Por Gerardo Carrasco
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Entrevista y Fotos: Gerardo carrasco/Montevideo Portal
Si bien el erotismo en la literatura está lejos de ser una invención reciente, en estos últimos tiempos se produjo un fenómeno global que redimensionó y dio nuevo impulso al género. Ese fenómeno se llama "Cincuenta Sombras de Grey", una trilogía sado-erótica nacida de la pluma de Erika Leonard James, una londinense de mediana edad que un buen día comenzó a volcar en la web todas su fantasías sexuales, sin sospechar que de la noche a la mañana se convertiría en el fenómeno de ventas más grande en lo que va del siglo.
Calificada como "porno para mamás", la trilogía generó un mercado de mujeres ávidas de más páginas excitantes, e impulsó a otras a escribirlas.
En esta región del mundo, hay dos autoras que han incursionado en la temática, y el público femenino les ha respondió de un modo superior a sus mayores expectativas. Se trata de la argentina Fabiana Peralta y la uruguaya Maribel Ruggieri, quienes días atrás coincidieron en Colonia del Sacramento, convocadas por la Editorial Planeta, que ha aceptado el desafío de publicara a ambas.
En el romántico marco de la ciudad más antigua del país, Montevideo Portal dialogó con Ruggieri acerca de su literatura, el impacto del éxito en su vida personal y sus proyectos a futuro
A la sombra de las sombras
"Yo no era lectora de novelas eróticas. De hecho, ni siquiera era lectora de novelas. Leía mucho de psicología, que es mi carrera, y leí los libros de E. L. James por curiosidad, porque era algo que todo el mundo estaba leyendo, y me impactó de tal forma que me decidí a intentarlo", explica la autora.
"Ella es una mujer común, que tenía un blog donde volcó sus fantasías eróticas, y yo tengo las mías, así que lo hice. Comencé en el blog, subiendo capítulo tras capítulo, y empecé a invitar a las lectoras del género en la web. les decía 'vengan chicas, que tengo una novela parecida' y así las convocaba", cuenta.
Por ello, puede decirse que su primera novela, llamada "Por esa boca", funcionó precisamente por el "boca a boca", en su actual versión 2.0. Dicha obra, que Ruggieri considera como una "fan fiction" de Cincuenta Sombras de Grey, atrajo a su blog diez mil vistas en un mes.
"Luego pasó algo que no me esperaba: las lectoras de España y Argentina tomaron mí sueño de publicar esa novela como propio, y comenzaron a bombardear a las editoriales con solicitudes", hasta que un sello argentino decidió recoger el guante. "Ocurrió lo mismo que le pasó a la autora de Cincuenta Sombras, me pidieron que sacara todos los capítulos que había en el blog, y me
ofrecieron un contrato", recuerda.
"Lo que más piden es que pase ya la primera vez, eso lo piden con desesperación. Y cuanto más me piden, más lo postergo". | |
Con una ayudita de mis amigas
Esta suerte de "militancia" o vínculo de apoyo entre las lectoras de literatura erótica actual y sus autoras, es habitual en el rubro. "No sólo me pasa a mí, creo que el género trae eso, es un beneficio colateral del boom erótico y es lo más disfrutable", apunta la autora, quien destaca que ese apoyo incondicional de las lectoras "es lo más grato de todo este experimento".
La militancia de estas lectoras es a veces muy intensa, al punto de que la argentina Florencia Bonelli, afamada escritora del género, las llama cariñosamente "mis talifanas".
En el caso de Ruggieri, sus fans no se han limitado a recomendar y replicar su obra, sino que han elaborado afiches, banners y fotomontajes sobre sus libros. Similar situación vive Fabiana Peralta, quien cuenta que una lectora hizo por su cuenta un booktrailer muy profesional para uno de sus libros.
La uruguaya, que continúa apelando al blog en cada nueva novela, asegura que la participación de su público es de gran importancia en el desarrollo de sus textos.
