Come salteado y se atrasa con las cuentas para vestir a su bebé con Dior y Louis Vuitton

Carissa Spark, una madre soltera de Dorset, en el sur de Inglaterra, admitió que su mayor prioridad en la vida es vestir a su hija Lavinia, de 7 meses, con exclusivas prendas de Louis Vuitton y Dior, en lugar de pagar las cuentas o incluso comprar comida.

La mujer no duda en gastar sus magros fondos en vestimenta suntuosa para su niña, pese a que sus ingresos son de 180 libras (unos 8.700 pesos) a la semana.

La mujer, que estudia para ser peluquera y vive del apoyo económico del gobierno, confesó que gasta la mitad del dinero que recibe en ropa de lujo para la bebé, y que no le importa alimentarse con sopa enlatada o fideos instantáneos, con tal de darle “lo mejor” a su hija.

“Si tuviera que morirme de hambre para comprar su brillantina, probablemente lo haría”, dijo Carissa en el reality show Blinging Up Baby.

En el programa, la madre admitió que son muchas las ocasiones en las que le resulta difícil pagar las cuentas e incluso comprar bienes de primera necesidad para ella, para que a su hija no le falte de nada, ni siquiera de lujos. Carissa asegura que su hija tiene todo lo que pueda necesitar y que nunca le faltó nada, ya sea comida, ropa o juguetes. “Siempre me aseguro de que Lavinia tenga primero las cosas que necesita. Ella tiene todo, yo soy la que se queda sin cosas”, explicó, según recoge el periódico local Daily Mail.

“He estado viviendo de sopa enlatada [...] y fideos envasados”, detalló.

Para sentir que el enorme gasto en ropa de diseñador valga la pena, la madre hace que su bebé use esas prendas con la mayor frecuencia posible, aunque en la vida de una niña de 7 meses no hay demasiadas “ocasiones formales” que ameriten abandonar el prêt-à-porter y usar confecciones exclusivas.

La mujer sostuvo que el deseo de vestir a su hija de manera lujosa proviene de haber tenido una mala relación con su madre.

“Nunca tuve un vínculo de cercanía con mi madre, y sabía que cuando tuviera a mi bebé querría estar cerca de ella. Cuando le pongo las cosas que le compro, me conmueve lo hermosa que se ve. Me gusta sentirme así. A mí me hace feliz y considero que vale la pena”, expresó.

“Espero que en el futuro, cuando miremos fotografías, ella pueda ver cuánto esfuerzo se invirtió y cuán querida fue”, dijo la mujer, cuya madre la tuvo a los 17 años y fue criada por sus abuelos.

La abuela de Carissa admitió que ayuda económicamente a su nieta y bisnieta, temerosa de que la mujer llegue al punto de no comer por gastar todo en vestidos para la niña. “Creo que, si no la ayudábamos, no podría conseguir comida”, dijo la anciana.

La adicción de la mujer a comprar artículos de lujo para su hija generó una controversia en redes sociales, luego de la emisión del programa de TV en el que se expuso su caso.

“Los bebés crecen muy rápido, así que no veo el sentido de gastar grandes cantidades de dinero en ropa y accesorios caros que dejarán de servirles en cuestión de meses. Es un gran desperdicio de dinero”, escribió al respecto una internauta.