Este viernes, en Lindolfo, Santiago Tavella presentará "Otro Tavella", un espectáculo que tiene el sello del bajista del Cuarteto, y, tal vez por ese motivo, se separa del sonido tradicional de los de Tajo. En realidad, el experimento "solista" ya tuvo un antecedente inmediato en el mes de junio, en la Sala Zavala Muniz, y este show tendrá unas pocas variantes con el recital invernal.
En conversación con Montevideo Portal, Tavella dijo que el espectáculo recorrerá "canciones propias que no tienen el perfil del Cuarteto, con un enfoque más personal, voy desarrollando otro tipo de ideas. También hay algo temas viejos que yo tenía por ahí que hace mucho que no toco". Además, habrá algunos clásicos de El Cuarteto reformulados y pensados para este nuevo formato, más electrónico. Un Tavella solista, pero no solo: el proyecto incluye a Santiago Marrero en teclados, Liz Bohlman en coros, y Gustavo ‘Topo' Antuña en guitarras. Y ese combo le da una soltura para experimentar otras facetas artísticas. "Estuve trabajando a nivel interpretativo; laburé mucho la sensualidad y la seducción. Me da la impresión de que, dentro de la música que se hace acá, hay poco".

Foto: CuartetodeNos.com.uy

Este nuevo proyecto de Tavella recuerda un poco a Los Verduleros de Verdi, una formación que incluía a parte de No Te Va Gustar, y que, durante la década del 90, recorrió el under montevideano con tesón y escaso suceso. Para el músico, esto es ‘como una reencarnación' de aquel grupo. Por ese entonces, la escena montevideana no era como hoy. La grifa del rock uruguayo recién asomaba, las bandas más exitosas peleaban por hacerse un lugar en el ‘maistream' de entre casa, y había poco sitio para asomar la nariz a cosas nuevas. En ese medio se movía Tavella junto a sus Verduleros, pero también aparecía un colectivo artístico apadrinado por él, que, de a poco, iría dando que hablar. Sin falsa modestia se bautizaron Movimiento Sexy, y nombres como Julia Castaño, Martín Sastre y Dani Umpi empezaron a sonar, primero entre la Inteligentzia, para invadir luego radios, boliches y galerías de arte.

Para Tavella, "hubo un trabajo", y fue por eso que aquellos artistas lograron trascender."Me acuerdo de las cosas que estaba haciendo Dani Umpi en el 2000, o lo que venía haciendo Martín Sastre, que me parecían super interesantes, y que nadie les daba mucha bola; incluso hasta hace poco. Hay muchos teóricos o críticos que dicen (y habla con voz meliflua) ‘ay, sí, no sé si eso va a funcionar'", y está funcionando, es evidente. También nos pasó con el Cuarteto una cosa similar, durante mucho tiempo hubo personas que dijeron ‘no sé si esto le puede interesar a la gente'. Creo que una buena receta, que yo estoy siguiendo en este proyecto, es meterle mucho laburo". Trabajar y, además. "producir muy bien. A Martín y a Dani los conozco desde hace mucho tiempo y sé que están todo el tiempo con la cabeza puesta en lo que están haciendo, y por eso les salen las cosas, que son super interesantes, y lo hacen en distintas disciplinas. Creo que ahí se da una cosa muy importante". En este caso, quien mucho abarca, aprieta bastante.

Foto: CuartetodeNos.com.uy

Pero esa combinación de disciplinas, dijo, es "más que una vuelta al Renacimiento, una cuestión más básica, que tiene que ver con que la separación por disciplinas en las artes, decir la música, la literatura, la pintura, la escultura, son cosas arbitrarias, porque en realidad a uno se le ocurren cosas, y va encontrando la manera de plasmarlas. Si uno piensa en los orígenes de las distintas disciplinas venían todas medio enganchadas entre sí. Pensás en los orígenes de la literatura, y eran cosas creadas para alguno que las fuera cantando por ahí. El teatro siempre tuvo un contenido visual, literario y musical, y ahora se piensa que Fulano es músico, Mengano escritor, Perengano es artista plástico, y si uno hace muchas cosas dicen ‘ay, no, eso es muy difícil'. Me parece que, al plasmar una idea, se puede ver desde distintos puntos de vista. En estos espectáculos que estoy haciendo trabajo mucho la parte visual, de proyectar cosas mientras se ejecutan las canciones. Creo que son cosas que van de la mano, y no veo que sea más difícil, al contrario. En realidad, cuando hay una idea de fondo, eso se hace fácil".

Y ese trabajo de obrero dio sus frutos, porque "el gusto evoluciona, y, en la medida que se desarrollan cosas, hay crecimiento. Recuerdo que con Los Verduleros hicimos una cosa muy insistente, y la vio muy poca gente, y ahora, encarando esta otra cosa, se ve que hay otra repercusión. Hay como un estereotipo de la mentalidad uruguaya, de su identidad, que no tiene nada que ver con esto, pero evidentemente no es la única sensibilidad que hay en el Uruguay, eso que tenemos asimilado que somos de perfil bajo, que vestimos colores de medias tintas y cosas así; somos más que eso. Que hoy en día estén funcionando estas cosas nos enriquece, salimos un poco de suponer que sabemos hacer sólo una cosa".

Escuchá un adelanto