"Voy publicando en el blog hasta que le encuentro el nudo a la narración, y obtengo la certidumbre de que eso se va a convertir en una novela, entonces dejo de postear y sigo escribiendo en silencio. Pero hasta ese momento me voy nutriendo de esa participación de las lectoras", destaca la novelista, quien detalla que "lo que más piden es que pase ya la primera vez, eso lo piden con desesperación. Y cuanto más me piden, más lo postergo (ríe). Lo otro que siempre quieren es que mate a la 'villana', la antagonista de la 'heroína' de la historia".
Sin embargo, no todo son rosas cuando alguien se expone en la red.
"He recibido alguna propuesta indecente, he tenido que lidiar con algún que otro acosador o acosadora", admite la narradora. "Yo escribo bajo seudónimo y eso me permite mantener mi rol de escritora algo alejado de mi vida personal. Ahora que el fenómeno se está haciendo más popular, tendré que acostumbrarme un poco a que me conozcan, pero en general mi entorno no se entera demasiado de esto", explica.
Lo que está en mi corazón
Maribel, una mujer fuerte y frágil a la vez y que busca un nuevo rumbo a su vida, es la protagonista de "Entrégate", la nueva novela de Ruggeri que fuera publicada tiempo atrás en España y que acaba de salir en el Río de la Plata. Su partenaire es Franco, un abogado de carácter recio, mirada azul y libido bien dispuesta.
A la hora de componer tales personajes, la autora admite prodigarse. "Hay mucho de mí en ellos, no sólo en la parte erótica, sino en todo lo demás", señala, aclarando que sus relatos no son sólo eróticos. "Son historias de amor con erotismo, que no es poco", afirma.
De hecho, las descripciones de escenas de sexo están lejos de ser hegemónicas en sus libros. Esto sucede porque en la redacción de los mismos aplica una fórmula "que consiste en la suma de tensión sexual adictiva, acción sexual más intensa que extensa, más una historia de amor que lo justifique todo".
Palabras más, palabras menos
La aceptación de la literatura erótica por parte de la sociedad ha variado según los tiempos, así como el lenguaje que se le "permite" o no emplear.
"Cuando yo era chica había una clara diferencia. Por un lado estaba la novela romántica y por el otro la erótica, que era llamada pornográfica. Una se leía en público, y la otra a escondidas y forrando las tapas del os libros, que generalmente mostraban hombres musculosos", puntualiza.
"He recibido alguna propuesta indecente, he tenido que lidiar con algún que otro acosador o acosadora" | |
En la actualidad "hay una mixtura, se ha fusionado la novela romántica con la erótica, y el lector puede enterarse con todas las letras de lo que pasa después del beso".
Y así como el escritor portugués Fernando Pessoa advertía que "haber tocado los pies de Cristo no justifica los errores de puntuación", la tensión sexual no sería excusa para un lenguaje vulgar.
"Es complicado lograr el equilibrio", reconoce la autora. "Generalmente escribo las escenas de sexo con la 'intensidad' correspondiente, y luego al corregir modifico los términos", explica.
"Mi fórmula para describir la acción sexual consiste en disecar la imagen. Luego le doy vueltas y la abordo con todos los sentidos. En definitiva, soy un poco voyeur, transmito lo que veo, aunque sea en la imaginación".
Como un guante de seda forjado en hierro
Las escenas de sexo entre los protagonistas de "Entrégate" alternan la ternura con la brusquedad. En sus momentos íntimos, Franco y Maribel a menudo cambian las caricias por forcejeos, apretones y mordiscos, al punto de que en alguna ocasión la sangre mancha sus labios. Al parecer, esta cuota de íntima brutalidad es ingrediente bien recibido por el público.
"Creo que les gusta leer eso, que dentro de nosotras hay un componente sumiso que no estamos dispuestas a reconocer, pero es ahí donde queda en evidencia", apunta.
"Pero esa sumisión que ocurre en la intimidad, no tiene por qué reflejarse en la vida, de hecho, tanto Franco como Maribel son personajes muy fuertes. Sin embargo, entiendo que ese toque de brutalidad es necesario, al igual que otros tantos componentes de la novela, como por ejemplo el humor. No debe haber novela erótica que no tenga escenas de humor, y lo mismo ocurre con la ternura".
