Contrafarsa se volvió a juntar para celebrar el vigésimo aniversario de "El tren de los sueños", el mítico espectáculo que marcó un antes y un después en la historia del género carnavalero. Bajo la dirección musical de Eduardo "Pitufo" Lombardo, y la dirección escénica de Fernando Toja realizará tres funciones, el 1, 2 y 3 de noviembre en el Auditorio Nacional del Sodre de Montevideo, con público. Además, el show del 3 de noviembre se transmitirá por streaming en Recitales App pensando en quienes quedaron sin entradas o se encuentran en el exterior.
En diálogo con Montevideo Portal, Gabriel Melgarejo y Eduardo Rabelino -componentes de la murga- explicaron que viven el reencuentro "con alegría y como una celebración" y resaltan "la vigencia que tiene el espectáculo".
Montevideo Portal: ¿Cómo vienen los preparativos previo a los shows?
Gabriel Melgarejo: Lo estamos tomando como una celebración, independientemente de lo profesional de encarar un ensayo para plasmar un show que se hizo 20 años atrás lo estoy tomando como un disfrute especial por lo que es juntar a la barra para hacer esto. Al ser los 40 años del nacimiento de la murga implica que no solo esté planteado "El tren de los sueños", sino que haya algún otro color de algún otro año de la murga dentro del mismo show. Estamos en un régimen de dos ensayos semanales, el canto sale de la memoria, pero somos físicos 20 años más grandes. Entonces tenemos que adaptar eso, los traslados, acentuaciones y cosas que llevan un poco más de trabajo, pero lo estamos haciendo con mucho gusto y mucho cariño. Hay un clima de trabajo muy bueno y eso creo va a redundar en el producto, sin dudas. Más allá de ver a la Contrafarsa de "El tren de los sueños" creo que se va a notar esa cuestión que está bueno y es importante ver arriba del escenario.
Eduardo Rabelino: Ensayo a ensayo sentís que estás festejando. Nos habíamos juntado una vez después del 13 de marzo por Zoom, nos hicimos los modernos (se ríe), pero en realidad empezamos a ensayar en julio recién. Atrasamos un poco por la pandemia. Nos sorprendió que teníamos mucho más presente la letra, la música, incluso los movimientos, que lo que pensábamos. Después te lleva mucho trabajo, pero estamos en eso. Estamos disfrutando la alegría del encuentro, que siempre pasaba cuando te encontrabas a cantar una vez cada tanto y era muy lindo.
MP: ¿Qué significa para ustedes que se hayan agotado las entradas rápidamente?
ER: Es un incentivo, que uno lo piensa. Lo lindo que sería que se agote y venga la gente. Pero en esta situación que estamos viviendo era como raro. Que alguien te comprara la entrada para dentro de dos o tres meses sin saber muy bien cómo iba a ser.
GM: A mí en particular me pasó que cuando dijimos que lo íbamos a hacer en el Sodre creía que una actuación ya era la frutillita de la torta. Sin propaganda, ya que no hubo más que lo que trascendió en las redes. Ahí tuvimos la sorpresa de que no estaba dando abasto y teníamos que agregar funciones en el marco de la pandemia, en ese momento sin saber cómo iban a ser los protocolos y aforos. La gente iba y compraba. Hay gente que nos dice: "compré entradas para las tres funciones". Yo jamás compraría tres entradas para ver la misma cosa tres días seguidos, pero la gente lo siente de esa forma (se ríen). Está buenísimo, te sorprende y transfiere un grado de responsabilidad importante. No es decir: "nos vamos a juntar a ver qué pasa", tiene que haber un trabajo cuidado arriba del escenario y reflejar aquella foto de hace 20 años en esta actualidad.
MP: ¿Por qué una de sus funciones será transmitida por streaming?
ER: La tercera está programada para ser por streaming, que es la del 3 de noviembre. En principio surge para el exterior, ya que hay muchísima gente a la que se le devolvió la entrada que vive en Colombia, Argentina, Chile, Brasil y no pudieron venir. Ahí fue que la producción decidió hacer el streaming para el exterior.
MP: ¿Qué podrán ver los espectadores en estos shows?
GM: Lo primero que encontramos es la vigencia de aquellos textos que cantábamos hace 20 años atrás con la actualidad. Eso es una cuestión que hasta asusta en algunos momentos. Vas repasando cuestiones y la vigencia que tienen es impresionante. Tiene que haber un toque de traer aquello a la época y que la gente tenga una referencia. Como el tren de los sueños es un hilo conductor que permite introducir otras estaciones permite poder traer otro color de algún otro año de la murga que creo a la gente le va a caer muy bien. El que viene es el hincha o el que está esperando a la murga, esa gente fiel que estuvo siempre con nosotros que va a encontrarse con otras cosas que creemos van a quedar gratamente sorprendidas.
ER: El hincha quiere ver lo mismo, escuchar lo que escuchaba en el disco. Eso va a estar 20 años después con otros aportes que podemos hacer ahora. Creo que va a hacer un espectáculo muy interesante.
GM: Habrá algún elemento técnico nuevo, dentro de ese esquema, que le da algún color al espectáculo. Se está trabajando bien, con la misma plantilla de técnicos, es el mismo cuadro de hace 20 años con los componentes y agregamos a dos compañeros más que no estaban en el 2000 pero son fundadores de Firulete y Contrafarsa, que nos parecía tenían que estar en esa foto.
ER: Son fundadores y salieron muchos años, circunstancialmente en ese año no estuvieron. Por suerte se sumaron. Va a venir gente del exterior, que viva afuera y hacemos el esfuerzo para que venga. La idea es pensar en hacer un show que nos guste a nosotros, por supuesto, pero que el público encuentre lo que viene a buscar.
