"La idea era jugar con esa aparente contradicción. Siempre tenemos la idea de que en un lugar como en el que transcurre buena parte de esta historia, que es un balneario, como que en invierno nunca pasa nada. Que esos lugares están puestos allí para ser disfrutados durante el verano. Y aparentemente nunca pasa nada. Pero ese es el juego que se hace. Es muy uruguayo pensar eso de que todo está quieto. Pero las cosas están pasando de todos modos", afirma a Montevideo Portal el escritor y periodista Fernando Barboza, en el marco de una charla que recorre el proceso de creación su primera novela, En invierno nunca pasa nada.
La novela, que toma lo más típico del Uruguay y del relato del "ser uruguayo", relata cómo el secuestro de una mujer sacude la tranquilidad invernal de Arboleda, una localidad balnearia situada a poco más de 50 kilómetros de Montevideo. La voz que acerca al lector a la historia es la del propio personaje principal, Yamandú Silva, un vecino del lugar y periodista desencantado de su oficio.
En sus idas y vueltas recorre el balneario en busca de respuestas y encuentra la contracara que está muy cerca, apenas cruzando el asfalto de la ruta: un accidente en el que muere un joven y luego un ajuste de cuentas que, en apariencia, nada tiene que ver con el hecho central que narra. Nada es lo que parece ser en un lugar donde la imagen, la necesidad, o tal vez la conveniencia, gobiernan a sus habitantes y mientras Yamandú avanza en la investigación, su vida afectiva sufre un sacudón que llega, ¿por error?, vía e-mail.
"Pensé cómo sería si secuestrasen a una persona que conocía"
Las hojas de la novela de Barboza vieron la luz en agosto de 2015, a pocos meses después de que se diese el caso de la ginecóloga Milvana Salomone, que tanto revuelo generó en la agenda informativa.
Barboza reconoce que "se da la casualidad" de que cuando él escribió la historia, el secuestro de Salomone todavía no había sucedido. Sin embargo, el lanzamiento de su novela se dio cuando el "tema los secuestros" estaba todavía en la mente de los uruguayos.
Pero en la mente del autor, el tema ya había sonado hacía varios meses atrás. "Si fuese a decir qué me provoca pensar en un secuestro, antes que pensar en un asesinato, que es lo más clásico dentro del género de la novela negra, diría que fue algo que pensé como una broma en un determinado momento", apunta el escritor.
"Pensé cómo sería si secuestrasen a una persona que conocía. Y se me ocurrió como dentro de una broma. Después la idea me prendió como algo que era posible en una novela. Y a partir de eso empecé a escribirla", recuerda Barboza.
Al momento de empezar a escribir, Barboza confiesa que "tenía una idea de a dónde quería ir" pero que en el camino se modificaron varias cosas.
"El proceso de escritura fue bastante parejo, que duró un año o un poco menos. Tuve una etapa en la que escribía algo así como un capítulo por semana, a veces más. Obvio que en ese proceso se perdió mucha cosa. Desde el principio tenía claro el nombre del libro y el perfil del protagonista y narrador. Tenía claro cómo iba a ser su amigo. Había situaciones que las tenía muy claras y había cosas que sabía que quería decirlas, y otras que fueron aflorando en el proceso", reflexiona el autor, nacido en Montevideo en 1954.
Novelar hechos policiales
Más allá del secuestro, la novela recorre otros crímenes y también se da su tiempo para dar una "visión particular" del periodismo. Pero ¿cómo es novelar en base a hechos policiales, que tan presentes están en la agenda setting y en el comentario entre los vecinos?
"La información policial tiene cada vez más presencia. Basta poner un informativo en televisión o leer el diario. Y el tema está en la calle también, en el comentario con el vecino. Y por eso creo que el género de novela negra tiene tantos seguidores en el mundo", entiende el autor.
En este sentido, al escribir sobre hechos policiales "uno tiene una responsabilidad en lo que escribe", señala Barboza, pero recuerda que "el marco de la ficción permite alterar y modificar las cosas".
"Incluso lugares; en algún momento pienso un lugar, y necesito alterar el trazado de una calle o una casa, y lo hago sin mucho problema. Pero en general trato de narrar lugares que sean reconocibles", apunta.
Periodismo: ¿"oficio de mentirosos"?
En Invierno nunca pasa nada, el personaje de Yamandú se refiere a su propia profesión como un "oficio de mentirosos". Consultado sobre qué hay de la concepción del autor sobre el periodismo en la voz de Yamandú, Barboza reconoce que "en el fondo" está su visión.
"Seguramente hay una exageración. Pero en el fondo creo en algo de todo eso. Quizás el mayor oficio de mentiroso sea el de escritor y no el de periodista. Pero en el libro sí hay una visión sobre el periodismo, más que una crítica", reflexiona el autor.
Hablar sobre el periodismo no era parte inicial del viaje que emprendió el novelista, pero fue algo que "se fue colando en la historia".
Barboza trabajó en diversos medios de prensa como Tiempo de cambio, Con todo, Asamblea, Mediomundo, Las bases, Brecha y Voces. De esta forma, aunque no solo trabajó en las redacciones, conoce cómo es el sayo que debe calzarse el periodista. Y de eso se aferró para contar la historia que quería escribir.
"Elegí que fuese un periodista porque me resulta más afín escribir como periodista desde el momento en el momento que alguna vez he ejercido la función. De mis amigos, el porcentaje más alto son periodistas", señala.
Así, considera que la voz del periodista "es un traje" que le resulta "bastante más cómodo que el de apelar a un policía, a un detective o un forense, por nombrar algunos de los más clásicos protagonistas de la novela negra".
"El periodista me calza y permite cierta libertad de decir cosas a través de ese personaje que está involucrado en la historia", explica el autor.
Yamandú vuelve por más
Según cuenta Barboza a Montevideo Portal, el persona de Yamandú Silva volverá de la mano de una segunda novela.
"Estoy trabajando en la siguiente novela, también con el personaje de Yamandú Silva. Casi en proceso de terminarse", adelanta el escritor y periodista.
En la próxima ficción, Yamandú seguirá siendo el protagonista y el narrador de la historia, además de conservar su trabajo en la publicación Viernes.
"Si bien continúa el relato con muy poco tiempo de terminada la historia anterior, no retoma esa historia y continúa con otro caso. Lo que sí continúa es la peripecia personal del personaje protagonista", concluye Barboza.
Sebastián Rodríguez | Montevideo Portal
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