Durante la asamblea realizada esta semana en Estocolmo, se puso a consideración la derogación y modificación de varias leyes para lograr que el sexo consentido entre hermanos y hermanas mayores de 15 años sea legal. También se procuró generar un marco jurídico que permita a las personas "legar" sus cuerpos a personas necrofílicas, que así podrían disfrutar del sexo sin temor a ser procesadas.
"Uno debe tener la potestad de decidir que va a suceder con su cuerpo luego de la muerte, y si alguien quiere donarlo a un museo o centro de investigación, o dejárselo a alguien para tener relaciones sexuales, no debería haber problema alguno", explica Cecilia Johnsson, líder de la rama juvenil de la mencionada fuerza política.
Adam Alfredsson, vocero del LUF, se apresuró a salir al cruce de las palabras de la joven, y destacó en declaraciones a Expressen que la votación correspondió sólo a la rama juvenil, y no cuenta con el apoyo del grueso del partido.
"El incesto es ilegal y debe seguir siéndolo, y también creemos que seguirá siendo ilícito usar el cuerpo de una persona muerta para tener sexo", manifestó.
Carl B Hamilton, senador por ese partido, se expresó en términos más duros en las redes sociales, acusando a la propuesta como "un truco publicitario ideado por imbéciles".