El narcotráfico en las últimas décadas ha tenido un impacto decisivo en las modalidades del delito en Uruguay. Situaciones que no se vivían o creíamos típicas de una serie de los carteles de México o Colombia empezaron a suceder. Lo que comenzó con heridos de bala o disparos “por debajo de la cintura”, se transformó en asesinatos, sicariato, incautación de toneladas de droga, enfrentamientos entre bandas, llegada de capos que lideraban grupos criminales en la región y el sufrimiento de familias que viven en barrios en donde se escuchan disparos en la noche.
Esta situación es descrita por el periodista Antonio Ladra en su reciente libro “Uruguay en la mira del narco”, donde se analiza la evolución del narcotráfico en nuestro país y se destaca la figura del exdirector de Policía Nacional, Julio Guarteche, para combatirlo.
El autor explica que los narcos, que manejan cuantiosos recursos, necesitan países como Uruguay, con puertos y fronteras terrestres permeables, para el tránsito de la droga. Guarteche fue quien junto a su equipo peleó denodadamente en esta desigual batalla. Además, colaboró con gobiernos de todos los partidos políticos en una tarea a la que dedicó su vida, aún a riesgo de comprometer su salud y la vida de su familia.
Entrevistado por Montevideo Portal, Ladra recuerda el rol de Guarteche al enfrentar estos hechos y su visión a futuro, anticipándose a situaciones que podrían ocurrir, y terminaron sucediendo, en cuanto al narcotráfico y la violencia. El problema sigue vigente en la actualidad, y su abordaje integral por parte del sistema político y la sociedad en su conjunto es una necesidad cada vez más indispensable.
Montevideo Portal: ¿Cómo surgió la idea de basar el libro en la vida y el rol de Julio Guarteche?
Antonio Ladra: Viví la trayectoria de él, cuando comienza en el año 2000 a estar en la Brigada Antidrogas y comencé a relacionarme periodísticamente con él en esa época. A partir de ahí él logra posicionarse y llega a ser sin dudas el policía más influyente de los últimos 25 o 30 años. Esa trayectoria de él, profesional, comienza a ser conocida en el gobierno de Jorge Batlle (2000-2005) y después vinieron los tres gobiernos de izquierda. Él se destacó y desarrolló en ese período. Eran llamativas sus características de ser mormón y no era simpatizante de la izquierda. Cuando le anuncian que lo iban a promover como director Nacional de Policía aclara que era mormón y que nunca votó ni pensaba votar (al Frente Amplio). Ahí queda clara una trayectoria profesional, a partir de ahí me surgió la idea, luego de su fallecimiento y su última etapa de su vida, de hacer este libro. Tuve una relación profesional, de periodista y fuente informativa, pero en las circunstancias que atravesó él con su enfermedad tuve oportunidad de conversar mucho.
Tuve la idea de trabajar en dos vertientes, una era la biografía de Guarteche, pero cruzada con su propia actuación profesional. En medio de todo eso se dio una de las ofensivas más grandes que presentó Uruguay por los grandes carteles de narcotráfico que intentaron establecerse en nuestro país. Se dio una lucha para evitar que eso ocurriera, esto es una pelea constante ya que en este momento hay cuestiones que son preocupantes, como, por ejemplo, la incautación de más de 400 kilos de pasta base en Artigas. Eso llama la atención, porque significa que en Uruguay hay cocinas, laboratorios para producir cocaína, esa era una de las cosas que alertaba Guarteche. Guarteche fue anticipando cosas que lamentablemente ocurrieron.
MP: En una charla que tuvieron en 2007 él ya alertaba sobre hechos que podían pasar en nuestro país.
