Conversamos con Gabino, MC de DosTresCinco

En el principio era el Verbo. Y el ritmo. Porque para el hip hop, lo esencial es la palabra y el beat, y lo demás es cosmética.

Gabino llegó al hip hop en patineta. Por la vía del skate, su otra pasión, hizo el recorrido que un día lo dejó en el 235 de una calle cualquiera de las cooperativas de Punta Gorda, donde hace más de diez años se gestó la banda que el próximo 18 de junio copará la Sala Zitarrosa con Voluntad, su nuevo trabajo (que podés descargar gratuitamente desde la web del grupo).

En aquel apartamento empezaron a juntarse pibes muy jovencitos con intereses comunes, y allí surgieron "las primeras letras, improvisaciones, las primeras bases rudimentarias grabadas en cassette. Todo fue muy entre vecinos, de guachos. De ahí surgió ese interés por hacer música, al mismo tiempo que comenzábamos a escuchar el género, a curtir bandas como Cypress Hill y Control Machete".

De allí también surgieron los primeros trabajos, la presentación en sociedad y el crecimiento que exigió "cada vez más compromiso, laburar más seriamente, tratando de profesionalizarnos, tomando más responsabilidades", dice Gabino.

¿Qué fue lo que detonó el clic para esa toma de responsabilidad?

- El clic no se dio en un momento determinado, sino que se fueron dando señales, respuestas del público. Empezamos a ver que la cosa crecía, daba sus frutos, y nos dimos cuenta de que había que tomarlo aún con más seriedad, y así lo asumimos. No fue un momento puntual, sino que progresivamente fuimos adquiriendo el compromiso.

La escena también cambió mucho, ¿no? En un principio todos los que estaban en el público también tenían bandas...

-Sí, creció bastante. Hoy en día cada banda tiene su público, y todos los grupos estamos laburando a la par. Ya salió de su pequeño círculo para ser algo más popular. Hoy cualquiera tiene acceso a la música, al graffiti. Un poco gracias a los medios de comunicación, que permiten que toque una banda y llene un localcito como cualquier otro género. Antes sí era más un círculo cerrado, y ahora todas las disciplinas están generando su propio público y su propia movida.

Ese auge del hip hop también coincidió con una ‘decadencia' del rock...

-Puede ser. Como que dejó cierta brecha, y hay gente buscando cosas nuevas. Hay, además, bastante apertura cultural, algo que antes no era tan común, y por ahí entramos nosotros. No pasa solo en el hip hop, se da en otros géneros, como en el metal, que todo el tiempo vienen bandas de afuera. Pero sí, capaz que sí, que la decadencia del rock and roll, de la música que era más común acá dio lugar a que se generaran más espacios para estos géneros.

El hip hop uruguayo, en general, y ustedes en particular, tienen buena relación con el rock...

-Sí; nos vinculamos con la música en general. Trabajamos en nuestro propio estudio, donde graban también grupos de reggae, de rock, y tenemos relación con los grupos y la música en sí. Como banda siempre estamos vinculados con otros músicos, tratamos de incorporar instrumentos cuando una canción lo requiere, sea saxo, bajo, flauta... Eso implica relacionarse con gente que está en otros géneros, que por ahí no conoce tanto el hip hop.

¿Y qué los diferencia de los rockeros?

- Nosotros apuntamos a hacer música, y el género que predomina en lo que hacemos es el hip hop, por el formato, por la manera de expresar, de plantear.., El rap tiene un contenido lírico más importante que cualquier otro género musical, me parece. Es muy importante lo que escribe el MC, quien rapea, Y el ‘mensaje' es la vida en sí. Desde ahí podés expresar lo que quieras.

¿Qué es lo que caracteriza a esa comunidad hip hop?

- Característica... el amor por el hip hop. Hay un tema de aspecto visual, estético, que está más bien impuesto y no es del todo así. Muchas veces las marcas imponen una imagen para vender sus productos. Por un lado creo que esa tendencia manipula, ensucia un poco todo, y, por otro lado, también te da un beneficio, porque puede potenciar la imagen de una banda. También es cierto que puede generar un estereotipo; seguro que alguien que conoce la cultura a fondo sabe que no es lo esencial, que no solo es pinta, apariencia, sino que lo primordial es lo que a vos te gusta hacer.

Pintando la aldea (global)

Marcaste varias veces que el hip hop se compone de cuatro disciplinas muy marcadas, y que trasciende lo estrictamente musical.

- Sí, es lo que lo diferencia de los otros géneros. En Uruguay, que es un país chico, las disciplinas están en contacto entre sí, hay contacto entre bandas, DJs, graffiteros, gente que baila... hay un sentido de comunidad global. Y sí, es una diferencia. El rock and roll no tiene su alternativa visual, por decirlo de alguna manera, y el hip hop tiene claramente cuatro protagonistas: el graffiti, el breakdance, el DJ y el MC.

En los comienzos, las primeras bandas locales se apoyaban en los fanzines, publicaciones caseras muy baratas que servían para difundir la filosofía del género, y eso ya no se ve, no hay una expresión que no sea la de la música misma...

- Y no... Hoy en día pasa todo por las redes sociales. No sé si afortunada o lamentablemente, pero es así. Internet manda. La tecnología absorbió todo y lo que no está ahí es como si no existiese. Cuando arrancamos no había explotado todo esto, y fuimos creciendo juntos. A medida que avanzó la tecnología y las comunicaciones fue creciendo la banda, y eso nos beneficia, ya que podemos llegar sin dificultad a gente de todas partes del mundo, donde antes solo llegaban las grandes bandas.

Esa exposición ‘global' es mucho más riesgosa que salir en un fanzine...

- Sí. Siempre decimos que lo que no suma, resta. Hay que tratar de optimizar y de ser práctico en esto, porque todo el tiempo te estás exponiendo. La gente ve absolutamente todo. Sin ir más lejos, el tema del Facebook del grupo es algo delicado. Es la imagen de la banda, tenemos que ser todo el tiempo conscientes de lo que estamos exponiendo. Que la comunicación sea algo tan volátil es una responsabilidad extra, y hay que tener mucho cuidado.

Esa facilidad de acceso, esa ‘democratización' del género... ¿creés que les permitirá integrarse a la cultura popular como un elemento más, o seguirá siendo una cuestión más marginal?

- No lo sé. En Brasil, el hip hop sí puede ser considerado parte de la cultura popular, se respira en el aire. Acá quizá falte un proceso importante como para que sea cultura popular. No sé si pasa por tratar de asemejarse a los géneros o los elementos del patrimonio, como los tambores, por ejemplo... puede ser también que siga siendo marginal a esa cultura popular, pero, en cualquier caso, va a llevar años. La cultura hip hop está fermentando, tiene una vida bastante corta todavía, faltan impulsos.

¿Pudieron hacer que sus viejos escuchen hip hop?

- No escuchan pero respetan, por algún lado les llega. Hay un tema en el que pusimos un sampler de Atahualpa Yupanqui, y a mi viejo, eso lo conmovió. Me parece que está bueno, es como una demostración de lo que te dejaron tus padres. Decir: ‘yo desarrollé esta sensibilidad gracias a mis viejos', y sentir que a mi viejo ahora se le abre la cabeza, y descubre: ‘ah, mirá, el loco generó por este lado', vio que dio frutos su manera de educarme, por decirlo de alguna forma".

El principio es el Verbo. De eso se trata.