Contenido creado por Jorge Luis Costigliolo
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Conversamos con El Pastuso, vocalista de la banda holandesa hispanoparlante ¡Pendejo!

¿Una banda holandesa que canta en español? ¿Un grupo stoner con trompeta? El Pastuso, líder de ¡Pendejo!, dice que sí a todo esto.

11.10.2016 15:13

Lectura: 12'

2016-10-11T15:13:00-03:00
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Jorge Costigliolo | Montevideo Portal
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Por lo general sabemos muy poco (sabemos muy poco de todo), pero Holanda es, si no una geografía, al menos una tierra de mitos cercana a los uruguayos. Fue allí una de las primeras gestas deportivas compatriotas y su capital, con nombre de tribuna, acicateó la imaginación de muchos, Paraíso o Sodoma, a fuerza de coffee shops y zonas rojas.

Ahí, también, algunos uruguayos de bolsillos escuálidos y mordidos por el miedo pudieron encontrar algo de paz durante la Semana del Odio. Jaime Roos y El Sabalero sirven de muestra, pero hay más.

Los uruguayos, en cambio, no hemos sido muy amables a la hora de devolver las gentilezas. Basten como ejemplos la antológica (y merecida) pedrea a los Zinatra, que llegaron a hacerse de nuestras gallinas con su vergonzoso playback en las afueras del Montevideo Shoppping, allá por el 89, o el criminal zapatazo del Pelado Cáceres a Demy De Zeeuw, en la semifinal del Mundial de Sudáfrica. Pero si eso les parece mucho, más la jodieron los argentinos, que le ganaron una final del Mundo y le encajaron una reina.

De Pasto, en cambio, sabemos bastante menos (sabemos muy poco de todo, pero de muchas cosas sabemos menos). Es la capital del departamento colombiano de Nariño, y su equipo más importante, el Deportivo Pasto, supo caer a manos de Defensor Sporting en los dos partidos que disputaron durante la Libertadores de 2007. Además, sabemos que a los naturales de Pasto se los denomina pastusos.

De El Pastuso, entonces, sabemos mucho menos (sabemos muy poco de todo, pero blablá). Nació hace 47 años en un pueblito de Pasto, pero sus padres son holandeses, hijos de la clase media ilustrada y bien pensante, que llegaron a América en los 70 a trabajar en temas relacionados con el desarrollo humano.

Aquí, en América, El Pastuso, que tiene un nombre holandés y que deja afuera de su vida en el rock, encontró algo más que una partida de nacimiento, y que, asegura, lo conecta con su lado salvaje.

El Pastuso está al frente de ¡Pendejo!, una banda de, pongámosle, stoner rock, nacida y formada en Holanda, pero que piensa, canta y siente en español. ¡Pendejo!, que cuenta con dos discos publicados y por estos días llegará a Montevideo * suena "de puta madre", dice el cantante. Una especie de Black Sabbath tercermundista, amigo de las arepas, el porro y las siestas largas, y que incorpora trompetas, tocadas por un mariachi del Infierno.

*


¿Cómo es que unos holandeses terminan haciendo una banda que canta en español?

Mi primo Monchito [Jaap Melman] y yo arrancamos la banda, y ambos tenemos una historia con el continente latino. Yo nací en Colombia, porque mis padres, que son holandeses, estaban trabajando allí en el campo del apoyo al desarrollo. Después nos mudamos a Perú, y viví allí hasta los siete años. De ahí volvimos a Holanda porque mis padres no querían que tuviéramos una educación privada, no querían que creciéramos como la elite de Lima. Nos educamos acá. Desde el momento que mi hermano menor salió de la casa, mis padres volvieron a Latinoamérica, a Ecuador. Pero siempre, en mi casa, hubo esa relación con Latinoamérica. Los chilenos, amigos refugiados, argentinos, siempre había latinos en la casa. Eso siempre fue así. Después volví a Ecuador. Yo soy holandés, mis padres son holandeses y la mayor parte de mi vida la viví en Holanda, pero me ha pegado esa raíz latina. Cuando estoy en el continente hay una parte de mí que puede salir. Como un lado salvaje. Y mi primo igual. Su padre es hermano de mi madre. Él vivió más que yo allí, hasta los 16 años. Colombia, Nicaragua, Costa Rica. Y siempre estábamos hablando de hacer algo en castellano. En mi banda previa ya estaba cantando un poco en castellano, y él tenía una banda muy exitosa en Holanda [ReVamp]. Nunca teníamos tiempo, hasta que en un momento nuestras bandas se cagaron, y ahí arrancamos.