AL: En un momento en el que recientemente se había desarticulado en Salto a una banda de colombianos que traían cocaína desde Colombia y eran una rama de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), Guarteche, cuando nos estábamos maquillando antes de una salida al aire en el programa Código País (que se emitía por Canal 12), me dijo, “mirá, lo que pasa es que a nosotros lo que nos llama la atención, lo que nos preocupa es que hay muchos jóvenes y adolescentes que van con balazos en las piernas a Capitán Tula, a la Policlínica del Cerro o al Hospital Maciel, y no quieren hacer la denuncia”. En esos casos, cuando se les pregunta qué fue lo que pasó contestan con evasivas, Guarteche dijo que eso claramente eran “disparos de advertencia, que ahora son en las piernas, pero cuando empiecen a levantar el arma unos centímetros van a empezar a haber muertos”. El exfiscal Jorge Díaz, la fiscal Mónica Ferrero, advertían de que en algún momento iba a haber sicariato en Uruguay y el sistema político no le dio bola. La sociedad uruguaya no está completamente interiorizada o no tiene canalizada esta situación, que no es nueva.
MP: Varios narcos pesados estuvieron en Uruguay y otros lo intentaron.
Los Cuinis, con Gerardo González Valencia a la cabeza, el jefe de 'Ndrangheta, la mafia calabresa, (Rocco) Morabito luego. Hubo otros que estuvieron acá o estuvieron evaluando instalarse en Uruguay. Se ha dado una paradoja, pensaban en venir a instalarse a Uruguay con sus familias, algo que manejó en algún momento por ejemplo El Chupeta (Juan Carlos Ramírez Abadía), narco colombiano detenido en Brasil en 2007 que está preso en Estados Unidos. Esos narcos planteaban que en nuestro país podían llevar una vida tranquila, más segura. Eso los llevaba a otros a instalarse en Punta del Este, por ejemplo, y lo que ellos hacen genera una violencia total. Eso estuvo pasando en nuestro país y era una situación muy difícil de controlar. Todo esto estaba enmarcado en un contexto que tenía como protagonista a Guarteche.
MP: Un tema que se menciona en el libro tiene que ver con los bienes confiscados en varios operativos y qué hacer con ellos.
AL: Recién fue durante el primer gobierno del Frente Amplio que se hizo una ley para determinar qué hacer con los bienes confiscados al narcotráfico, a tal punto que en la Brigada Antidrogas durante mucho tiempo había montones de autos que estaban allí y no podían ser vendidos, no había forma de que el Estado se deshiciera de ellos legalmente. Esa fue una de las primeras cosas que le llevó Guarteche a las autoridades del primer gobierno del FA, les mostró que todo eso que estaba confiscado era plata. Guarteche era un policía estaba mirando más allá de la mera represión, esa es la otra dimensión del personaje.
MP: ¿Son necesarias políticas de Estado para lograr resultados en el combate al narcotráfico?
AL: En el tema de la lucha antidrogas hubo una política de Estado que se inició en el gobierno de (Luis Alberto) Lacalle Herrera cuando le piden, a instancias de Juan Andrés Ramírez como ministro del Interior, a Roberto Rivero, que era director de la Brigada Antidrogas, que cree un equipo para indagar algunos casos. Ahí fue cuando apareció Guarteche, (Mario) Layera y su equipo, que recién estaban saliendo de la Escuela Nacional de Policía. Ese equipo duró muy poco tiempo, porque después Juan Andrés Ramírez renuncia al ministerio por ir a la campaña electoral. Esa idea se retoma en el gobierno siguiente, el de Julio María Sanguinetti, cuando Rivero es nombrado director de la Brigada Antidrogas y se rodea de estos policías que ya habían trabajado con él. Luego Rivero fue relevado por problemas políticos, pero esa forma de trabajo continuó durante el gobierno de Jorge Batlle y siguió después en los tres gobiernos del Frente Amplio. En el gobierno actual, de (Luis) Lacalle Pou se descabeza absolutamente todo eso, se corta esa política de Estado. Es una política que tendría que reformarse, buscarse cambios, aggiornarla, por supuesto, pero la síntesis y línea madre debería haber seguido, a mi entender. Quienes habían sido relevados en aquel momento ocupan cargos ahora.