"Ese toque de brutalidad es necesario, al igual que otros tantos componentes de la novela, como por ejemplo el humor. No debe haber novela erótica que no tenga escenas de humor". | |
Para la autora, la redacción de una novela erótica requiere el manejo adecuado de variables diversas "y no solamente el morbo". En ese sentido, recuerda que "cuando publico adelantos de mis novelas, pueden incluir pasajes sexualmente explícitos o bien momentos de ternura, y las lectoras disfrutan ambos por igual".
De golpe y porrazo
Las inclusión de escenas violentas o prácticas sadomasoquistas en las novelas eróticas ha sido abiertamente criticada por colectivos feministas, así como el ya mencionado rol de sumisión que en algunos casos cumplen las mujeres en dichos relatos, dominadas por hombres fuertes, exitosos y generalmente adinerados.
A mediados de 2012, la organización británica Wearside Woman in Need, que lucha contra la violencia de género, intentó promover una quema masiva de ejemplares de Cincuenta Sombras de Grey. Las activistas pretendían demostrar así su descontento ante un libro que, en su opinión, presentaba la violencia hacia la mujer como algo sexy, y lo describían como "una historia donde un multimillonario opresor azota a una joven virgen con un cinturón".
Aunque sin llegar a hablar de hogueras, Ruggieri reconoce haber sufrido cargos similares
"Sí, a las autoras del género nos acusan de machistas, de promover estereotipos y de muchas otras cosas. Yo lo que tengo claro es que con esto no estoy para educar ni para cambiar la sociedad: yo estoy para entretener, y ese entretenimiento lo consume quien quiere, y quien no quiere no lo hace. No me siento culpable", asevera.
No obstante, reconoce que "si puedo aprovechar y tocar algún tema sensible, lo hago. Tengo novelas ya escritas y que van a ser publicadas, donde aparecen temas como el cáncer de mama, o los ataques de pánico. Incluso en el caso de 'Entrégate', la protagonista es una mujer con muchos problemas, y que termina por destacarse por su resiliencia, su capacidad para comenzar de nuevo después de cada golpe de la vida. hay un mensaje que llega quizá sin que yo lo busque, y que puede que no sea el centro de la novela, pero si alguien lo encuentra y le resulta útil para su vida, está perfecto".
El reverso del Club de Tobi
La característica más notoria de este nuevo boom de la literatura erótica, es que se trata de un fenómeno protagonizado por mujeres escritoras, que relatan sus historias para mujeres lectoras. Los hombres, parecen quedar completamente al margen.
En ese sentido, Ruggieri recuerda que en tanto en su blog como en las redes sociales donde ella y sus lectoras interactúan, es muy rara la presencia masculina. Además, los pocos hombres que asoman no lo hacen alentados precisamente por motivos literarios, sino cual predadores que hubieran venteado la presencia de eventuales presas.
Similar situación vive Fabiana Peralta, quien acabó por formar un grupo cerrado en Facebook para que tanto ella como sus lectoras pudieran franquearse y conversar sin inhibiciones, lejos de miradas masculinas.
Para la uruguaya, la preferencia de las damas y la indiferencia de los caballeros ante estas novelas, tiene su origen en el distinto modo en que unas y otros observan el mundo.
"A las autoras del género nos acusan de machistas, de promover estereotipos y de muchas otras cosas. Yo lo que tengo claro es que con esto no estoy para educar ni para cambiar la sociedad: yo estoy para entretener" | |
"Creo que las construcciones que se dan a través de la lectura son únicas, y diferentes a lo que se pude lograr mediante lo visual y la propia vivencia. Las mujeres elaboramos nuestra propia fantasía a partir de lo que leemos, en cambio los hombres son más visuales, por lo que no siempre se detienen a hacer esa interpretación o apropiación, simplemente deciden si les gusta o no. Las mujeres en cambio, relacionamos lo leído con nuestro pasado, nuestras experiencias y expectativas. Por eso, dentro de la cabeza de una lectora, la historia cobra dimensiones que no necesariamente están en el libro", teoriza.
