llevó por la fuerza. También pudiera evocar al sentimiento de liberar a alguien de un peligro, daño, opresión... Básicamente en todas las acepciones el concepto ligado a "rescate" es "libertad".
Esa libertad puede que fuera la que estaba buscando la dramaturga y directora Fernanda Muslera para sacar, desde lo más profundo, una historia que interpelara a los espectadores.
Luego de Luz negra y El amigo fantasma, Muslera presentó el pasado 7 de noviembre su tercera obra, Rescate a la dama con tutú, un thriller psicológico cargado de influencias cinematográficas combinadas con el inconsciente de experiencias propias y ajenas de la autora.
Sensible, profunda, intensa y por momentos cómica, Rescate a la dama con tutú es, para Muslera, un ejercicio de reflexión y autoexamen.
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¿Cómo surgió la idea de Rescate a la dama con tutú?
Yo venía con varias ideas en mi cabeza, que creo que empezaron a ordenarse cuando vi la película The Misfits, de 1961, escrita por Arthur Miller y dirigida por John Huston, la última de Marilyn Monroe y Clark Gable. Suele pasarme en mis procesos creativos que una película o libro me interpela fuertemente y a partir de ahí yo comienzo a armar mi propio universo. De The Misfits tomé los arquetipos de los personajes y la situación de inicio (dos amigas, una joven, que interpretaba Marilyn, y otra más mayor, conocen a tres hombres que quedan obnubilados por esa fémina con poderes casi de sirena, llena de sensualidad, daño e inocencia). Me planteé que Rescate fuera un espejo distorsionado y siglo XXI de esta película, pero a la vez hubo otras que me influyeron mucho para esta obra, como Viridiana de Luis Buñuel, La dama de Shanghái de Orson Welles, los thrillers psicológicos de Roman Polanski (de hecho defino a Rescate en este género) o el cine de Pedro Almodóvar. El ballet El lago de los cisnes es otra influencia mayor, ya que la protagonista, Renata, es una bailarina de ballet que se va a retirar con esta pieza, y luego surgieron cosas que tienen que ver con el devenir de los tiempos, como el feminismo o la aparición de los movimientos antipatriarcales. Mi separación fue sin dudas otro de los aspectos que se filtran, así como también moldeé algunos conflictos y personajes a partir de experiencias propias o ajenas. De ese cóctel, pero sobre todo de un trabajo sobre el inconsciente, es que surge la obra, ya que mi forma de escribir siempre comienza con el método surrealista de la escritura automática y luego es que empiezo a estructurar.
Es tu tercera obra, ¿qué evolución sentís que ha tenido tu trabajo?
Es difícil ser yo quien lo analice pero creo que en mis tres obras he ido de poco animándome a probar distintas cosas. Luz negra, que fue la segunda que se estrenó pero la primera que escribí, era una comedia romántica con cuatro personajes que transcurría en una misma noche y en un mismo espacio. En El amigo fantasma, eran siete personajes, utilicé el recurso del flashback, y era un thriller. Rescate a la dama con tutú es la más compleja de todas, por la temática, que la hace mucho más ligada a la profundidad de ciertos sentimientos y heridas, y es una obra para cinco actores y una violinista (por primera vez una obra mía cuenta con un músico en vivo), tiene escenas de baile (ya algo de esto hice en Luz negra pero acá ya hay un trabajo de coreografía y una asistencia en ballet, que realizó Lorena Freira), y transcurre en muchos espacios. Es un thriller psicológico además, género por demás complejo, si bien también puede tener toques de humor o una resignificación del melodrama. Entonces respecto a la evolución, yo no sé decir si la hubo o no, eso lo tendrán que decir otros, pero sí creo que hubo una búsqueda y un arriesgarse a probar cosas porque nunca me gustó jugar sobre seguro y creo que el arte tiene que ser un salto al vacío.
¿Qué supone en tu carrera hacer una obra con esta carga emotiva?
Supone un gran desafío y una experiencia muy movilizante. También un gran aprendizaje. Lo que ha aprendido con esta obra, como directora, como dramaturga, como productora también (porque me quedé sin productor y tuve que hacerme cargo de eso) pero también como persona, es incalculable. El trabajo con los actores fue muy intenso y la obra es muy intensa y habla de cosas que salieron muy de adentro, entonces era imposible que no me tocara. Rescate a la dama con tutú, como todas las historias, habla de un viaje de transformación y sin duda esta obra ha sido un viaje de transformación para mí. Más allá de lo que la obra pueda generar, yo sé que hay un antes y un después en mi vida luego de Rescate.
¿Cómo fue la preparación de la obra en este momento tan particular con la pandemia, los protocolos...?
Nosotros acabábamos de empezar a ensayar cuando tuvimos que parar por el tema Covid. Nuestro plan original era estrenar la obra en junio. Después seguimos por Zoom, como pudimos, y luego nos reencontrarnos de forma presencial. No hay protocolos para encima del escenario, porque eso sería el anti teatro, pero sí para abajo, con el aforo reducido y el uso de tapabocas. El proceso de Rescate fue súper intenso, por la temática de la obra pero también por el contexto histórico en el que estamos y por las dificultades que el gremio teatral ha tenido y tiene que atravesar desde que empezó la pandemia. Hacer teatro en este momento, como señala la proclama que se pasa al final de las obras, es un acto de resistencia. En lo personal sentí esa bocanada de vida cuando volvimos a ensayar, fue muy lindo regresar al teatro y juntarnos después de esos meses de encierro. Creo que la pandemia dejó en claro cuán importante es el arte y la cultura en nuestras vidas, de hecho creo que hay pocos aspectos que puedan hablar mejor de un país que su nivel cultural, pero a la vez demostró cuán desprotegidos e infravalorados están los artistas en Uruguay y en gran parte del mundo.
Una vez estrenada, ¿Qué devoluciones has recibido? ¿Era como la imaginaste?
He recibido devoluciones muy lindas y en general la gente me habla de que fue una experiencia intensa. Obviamente no es como en Luz negra, que cuando yo salía a hablar después de la función la gente estaba con una sonrisa de oreja a oreja. Acá salgo y me dicen que todavía están digiriendo las cosas. Y eso está buenísimo porque yo lo que quería era que la obra fuera para el espectador como una montaña rusa emocional y que a la salida no sintiera que Rescate le había dado respuestas sino que lo había interpelado y le había planteado más preguntas.
*Rescate a la dama con tutú se presenta sábados y domingos de noviembre (Sábados a las 21 y domingos a las 20 horas) en el Teatro Stella. Reservas: [email protected] o por WhatsApp al 092153456. Localidades: 400 $ Promociones: 2x1 con El País y La diaria (cupos limitados) y para socios de SUA.
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