Desde el año 2004, el periodista Gerardo Sotelo publica con regularidad columnas de actualidad política y social en el diario El País y en Montevideo Portal. La fecha es coincidente con la llegada al poder del Frente Amplio en Uruguay (así como otros gobiernos progresistas en la región), y aunque una cosa no está relacionada directamente con la otra, la segunda sin dudas "empapó" la agenda de la primera.

Producto de la combinación de esos factores es Mondo Progre, un libro publicado por Editorial Planeta que recopila varios de estos retratos o miradas sobre la actualidad uruguaya. No siempre son artículos políticos, sino más bien "de costumbres", asegura el autor, que admite que la agenda "progre" atraviesa buena parte del libro, aunque no fuera esa la intención al momento de hacer las columnas.

El libro se presenta este martes 14 de agosto a las 19 horas en el Centro Cultural de España (Rincón 629), con entrada libre y gratuita. El autor estará acompañado por Mónica Bottero y Hoenir Sarthou. Para conocer algo más sobre el contenido de Mondo Progre (aunque los lectores de su columna en Montevideo Portal ya están familiarizados su pluma) dialogamos con el periodista Gerardo Sotelo.

Foto: Editorial Planeta

Las columnas del libro son muy variadas, sobre temas de actualidad bastante diversos. ¿Por qué centrarse en Mondo Progre?

Porque el período que abarca coincide con la llegada de gobiernos progresistas, especialmente en Uruguay, y con ellos una agenda de transformaciones e ideas en debate. Releyendo mis columnas encontré que buena parte de ellas se ocupan de algunos de los asuntos que marcaron estos últimos quince años, aunque también hay otro tipo de material menos político.

Teniendo en cuenta que son 13 años de columnas, ¿ese Mondo Progre es la línea temática que las une como libro?

De algún modo sí, pero no era la intención mientras las iba escribiendo. De hecho, uno de los temas que se repite en el libro es la noche de la nostalgia. Algunas de las columnas son, como esas, lo que Mariano José de Larra llamaba "artículos de costumbres". Es un género periodístico-literario que permite ir de la crítica a la crónica o la glosa.

Algunos temas recurrentes en las miradas críticas que recogen estas columnas son el feminismo, las iniciativas de lenguaje inclusivo y la corrección política. ¿Las considerás como las principales amenazas del Mondo Progre?

No. El tema recurrente es la libertad, la lucha contra las ideologías autoritarias, excluyentes, dogmáticas. Si lo miramos desde una perspectiva histórica, pongamos de cien años, veremos que la lucha contra el denominado "lenguaje inclusivo", la corrección política o la ideología de género es sólo la anécdota, la contingencia, como antes fue la lucha de clases, la doctrina de la seguridad nacional, el racismo o el fascismo. Toda ideología que pretenda reducir los conflictos sociales a una explicación simple, única y excluyente, no es más que una emergencia de una ideología autoritaria, contra la que la humanidad lucha desde siempre y a la que felizmente viene arrinconando, especialmente durante los últimos doscientos años. Yo creo que es este tipo de ideología la que genera el mote de "progre", contrapuesto a las verdaderas transformaciones progresistas, que permiten a las personas dejar atrás el dogmatismo, la ignorancia, la miseria y, por cierto, cualquier tipo de discriminación.

La portada mezcla un símbolo de izquierda con uno del capitalismo. ¿Esa incongruencia define lo que es un "progre" para vos?

La tapa es un ícono sincrético, una obra maestra de Silvio Moreira. Muchos progres pretenden hacer convivir a Guevara y Mc. Donalds (dos universos incompatibles) por ignorancia o hipocresía. Pero la tapa es tan fuerte que debería explicarla un crítico de artes plásticas, no el autor del libro.

¿En oposición a "progre" estaría la tribu de los "libertarios", en la que te incluís? ¿Qué define a un libertario?

En rigor, la oposición de "progre" es el rigor intelectual y moral, es el espíritu crítico. Los progresistas pueden ser liberales, socialdemócratas, libertarios, socialcristianos y de algunas otras expresiones de las corrientes ideológicas que han construido la modernidad, aún con diferencias significativas. Yo me incluyo entre los que se criaron escuchando rock and roll y esquivando los palos. Eso nos vacunó contra el dogmatismo y el pasotismo. Quien mejor nos definió fue Pete Townshend, el líder de The Who: pedimos verdad y no auxilio, y señalamos lo que está mal sin pedir sangre para redimirlo.

¿Considerás los gobiernos del FA como "progres" o como "progresistas"?

Ambas cosas. Los gobiernos del Frente Amplio han consagrado cambios profundamente progresistas, de eso que marcan épocas, como la despenalización parcial del cannabis y el aborto, la digitalización universal o el matrimonio igualitario, y han cedido a la tentación "progre", cuyas expresiones más patéticas son el neomoralismo del lenguaje inclusivo, la censura de carteles y chicas con calzas, el manual de educación sexual de Primaria o el encubrimiento de dictadores y líderes corruptos.

Muchas de las columnas que has hecho son sobre temas coyunturales. ¿Hubo alguna contextualización o edición para el libro?

No. Simplemente las seleccionamos (incluyo en esta tarea a María Noel Domínguez, mi esposa) pensando en si valía la pena volver a leerlas cinco o diez años después, y la sometimos a la aprobación editorial de Planeta. El criterio es subjetivo y, como toda publicación que sale al mercado, quedamos a lo que decidan los lectores.

¿Como lector acostumbrás a leer libros que recopilen artículos de opinión o es un consumo que dejás justamente para diarios, portales, semanarios?

Sí, claro, sólo que me da un poco de vergüenza compararme. Algunos de esos libros fueron escritos por mis héroes literarios, desde Tom Wolfe y Umberto Eco hasta Mario Vargas Llosa.