Con la pandemia la acuñada frase "A ver cuándo nos juntamos" se convirtió en "cuando pase esto hacemos algo" y algún pesimista ya la deja en condicional: "si pasa esto hacemos algo".
Pero ninguna de estas frases va con el espíritu de De la Tierra, una banda de cuatro amigos —y qué amigos— que querían evocar sus raíces, seguir siendo fieles a su estilo, y sobre todo disfrutar de hacer con el alma el mejor legado que pueden dejar a las próximas generaciones: canciones.
En 2012 se materializó la idea de que las fronteras no eran límite para el lenguaje común que todos hablaban (el metal). Andreas Kisser (Sepultura) en la Guitarra; Álex González (Maná) en la Batería, Andrés Giménez (A.N.I.M.A.L.) en la Voz y Flavio Cianciarulo (los Fabulosos Cádilacs) en bajo dieron inicio a De la Tierra, con dos discos a cuestas y menos toques de los que les gustaría. Desde su último trabajo II, publicado en 2016, pasaron muchas cosas: recorrieron América, Cianciarulo decidió hacerse a un costado y Harold Hopkins (Puya) tomó el relevo y sin darse cuenta había pasado más tiempo del imaginado para volver a regalar al público fiel nuevas canciones que mantuvieran viva la llama.
Este mes de octubre presentan "Distintos", primer adelanto de su nuevo disco que se terminará de grabar el próximo año. De las raíces, el amor por la música y este momento diferente hablamos con el vocalista, Andrés Giménez.
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¿Qué ha pasado en estos cuatro años? ¿Cómo fueron cocinando este nuevo material?
En estos cuatro años estuvimos trabajando mucho, muchos shows en vivo, recorrimos toda Latinoamérica... Y mientras tocábamos, en las pruebas de sonido o en los camarines siempre nos pasábamos ideas para proyectar lo que iba a ser este disco. Se nos pasaron los años mucho más rápido de lo que imaginamos, pienso en el disco II (2016) ¡y me parece que lo hubiésemos grabado el año pasado! Pero nunca dejamos de hacer cosas, siempre estamos en comunicación y pasándonos maquetas. Íbamos a grabar este tercer disco en mayo de este año, pero con la pandemia tuvimos que cancelar todo y lo aplazamos para febrero de 2021.
"Distintos" encaja perfectamente con la esencia del grupo: cada uno con su esencia particular pero todos fieles a un estilo y al público que los elige. ¿Cómo surgió esta canción?
Nació en un camarín en un festival de México, el Hell and Heaven, de hace un par de años. Andreas se puso a tocar una base, me pareció increíble y grabamos con el celular una idea que se me ocurrió de melodía vocal. A partir de ahí empezamos a trabajar sobre la canción, una canción de medio tiempo, empecé a hacer la letra y nos quedamos enamorados todos porque suena como una especie de himno para nosotros. Tiene mucho que ver con la raíz de los cuatro, con el folklore latinoamericano y De la Tierra precisamente es eso.
¿Cómo seguir manteniendo el género en la región cuando por ahí las generaciones más jóvenes se van alejando de rock para experimentar con otros sonidos?
Realmente no nos fijamos con lo que va sucediendo alrededor. Escuchamos de todo, pero no vamos detrás de la corriente. ¿Porque todos están haciendo esto tenemos que hacer esto? Nosotros somos gente grande, que venimos de otro sistema de trabajo, de escuchar, de rockear... Somos de los 90 y eso no nos va a cambiar nunca ese modo de hacer discos, expresarnos y decir lo que sentimos. No veo mal que las nuevas generaciones tengan otra forma de entender la música, porque cada uno la hace desde el alma con sus mejores herramientas. Sería injusto de parte nuestra hablar de las diferencias, porque para nosotros la música es música y si está hecha con el alma va a perdurar. Quien la haga porque sí, porque es la corriente o la moda del momento seguramente va a quedar en el olvido. Creo que hay nuevas generaciones que experimentan en otros géneros, pero hay chicos muy chicos que están escuchando metal y haciendo metal a un nivel increíble, así que siempre va a estar presente porque es un sentimiento que va más allá de todo.
Todos vienen de otras bandas, que además son muy exitosas. ¿De la Tierra es un cable a tierra, valga la redundancia, en sus carreras?¿Es un campo de experimentación?
Todos venimos de bandas conocidas y respetadas, hicimos mucho trabajo... Pero De la Tierra es nuestra banda, tan importante como nuestras bandas de la vida, como Sepultura, como A.N.I.M.A.L., como Puya o como Maná. Damos todo lo mejor a De la Tierra, aunque lamentablemente por una cuestión de agenda porque estamos de gira todos no podemos tocar tanto como quisiéramos tocar, pero la verdad es que es una unión de cuatro amigos. No es un hobby para despuntar la energía por otro lado, porque desde el momento en que la hicimos nuestra intención fue respetar nuestras otras bandas pero sobre todo respetar a De la Tierra porque somos eso.
¿Cómo los ha afectado la pandemia a nivel de banda?
Fue algo que nos agarró de improvisto a todos, una película que vimos en los cines o en la televisión, pero ahora es real y nosotros somos los protagonistas. Sí afecta emocionalmente y económicamente, pero hace un tiempo que tomé la determinación de tratar de tirar para adelante con todo porque la vida continúa. Con recaudo, por supuesto, pero hay que aprender a convivir con la pandemia, teniendo claro que cuidándose uno está cuidando al otro. Hoy hay que poner la emoción y la pasión bien arriba para seguir luchando por lo que uno quiere, ama y sueña.
¿Han sido meses de inspiración o de reflexión?
Han sido meses de todo... De reflexión, madurar, valorar, aprender, componer... De dejar de componer (risas). Pero lo más lindo de todo es que seguimos juntos. La música es un bálsamo de amor y energía en un momento raro y nosotros somos unos bendecidos de seguir manteniendo esas ganas de hacer música. Tomamos este tiempo como un aprendizaje y como una maduración interna para sacar lo mejor.
¿Cuál es el legado que les gustaría dejar?
Nuestra música y lo que decimos en las canciones; es lo más lindo que puede entregar un músico a quien lo quiera aceptar y vibrar como vibramos nosotros. Después somos seres humanos con errores y virtudes como todos. Pero entregamos la música desde el alma, tratando de que perdure y que la eternidad musical se transmita de generación en generación.