Dos grandes de la música brasileña, referentes de la bossa nova, regresan a Uruguay el 20 de noviembre para brindar un recital en el Auditorio Nacional del Sodre, a partir de las 21 horas.

Toquinho y María Creuza, juntos, recorrerán sobre el escenario del Sodre gran parte de la historia musical brasileña, que forjaron junto a otros referentes de la bossa, especialmente Vinicius de Moraes. Entre los clásicos de su repertorio se encuentran clásicos como "A Felicidade", "Garota de Ipanema" y "Eu sei que vou te amar", entre tantos otros.

Toquinho fue acompañante como guitarrista de, entre otros, Elis Regina, Chico Buarque (con quien mantiene una amistad desde la adolescencia) y el Zimbo trío. Pero en junio de 1970 su carrera tuvo un vuelco fundamental cuando Vinicius lo invitó a él y a María Creuza a presentarse en La Fusa de Punta del Este con el espectáculo "Vinicius, Toquinho y María Creuza en la Fusa" (la serie de recitales continuó luego en el local de Mar del Plata). De allí surgió la grabación de uno de los mejores discos en vivo que recuerda la música del país norteño.

En el medio de una gira que los lleva también a Argentina, Italia, Francia, Colombia, Japón, España y México, Toquinho y Maria Creuza se tomaron un tiempo para responder algunas de las preguntas de Montevideo Portal.

¿Qué recuerdos tiene de su estadía en Punta del Este?

Toquinho: Hicimos varios shows grandes en Punta del Este en los años 70, con Marília Medalha, Chico Buarque y Maria Bethânia. Fueron increíbles aquellos días. Nos divertíamos mucho con todo el personal de allí y con el glamour de la ciudad llena de sol y de actividades fascinantes.

De su época junto a Vinicius ¿qué fue lo que más disfrutó?

T: Fueron diez años de un trabajo basado en una gran amistad y una disposición constante y ventajosa que redundó en una obra que dignifica la música popular brasileña. Trabajábamos divirtiéndonos, porque siempre colocamos la vida antes del arte. Vivíamos la composición, las grabaciones y los viajes con entusiasmo y alegría, con una complicidad que dejó recuerdos que durarán para siempre. Principalmente aquellos vividos en torno a las charlas inteligentes y descontracturadas. Ese Vinicius amigo es el que permanece con más fuerza.

¿Qué camino hizo su obra desde entonces?

T: Puedo decir que Vinicius de Moraes me consolidó como compositor. Al final, con él, yo comenzaba a trabajar con uno de los mayores poetas y letristas de la música popular brasileña, ya consagrado por muchos éxitos. Dejamos una obra extensa, de más de cien canciones, cerca de 30 discos y más de mil recitales. Todo ese trabajo representó un respaldo fuerte para que yo prosiguiera después de su muerte en 1980. Y continúo aplicando hoy mucho de lo que aprendí al lado del Poeta, con una evolución constante.

¿Cree que Vinicius se está conociendo más ahora que antes?

T: La obra de Vinicius es atemporal. Siempre será respetado y recordado a lo largo de generaciones que aprenden a admirar su poesía y lo consagran como un poeta actual y renovado, porque lo que él hizo no tiene tiempo ni edad.

¿Le sorprende que "Aquarela" siga teniendo versiones y enamore a las nuevas generaciones?

T: La melodía de "Aquarela" fue compuesta en menos de quince minutos en sociedad con Maurizio Fabrizio, un músico italiano. No podía creer entonces que pudiese alcanzar la dimensión de popularidad que tomó, y que se convirtiera en un éxito internacional. La letra es muy larga y su temática es abordada de una forma drástica y realista, pronosticando que en la vida todo pierde el color, tiene un fin. Incluso así, las imágenes generadas por la letra llevaron a una interpretación lúdica, de un contenido inventivo y soñador. La prueba de eso es que se convirtió en una de las canciones más solicitadas por los niños. En fin, "Aquarela" es una canción mágica, de aquellas que sorprenden y encantan, por lo que pronostico que permanecerá un tiempo largo sin decolorarse.

¿Cómo surgió "A tonga de mironga do Kabuletê"?

T: Fue en 1971 en el comienzo de mis colaboraciones con Vinicius. Estábamos en Bahía. La mujer de él, Gesse, llegó a casa y explicó que había oído en la plaza una expresión en Nagô (grupo de origen africano) que significaba un insulto muy fuerte. En aquella época imperaba en Brasil la dura represión de la dictadura. Así que aprovechamos la expresión en Nagô para mandar a todo el mundo para la tonga da mironga do Kabuletê.

¿Qué expectativas tiene en su concierto en Uruguay en noviembre?

T: Siempre me da mucho placer presentarme en Uruguay, desde el inicio de mi carrera. El público conoce mi obra musical y participa de los espectáculos y los convierte en intimistas, como me gusta a mí. No será diferente esta vez, seguro.

¿Qué temas no pueden faltar?

T: Los grandes éxitos van a estar presentes en el repertorio, así como algunos instrumentales en la guitarra. Es el gran placer de compartir el escenario con mi compañera de tantos shows, María Creuza, contando también en este espectáculo con la participación de la instrumentista paraguaya Berta Rojas, con quien también me he presentado últimamente.

María, ¿cómo surge la idea de revivir "La fusa"?

MC: La Fusa estuvo presente desde siempre como el gran referente en la definición de nuestras carreras: un momento único en nuestra trayectoria que nos ayudó a seguir por muchos años con un repertorio conocido en todo el mundo, sin la barrera del idioma.

Los conciertos ya dados revelan la felicidad que les produce estar juntos arriba del escenario; ¿la magia sigue intacta?

MC: Claro, la magia sigue intacta. ¡Y nos encanta!

¿Cuáles son los recuerdos que te quedan de Punta del Este?

MC: Uruguay y Punta del Este marcaron nuestras vidas. Vivimos momentos importantes en nuestros comienzos, en nuestros primeros recitales en La Fusa, que quedaron guardados para siempre.

Cambiando el tema, ¿cómo vivió la crisis política de Brasil?

MC: Un desastre en la vida profesional y personal de todos. Un drástico cambio en el poder adquisitivo de las personas tanto a nivel de público en los teatros como en las producciones, que perdieron auspicios ante tanta corrupción política. Pero poco a poco se siente el optimismo de vuelta, la capacidad de levantarnos y saber que somos un gran país que se retrata extraordinariamente a través de sus manifestaciones artísticas; en nuestro caso, la música que nos une.

¿Cree que Dilma fue perseguida por ser mujer?

MC: No solamente perseguida, pero utilizada por los corruptos que la rodeaban y, lamentablemente, ella no tuvo elementos seguros para cambiar el sucio juego político en el que estaba su mentor, Lula.