Bien de acá
Gracias a la ya descrita militancia de sus lectoras, y a eso que solemos llamar globalización, la nueva novela de Ruggieri tuvo su primera edición en España, y su buena aceptación por parte del público hizo que se decidiera publicarla también en Argentina y Uruguay, cosa que acaba de ocurrir. Ante ese desembarco, la autora confía en que sus compatriotas recibirán bien la obra.
"Creo que les va a llamar al atención que haya una nueva escritora erótica uruguaya", aventura. Asimismo, entiende que la obra despertara interés porque "el público uruguayo tiene una gran pacatería pero también una gran curiosidad, y aunque sea para criticar, lo va a leer".
En cuanto al modo en que su entorno personal vive su éxito como narradora erótica, las reacciones han sido encontradas.
"Mis padres con mucho orgullo, mi hijo prefiere ignorarlo y muestra indiferencia total, mi esposo lo sufre", enumera risueña. En mi entono cercano, como el de mis compañeros de trabajo, se vivió como una gran sorpresa, fue como si se abriera una caja de Pandora, y algunos malinterpretaron la situación, pero en general lo que primó fue el apoyo".
Luces calientes
Mariel tiene 42 años, es casada, tiene un hijo y lleva una vida "normal", circunstancia que podría asombrar quienes creen así como un escritor de novelas se suspenso debe ser detective o criminal, y que una autora de novelas eróticas debe llevar una vida disoluta y libertina, como diría un moralista de la vieja escuela.
"Llevo una vida muy convencional y me encanta. Sin embargo, no creo ser capaz de escribir otra cosa que no sea literatura erótica. Tengo una formación en sexología que hace que estos temas me salgan con fluidez", dice.
"Las mujeres elaboramos nuestra propia fantasía a partir de lo que leemos, en cambio los hombres son más visuales". | |
Y si bien no lleva la vida que plasma en sus personajes, es posible que algunas de sus lectoras esté haciendo algo así. Muchas me han contado que a partir de a lectura se han redescubierto como mujeres sensuales e incluso han adoptado juego sexuales y se los han propuesto a su pareja, y lo han pasado muy bien", relata.
A modo de ejemplo, recuerda un pasaje de "Entrégate", donde la pareja incorpora una linterna a sus juegos sexuales.
"Las ventas de linternas deben haber subido", ríe la autora. "Me han pedido la descripción exacta para comprarla, y esa descripción no existe, es algo que yo inventé sin un modelo en particular, pero quieren tener una igual a la que aparece en el libro", refiere.
Asimismo, explica que a menudo las lectoras les obsequian a las autoras juguetes sexuales.
Por la boca muere
A contracorriente de la moda imperante, "Entrégate" no se transformará en trilogía, saga ni nada parecido.
Sólo hay una especie de epílogo de la novela, unas sesenta páginas donde Franco, el protagonista masculino de la historia, aporta su visión de la última parte del libro, y allí hay algunas sorpresas", explica.
La que sí tendrá segunda parte es su novela anterior, "Por esa boca" , que se saldrá en junio también por planeta y se llamara "Morir por esa boca".
"En realidad era un solo libro muy extenso que se dividió en dos partes, pero sin dejarlo inconcluso, porque todas mis novelas tiene finales felices. La primera parte culminó con la boda de los protagonistas, y en esta segunda se trata la vida matrimonial y aparece un nuevo conflicto", expresa.
Luego verán la luz otras tres novelas, llamadas "Dame más", "Nada prohibido" y "Atrévete". Las dos primeras ya están terminadas y la tercera se encuentra en "fase de blog".
En esta última obra" por primera vez me voy a animara jugar con un trío, pero no enmarcado en la promiscuidad, sino en un triangulo amoroso con motivaciones muy fuertes para sostener esa relación".
Su último saludo en el escenario
"Atrévete va a ser mi última aparición como novelista, no voy a escribir más novelas", sostiene. "Esto tiene fecha de caducidad y techo. Mi actividad principal es mi trabajo bancario, que es algo que disfruto mucho. Mi vida familiar y mi trabajo son prioridad" añade.
Por Gerardo Carrasco
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