MP: ¿Por qué creen que tuvo tanto impacto esta presentación del año 2000 y es de las más recordadas?
GM: Creo que el show en sí, sin que nosotros nos diéramos cuenta, marcó un antes y un después en el género. Desde el punto de vista técnico y estético de un espectáculo de murga arriba de un escenario, en el marco de un concurso hubo un cambio importante a partir de "El tren de los sueños". No es una cuestión de que fuese un objetivo perseguido, pero se alinearon un montón de elementos que permitieron montar un show que fue un ícono en ese momento. La gente lo recuerda, conocemos gente que era hincha de la murga y hoy tienen a sus hijos que nunca vieron a la Contrafarsa, pero se saben cuplés. Se criaron escuchando la murga sin que la murga saliera. Ahí hay como un anclaje muy fuerte que vos tenés que respetar, de alguna forma creaste eso y sos responsable de eso que está bueno.
ER. Me ha pasado con chiquilines de 20 años, de la edad de nuestros hijos, en el interior. Yo trabajo en el interior y he conocido muchachos fanáticos de la murga y que nos conocen a todos. Muchachos que a veces no lo vivieron al espectáculo y ya sacaron entradas. Esas cosas pasan. Es un espectáculo que lo disfrutamos mucho, tuvo mucho éxito ese año, ganamos el concurso, y lo seguimos disfrutando. Esto es como un hit porque decís, ¿qué pasó que 20 años después la gente te grita por la calle "arriba la Contra"? Uno se pregunta de dónde sale ese fanatismo, es una pregunta que nos hacemos, más allá de que tenemos algunas respuestas que creemos que serán por eso.
GM. Fue un espectáculo muy cuidado para el que se trabajó mucho desde todo punto de vista: los arreglos, la composición de los personajes, los vestuarios, la estética y la parte técnica. Buscamos una excelencia en materia de show, pero nunca pensamos que fuera tan impactante. Recordamos que en la primera ronda de aquel año se abrió el telón del Teatro de Verano y muchos nos decían que sin cantar la murga ya había ganado. La foto esa que se veía, con esos colores sepia... estábamos rompiendo estructuras. El show tenía todo, cupletero, cuplé colectivo como El recreo donde todos tenemos un personaje. Fue un año redondo, con ese show trabajamos mucho tiempo. Grabamos discos, viajamos al exterior.
ER Eran otras telas, no habría brillo... éramos unos flaquitos parados de hace 100 años, porque se mostraba el principio de siglo. Eran colores opacos, telas de tapicería que se usaron, rayas. Todo cuidado, pero que salía un poco del molde o lo que te tenía acostumbrado el carnaval. Fue un espectáculo global que tuvo un nombre por primera vez, que lo bautizaron. Esto tenía su propio nombre y eso no se había dado. Era una época donde recién empezaba a aparecer la filmación y llegaba algo al interior, no era lo que es ahora. El diario vendía el VHS, era todo visto desde ahora como más casero o artesanal. Hoy 40 años después desde la fundación de la murga nos preguntamos cómo llegamos acá, cómo agotamos tres funciones en el Sodre y no hay explicación para algunas cosas.
GM: Sabemos que van a llegar los primeros días de noviembre y nos vamos a recontra gozar ahí arriba, pero ya estamos disfrutando el viaje este. Está bueno ver a los amigos de la infancia y la barra que nos juntábamos para hacer lo que nos gusta, con algo que en diferentes niveles nos destacamos. Hay compañeros muy talentosos en su carrera artística y otros no tanto, pero más anónimos que en el conjunto fuimos un reflejo y un equipo bien armado.
ER: En la vida de cada uno de nosotros hoy somos grandes, con hijos y nietos, algunos jubilados. Tuvimos distintas carreras más allá de lo artístico, como el Pitufo (Eduardo Lombardo) o Marcel (Keoroglian) que son figuras trascendentes artísticamente, pero cada uno hizo lo suyo con más o menos éxito, pero Contrafarsa es un hito en la vida de nosotros. Sin Contrafarsa yo hubiese seguido viviendo y haciendo cosas, pero sería distinto.
MP: ¿Cómo surgió la idea de volver a juntar a la murga?
GM: Hubo dos productores que llamaron a los referentes de la murga y plantearon una propuesta muy acabada, que resolvimos luego de una consulta general. Se dio para una cuestión muy puntual y concreta juntarse. Eso surgió a fines del año pasado y se fue viendo la potencialidad. Fue algo muy rápido que desencadenó varias cuestiones. Los productores vieron la oportunidad de hacer algo de estas características.
ER: Como todo en el grupo se discute, como se hacía antes con cada espectáculo. Eso hasta hoy está y seguimos discutiendo lo que sí y lo que no. Eso es lo lindo que tiene el grupo, va creciendo, pero mantiene ciertas características que lo hacen para nosotros tan querible. Distinto, pero con características similares que te retrotraen a momentos lindos de tu vida.
MP: ¿Qué le dirían a quienes están expectantes de cara a los próximos shows de la murga?
GM: Creo que se van a llevar una gran sorpresa porque van a ver lo que quieren ver y un poco más de eso. Se van a ir repletos de Contrafarsa de principio a fin. Sabemos que la mayoría de la gente que viene busca eso. Solo si planteáramos "El tren de los sueños" de punta a punta, purito, sin ningún toquecito, se iban a ir contentos, pero va a ser una fiesta y se van a ir colmados.
ER: Que vengan conscientes de que son 20 años después, más allá de las panzas y las canas (se ríen). Es un espectáculo que quiere reflejar la idea de Contrafarsa 20 años después. Ser fieles a ello sin copiarlo exactamente igual, sino con esa pátina que te da el tiempo tratar de adaptarnos, recrear en el espectáculo esa alegría que vivíamos hace 20 años, pero en el 2020.