Y desde el inicio decidimos hacerlo en castellano. Por varias razones. La primera, porque esperábamos que nos llevara a girar en Latinoamérica y España. Ese era el sueño máximo. La segunda era que, para mí, era mucho más fácil cantar en castellano que en inglés. Se dice que el inglés es un idioma más fácil, que tiene palabras más breves, pero creo que en inglés ya se ha escrito casi todo. Tú tienes una idea y quieres escribir una letra en inglés, un sentimiento que tienes. Comienzas, finalizas, lo relees, y ves que eso ya se hizo mil veces. Me pareció un poco aburrido así, y más interesante hacerlo en castellano. Y creo que el español es más abierto como idioma. Así arrancamos. Desde el inicio nos enfocamos al público hispanoparlante. Las letras, el humor que le ponemos de vez en cuando, la crudeza, todo eso, aquí no se entiende.

¿No se entiende por el idioma o por la idiosincrasia del holandés?

El sentido del humor tiene su cosa regional, pero además los holandeses no entienden el castellano. De vez en cuando hay algunos latinos en el público, y cantan. Al resto le gusta la música, el sonido, que es algo diferente, pero no entienden. Así es. Pero desde el inicio el enfoque siempre fue el público hispanoparlante, y sobre todo los latinos. En este momento el Moncho no forma parte de la banda. Se retiró hace un año, temporalmente, porque tuvo una hija, abrió un bar, no le queda tiempo para ensayar, girar y todo.

¿El único que habla español ahora sos vos?

Sí (Risas).

Así que sos el más freak en una banda de freaks...

(Risas) Sí, el freak. El bajista intenta hablar. Él canta también, hace coros, y quiere saber de qué estoy cantando, de qué se tratan las canciones. Pero es medio raro. Especialmente cuando tocamos en España o en América Latina, que todo el mundo se mete conmigo, porque soy el único con el que pueden conversar.

¿Es más trabajo para vos?

Sí. De vez en cuando me escapo.

Esta será la tercera vez de ¡Pendejo! en América Latina...

Sí. La primera vez fue en Venezuela, en 2007. Fue unos dos meses después de arrancar la banda. Era mucho trabajo tener suficientes temas para tocar. Después, en 2012, fuimos de gira solamente a Argentina, y dimos un concierto en Paraguay. Fue increíble. Una banda a la que le gustaba nuestra música arregló un concierto. Porque la gente siempre dice "Ah, tienen que venir a México, a Paraguay". Y bueno, sí, si lo pueden arreglar. Y nosotros pensando que nunca se arreglaría, y se dio. Ah, no, perdón: también dimos conciertos en Perú y Venezuela. Pero esta vez tengo la impresión de que está todo mejor organizado. Lamento no poder ir a Paraguay, porque es un país increíble. Es la primera vez en mi vida que voy a ir a Uruguay. Mis pies tocarán por primera vez el suelo uruguayo, y será la primera vez que toquemos en Chile.

¿Es deliberado manejarse con una red de contactos para armar una gira o preferirían que un productor se encargara de eso?

Eso depende. Si un productor gigante se monta y dice "que vengan", y nos paga, y nosotros podemos seguir con nuestra identidad, claro. Si podemos volver a la casa con plata sería interesante, porque varios integrantes del grupo trabajan como freelance, y cuando vamos de gira no trabajan. Es un poco complicado.

¿De qué viven los ¡Pendejo!?

Yo me meto totalmente a la banda. Eso es lo que vengo haciendo los últimos años. El bajista, el Rojo, trabaja en una escuela de música, de rock, como profesor, y es cocinero. El loco Arjan es diseñador gráfico, hace todo. Sabe hacer todo bien. Y el baterista trabaja en algo con ICT, de comunicación informática. Siempre es complicado ir de gira. Si te deja el trabajo, si puedes, si tienes los recursos financieros para hacerlo. Tengo un gran amigo que toca en una banda gótica, y hay muchas bandas así en Holanda que salen al exterior, como After Forever, Within Temptations, que en mi opinión son una mierda. Horribles. Pero él viaja por todo el mundo, bien organizado, y regresa con plata. Está tan bien organizado que llegas en el avión, vas al hotel, luego a la prueba de sonido. Después vuelves al hotel, comes algo, tocas, vuelves al hotel, y al día siguiente al aeropuerto y te vas. Está bien organizado, la plata está... ¿Pero qué has visto realmente de donde has tocado? Solo has visto la tarima, hablaste con algunos fans, y ya está. No hay diferencia entre eso y tocar en Holanda, en Londres o donde sea. Lo que a mí me gusta, sobre todo cuando lo organizamos como lo hemos organizado ahora, es que estás entre amigos. Vuelves a casa sabiendo que has estado con amigos que has echado de menos por tanto tiempo.

Para eso estás en la música, ¿No? El rock debería ser una aventura...

