Hermanos Brother es una de esas típicas bandas armadas por un grupo de amigos para darse el gusto de tocar unos covers. Formado hace cinco años, en el grupo despuntaban el vicio integrantes de Hereford y Snake, y le sacaban lustre a canciones de Pearl Jam, Nirvana y Metallica. Claro que eso fue hasta que uno un día apareció con una letra, otro presentó una melodía y la bola de nieve no se pudo parar. En 2012 sacaron su álbum debut, (Subeybaja, independiente, de descarga libre desde este enlace), un compendio de canciones amasadas entre funk caliente, metal, grunge y rock setentoso, y este 2 de agosto llegan a la Zitarrosa para mostrarse en formato acústico.

 

Pero hay un antes: hasta fines del año pasado, Frankie Lampariello era el bajista de Hereford, uno de los grupos con más rodaje del rock local, y miembro de una cofradía que parecía indestructible. Hasta que un día pasó: el calor de enero tomó por sorpresa a los que se desayunaron con la noticia. "Año nuevo, vida nueva", dice Frankie, y adiós Hereford. Y por ahí arrancó otra historia.

 

"Yo venía con ganas de dejar el grupo desde setiembre", cuenta. "Claudio Picerno (su mánager) ya se había ido en setiembre, él ya me había informado que no trabajaba más para nosotros. Teníamos que cumplir con algunos shows que había arreglado, y le dije a los demás que tenía intenciones de irme de la banda. ‘Ah, qué cagada, nos separamos' y yo qué sé, y quedamos con el compromiso de hablar, de conversar del tema, y nunca se daba, y quedó por esa. En medio, como Claudio no arreglaba más toques, y lo hacía yo, cayeron tres, cuatro recitales, y decidí que, como iba a quedarme hasta marzo, iba a seguir tocando hasta el final, y el 2 de enero dije ‘año nuevo, vida nueva', hablé con ellos, les informé que me iba. Nada grave".

 

¿Fue doloroso desprenderte de Hereford?

 

Cuando hicimos el último show, en marzo, me bajé llorando. Me tuve que encerrar en el baño del camerino, de la vergüenza. Hereford fue una etapa divina, con tres hermanos con los que estoy seguro de que vamos a volver a tocar. Hubo mucho cansancio. 2012 fue un año de muchos cambios para todos, los cuatro teníamos otros proyectos. Como que dejamos de darle bola a la banda, y que eso, como parte de producción del grupo, me jodía un poco a mí.

 

Hereford dejó de ser esa prioridad de la que siempre hablaban...

Para mí lo seguía siendo, pero está bien. La gente va madurando y cambia, por algo se separan las bandas. Por suerte a nosotros nos tocó hacerlo en buenos términos, somos amigos, no terminamos peleados, calientes el uno con el otro. Al principio hubo cierta tensión por la forma en que yo publiqué en Facebook que dejaba el grupo, ellos habrían preferido algo más ‘oficial', pero a mí, en el momento, me pareció que el que se separaba era yo, y era yo quien tenía que dar la cara. Ahora pensándolo en frío, tal vez hubiera cambiado algunas cosas, capaz que lo hubiese hecho de otra manera.

 

Que el letrista no se olvide

 

¿Y entonces empezaste a priorizar Hermanos Brother?

 

Y, más o menos. La banda sonaba, nos dábamos cuenta, teníamos terrible feed back de la gente. En determinado momento, Miguelito (Bestard) empezó a traer temas, yo tenía alguna letra, organizábamos las canciones, las llevábamos al ensayo, le agregábamos alguna otra cosa, y empezaron a salir temas como chorizo, de una manera increíble. Entonces nos dimos cuenta de que Hermanos Brother era para tomárselo en serio. Sacamos este disco (Subeybaja), y puedo decir, sumando a los de Hereford, que es uno de los mejores discos que grabé, tanto como músico como compositor. Todas las letras son mías, y algunas músicas o partes de las canciones también. En Hereford, la mayoría de las canciones eran de Chirola (Diego Martino)

 

¿No hacías letras antes?

 

No, nunca antes había escrito canciones. En Hereford era complicado, y no porque lo complicara el grupo. No te das una idea la calidad que tiene Chirola para sacar temas. El tipo de repente hace tres notas, empieza a cantar, y ya te hizo un tema. Yo no tengo esa facilidad, soy lerdo. Soy hasta vergonzoso para presentar temas, y entonces es muy difícil, cuando estás con una persona como él... eso me cohibía, totalmente. Es un defecto, lo sé, pero soy bastante cagón a la hora de escribir una letra... y empecé de casualidad. Empezamos a juntarnos con Miguelito, y empezamos a darnos manija entre los dos. De repente, en ese momento, que para mí era complicado, me salían letras de la nada. Vivencias que tenía, túcate, las encajaba. Nunca me había pasado que me fluyera tanto la parte lírica. Y ahora sigo: estamos componiendo de nuevo, y antes de venir acá escribí una letra, y ayer hice otra, y otra cinco días atrás.

 

¿Pasás todo el día pensando en música, en canciones?

