Con Marcelo D2

Se dice, y suscribo, que la mayoría de los adolescentes de 13, 14, 15 años, empieza a rascar la guitarra y a borronear cuadernos con versos imposibles con la finalidad exclusiva de levantarse minitas. Marcelo D2 (nacido en Rio de Janeiro en 1967 y bautizado como Marcelo Maldonado Peixoto) puede ser la excepción. A los 13 años "tenía intención política". Sus textos, manifiestos cargados de rebeldía y rabia punk, tenían el destino irreversible de convertirse en canciones. "Me consideraba un artista que escribía poesías", dice.

Al frente de Planet Hemp, entonces dio vida y dio vuelta al hip hop sudaca, y eran los más latinos y los más americanos que vio la región, y también los más internacionales. "Veíamos un camino de opresión, de puertas cerradas, y nosotros nos rebelamos". Ese impulso juvenil duró algunos años, varios discos, giras, y reconocimiento. Y luego, el final. "Planet Hemp fue muy importante para mí", cuenta, pero sentí que tenía que tomar otro camino".

Y lo que antes se insinuaba, se desveló por completo en su faceta solista. Marcelo D2, sin querer, le puso la firma a la fusión del hip hop y el samba. "Se dio muy naturalmente. Buscaba, siempre busqué, algo que fuera al mismo tiempo regional y universal. Una música que me permitiera comunicar mis pensamientos a todo el mundo". Antes, recuerda, "hubo otros, como Raimundos, Chico Science & Nação Zumbi, esas bandas hablaron mucho de su región, y sin embargo son universales. Unos se mezclaron con el hardcore, los otros con el rock", pero todos iban tras esa máxima del realismo, de pintar la aldea con los más vivos colores.

"Capaz que es un cliché, pero la música es universal. No importa la lengua, la gente escucha música de Estados Unidos y no entiende el idioma, pero le gusta igual; pasa lo mismo con las canciones en portugués. Y además, los problemas de la gente son más o menos los mismos en todas partes".

A fuerza de grandeza el universo a veces queda chico y deja fuera al vecindario. Pulso punk, ecos africanos, tam tam amazónicos, beats angloparlantes y sin embargo Brasil, tan de espaldas al Río de la Plata. "No entiendo por qué, pero es cierto", reconoce. "Las distancias no son tan grandes, y demoré mucho en ir a Montevideo, a Buenos Aires. No sé por qué, pero es cierto que en Brasil conocemos poco de la cultura rioplatense, y sin embargo sabemos de la realidad de Europa y Estados Unidos".

Marcelo D2 es hip hop, samba, reggae, funk, rock and roll y más. Espíritu rebelde y canciones con swing para bailar y letras que embriagan como cannabis o duelen como cross a la mandíbula. Siempre, y cayendo por una vez en el lugar más común del telediario, un canto a la libertad.