Sí, debería ser así. Mi meta, para la banda, es que podamos comer un poco de lo que estamos haciendo. No tengo la ilusión de hacerlo full time, ni de hacernos millonarios. Para eso tendríamos que hacer otro tipo de música, donde la chance es mucho más grande. Eso es lo que me gusta más: girar con buena gente, encontrar buena gente en la ruta, tener el tiempo de ver dónde estás, disfrutar el paisaje, las ciudades, las drogas. Eso, y crear nuevos temas, que siempre es como hacer un nuevo bebé. Eso es lo mejor.

Tocás la trompeta, que es un instrumento un poco "raro" para la música que hacen. ¿Lo aprendiste como vocación o con esperanza de trabajar con él?

Mis padres siempre decían que había que tocar un instrumento, que era bueno para la formación musical. Mi hermano mayor ya tocaba la guitarra, y yo no iba a tocar la guitarra. Ahora, ¿Qué hace bulla? ¡La trompeta! Elegí la trompeta, pero el problema es que, desde los 7, 8 años, ya era fanático de Kiss. Me gusta la música heavy y así, y muy raramente se escuchaba la trompeta en esa música. Medio frustrado, porque el profesor siempre me ponía a hacer cosas del jazz, o muy clásicas, y nunca me enamoré del instrumento. Tocar era algo que había que hacer, pero nada más. Pero hace unos diez, once años, estaba en un trabajo de mierda. Y habían llegado unos ingleses de otra sucursal en Londres, y nos fuimos a chupar. Y llegué a la casa, medio ebrio y fumado, y a las dos de la mañana me pareció buena idea poner Helmet, durísimo, y ponerme a tocar la trompeta. Seguía los riffs de Helmet con la trompeta, y me pareció de la puta madre. Lo grabé con un grabador para escucharlo el día después. Tú sabes: fumado, chupado, todo parece de la puta madre. Pero al día siguiente lo escuché y dije: "joder, hay que hacer esto, hay que hacer algo con la trompeta". Así que me puse a experimentar con el instrumento en mi primera banda, y con ¡Pendejo! ya estaba seguro de que iba a formar parte del concepto.

¿Qué escuchabas antes de ¡Pendejo!? Porque el stoner es un género más bien contemporáneo, ¿No? Acá en Sudamérica, si no me equivoco, los primeros fueron los argentinos de Los Natas...


Pues el stoner... Si una persona me pregunta qué tipo de música tocamos y tengo que explicarle rápidamente le digo que es stoner. Ahora, aquí, en Holanda, hay muchas bandas stoner. Creo que el problema es que muchas hacen exactamente lo mismo, y eso está bien. Tú vas a un club, hay una banda que toca stoner, me encanta. Pero hay mucho stoner que me parece muy aburrido. En especial el que se hace en Alemania, muy psicodélico. A mí me gusta la psicodelia, pero hay que avanzar un poco también. Eso me encanta de Los Natas, a los que conocí después de que arrancamos ¡Pendejo!. Ahí me puse a buscar más bandas que cantaran en castellano, porque en España casi no había, y los que había no eran muy buenos. Yo no sabía nada, me enteré todo por internet. Lo que está pasando en Uruguay, en Chile, en Argentina. Rock en castellano. El stoner generalmente me gusta, pero no queríamos hacer algo así, aburrido. Así que es más Fu Manchu, y que tiene sus influencias de Helmet. Siempre escuchamos mucho Helmet. Y de vez en cuando alguna cosa punk. No me importa cuál es la influencia, mientras lo que estemos haciendo me guste y sea algo que no se hizo. Creo que es imposible hacer algo sumamente original en el rock, porque casi todo ya se hizo, pero al menos algo diferente, y que disfrutes tú mismo. Te cuento una historia: hace dos años sacamos nuestro segundo álbum, y nuestro mánager estaba en contacto con el gerente del sello Nuclear Blast, y le preguntó si le gustaba lo que hacíamos. Tengo el mail que le mandó. Dice: "Mira, me gusta la música, pero stoner y en castellano es una pérdida de tiempo". Y puede ser que sea así, pero no nos importa. Es por eso que somos "pendejo". Lo hacemos porque nos gusta y no es algo artificial, sale de aquí, de los cojones ¿sabes?

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* ¡Pendejo! se presenta este viernes 14 de octubre en Bluzz Live (Defensa y Daniel Muñoz), desde las 21:00, en el marco del Club de la Muerte Tour, junto a Motosierra (UY), Banda de la Muerte (AR), Austral (UY) e Hijo Agrio (UY). Anticipadas por sistema Tickantel, locales habilitados de Redpagos o Antel y con Tarjetas del Banco República.

Jorge Costigliolo | Montevideo Portal
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