 

No, pero vivo para la música, sí. Si un día me la sacan, me muero. Tengo un estudio de grabación y vivo de tocar. Esa es mi vida. Toda mi vida quise ser músico, lo sabía de chico, quería tocar. Bien, mal, no importaba, yo quería hacer esto. Y me fascina. Sé que algún día se va a tener que cortar, ojalá que pueda tener una cabida, no quiero ser un viejo de 70 años y me vayan a ver dos personas. Creo que tenés que darte cuenta y ver dónde estás parado. A cierta edad, mucha gente empieza a producir bandas, y a mí eso todavía no me picó. Quiero producir MI banda, lo que yo hago. Por ahora no me interesa hacer el laburo con otro grupo.

 

¿Te bancaste el síndrome de abstinencia de tocar?

 

Fue bravo. Yo seguí todo el tiempo tocando covers, pero no es lo mismo ir a tocar a un lugar lleno, donde la gente está cantando tus temas, a pasar a tocar a un pub para 50 personas haciendo canciones de otras bandas. No es lo mismo, pero el sentimiento de estar arriba de un escenario es gratificante. Eso es lo que me mueve a la hora de hacer estos proyectos y tocar.

 

Está bien, te sacabas las ganas de tocar, pero...¿el ego? Porque con Hereford ya tenían un público, y no es lo mismo empezar de cero a los 20, 25 años, que a los 40?

 

Una vez leí algo que dijo George Clooney, y es que por suerte se había hecho famoso a partir de los 30, porque si le hubiese pasado antes hubiera sido insoportable. Yo no me hice famoso, pero sí ‘conocido', al menos en el ambiente del rock. Si eso me hubiese pasado a los 19, 20 años, capaz que tenía una película tremenda. Igual todos los músicos tenemos nuestro ego. Eso del músico recontra humilde no existe. Todos tienen su cosita... Ojo, mi ego no es ‘quiero un sillón blanco en el camerino', pero me gusta tocar con equipos que suenen, que haya monitores, que se respete mi laburo.


Born in the U.S.A

Frankie Lampariello nació en Estados Unidos, pero su vida es acá. En 1992 probó el regreso a la tierra del Norte, pero las faldas y el corazón lo trajeron de vuelta. "Me fui a probar suerte, a ver qué pasaba, y no me fue mal", dice, pero se volvió cuando se enteró de que su novia de entonces (hoy su mujer) estaba saliendo con otro. "Eso me partió al medio y me vine. Ojo, yo también había andado con otra mina, no era un santo". No en seguida, pero no mucho tiempo después, y luego de cuestionarse si seguir tocando, Hereford estaba en marcha.


¿Te arrepentís de no haberte quedado en Estados Unidos?

 

Me acuerdo de una frase de los Butthole Surfers, que escuché cuando era pendejo y me quedó grababa a fuego: ‘prefiero arrepentirme de lo que hice que de lo que no hice'. Y generalmente traté de hacer lo que quise, dentro de lo posible y de las cosas normales. No me arrepiento de las cosas que he hecho: son vivencias, algunas salieron bien, otras no, pero tenía que hacerlas. Si no las hacés, nunca te vas a dar cuenta de qué es lo que puede pasar después, las reacciones en cadena que puede haber. Si me hubiese quedado en el laburo en Estados Unidos, capaz que ahora estaría viviendo en Morristown, pelado, con una de esas típicas familias americanas. No lo sé. Por suerte no me puedo quejar: he tenido una vida normal, como tiene todo el mundo. Mucha gente me dice ‘loco, mata lo que hacés, que puedas vivir tu vida', y no, loco, mi vida es como la tuya. He tenido problemas maritales, con mis hijos, con mis viejos, de salud, económicos. La diferencia es que yo tengo una banda y vos laburás en otra cosa, gratificante o no. Pero yo soy una persona normal. Con Hereford me decían ‘eh, sos mi ídolo', y las pelotas, ídolo es un tipo que cura el cáncer, eso es un crack. La Madre Teresa de Calcuta es un ídolo, gente que dedica su vida a ayudar a otros. ¡Yo toco, vo! Capaz que alguna vez te toqué el corazón, pero mi función es entretener.


Pero alguna vez habrás conmovido, tocado una fibra...

 

Me pasó con la canción ‘Emilia'. Una vez me llama la madre de Guzmán (Mendaro, guitarrista de Hereford), para decirme que una señora quería hablar conmigo, una conocida de ella. Esta señora me llama, me cuenta que se llama Emilia y que, hacía muy poco, había perdido a su hija. Se quería matar, y escuchando la canción se sintió fuerte. Hizo como hacemos todos, que escuchamos una canción y la hacemos propia. Para mí eso fue algo sumamente emotivo, se me caían las lágrimas, me emocionó, salado. Que te digan que una canción tuya ayudó a alguien que estaba pasando mal, que se quería matar, es muy fuerte. Creo que con eso ya está, te gratifica de una manera enorme, y no hiciste nada. Cerrá y vamos.


Escuchá "No"

 

Escuchá "Caer"

 

 

Hermanos Brother se presenta el 2 de agosto en la Sala Zitarrosa en el marco del ciclo AcusticoZ. Las entradas están a la venta en la boletería de la sala y en todos los locales de la Red UTS y Tienda Inglesa.

 

Junto a los Hermanos Brother (Emiliano Pérez Saavedra en batería, Fernando Rengo López en bajo, Federico Navarro y Claudio Pintos en guitarras y Frankie Lampariello en voz) tocarán como invitados los ex Hereford Guzmán Mendaro, Chirola Martino y Rodrigo Trobo, Pepe Canedo, baterista de La Vela Puerca, y el guitarrista de Charly García, el ‘Negro' García López