Contenido creado por Martín Otheguy
Metralleta

En la orilla milonguera

Caníbal Troilo y un disco que "se terminó de parir en la oscuridad de un tiempo incierto"

Con Hugo Rocca, de Proyecto Caníbal Troilo, que acaba de editar "Tangos clandestinos", su nueva colección de tangos profanos.

05.01.2021 13:54

Lectura: 6'

2021-01-05T13:54:00-03:00
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El camaleónico Hugo Rocca, inquieto a pesar trabajo artístico que venía llevando en varios frentes (música, teatro, escritura y audiovisual) decidió una década atrás profundizar en su exploración y reformulación del tango y la milonga.

El resultado fue Proyecto Caníbal Troilo, un conjunto que si bien abrevaba en las mejores raíces de estos géneros, buscaba dar forma a algo nuevo al mezclarlo con elementos del rock, el jazz o la electrónica.

Caníbal Troilo tuvo además la valentía de prescindir casi enteramente de una "vaca sagrada" del tango, como parte de su declaración de intenciones: el bandoneón. Y sin embargo, pese a darle la espalda al lamento más característico del género, su "tango hereje" aggiorna el lenguaje milonguero manteniendo su espíritu arrabalero. O, como diría el colectivo, neo-arrabalero.

Su último disco es Tangos clandestinos, que continúa en la línea de adjetivar el género para retorcerlo y ponerlo a prueba. El tango, en manos de Caníbal Troilo, es hereje, rabioso, oxidado, profano, maquillado, cachiporrero. Es un tango que busca una calle sin farol, como canta Rocca.

Pese a ello, su nuevo álbum -que contiene "Bicharraco", tema premiado por el MEC en 2019- es el más "orgánico" y menos electrónico de sus últimos trabajos y también el más milongueado (por lo tanto, va a la raíz del tango). Fue editado por Ayuí y ya está disponible en AYUÍDISCOS (Hall Teatro El Galpón) y en los locales de Palacio de la Música.

Para saber un poco más de Tangos clandestinos, sometimos a Rocca a la sección Metralleta y mostramos de paso su más reciente video, "Cruz de Carrasco". Como el mismo Hugo explica a Montevideo Portal, al anclarse en un ritmo tropical la canción se aleja un poco del abordaje del electro tango típico de Proyecto Caníbal Troilo, pero sobran las razones para que conviva en el sonido rioplatense de PCT: "El tango antes de ser tango fue milonga, y antes de ser milonga -en su descenso desde España hacia Cuba- fue habanera. Y esta canción es una habanera devenida en murga; en definitiva, sonidos de esta orilla", señala.

¿Cómo definirían la música de Proyecto Caníbal Troilo a alguien que no la haya escuchado nunca?

Son canciones que parten del tango y la milonga en estado casi puro, y luego se aparean con otros géneros musicales planetarios, sin pedirle permiso a los cancerberos del dogma.

¿Por qué estos tangos son "clandestinos"?

Porque es un disco que se terminó de parir en la oscuridad de un tiempo incierto, donde los músicos no podíamos juntarnos a tocar, y la comunicación con el público se transformaba en un espiral de enigmas sin respuestas. La naturaleza -en este caso como símbolo y disparador artístico; y también como matriz de eyección- , en nuestro imaginario nos invitaba a retornar a su fuente, y "recordar" celebraciones musicales paganas.

¿Por qué Proyecto Caníbal Troilo prescinde, en general, de lo que muchos consideran el alma del tango: el bandoneón?

El bandoneón es la estrella del sheriff del tango, e indefectiblemente, ya inclina la balanza sonora. Me gustaba el desafío de un tango más cercano al rock, con riffs ocasionales que estuvieran a cargo de las guitarras y el violín. Este último, también encargado de los paisajes melódicos.

¿Qué cosa los enamoró del tango?

En mi caso, como creador del proyecto, las múltiples posibilidades de la lírica y la libertad musical que ofrece el tango. En dicho género están las mejores letras, poetas que despuntaron el verbo para exorcizar amores o búsquedas existenciales. A mí, como cronista del presente, me permite observar la realidad, e intentar recrearla insertando tópicos de ficción en las composiciones.

¿Y qué cosa del tango tradicional no les gusta?

El tango tradicional es patrimonio de una época, andarivel de taitas encrespados y malvones respirando en los zaguanes. El presente es otro, con su modas y tendencias, sus formas de comunicar e interpretar la novela cotidiana. Hay mucho para contar -y fantasear-, sobre este tiempo del que somos testigos-activos. No se puede desperdiciar la oportunidad.

¿Cómo definen lo "neo arrabalero" al que suelen vincular el grupo?

El arrabal es un concepto tanguero, que perfectamente puede ser aplicado a los comienzos del punk londinense. Es el tugurio de los emergentes, el caldo de cultivo de expresiones opuestas al orden pre-establecido y las buenas costumbres. En definitiva, un espacio de resistencia cultural.

El arrabal en el tango siempre está retornando. Antes con golillas de seda y chambergos de macho alfa; hoy, con piercings y tatuajes.

¿A quién más, además de Troilo, canibaliza PCT para crear su sonido?

Troilo es un referente brutal, tal vez el más grande del género en su estado puro. De su plumaje floreció Astor. El nombre del colectivo es una grifa en clave de ironía, para definir una manera de caminar por el asfalto orillero. Para componer tenés que ser libre. Y a partir de ahí, atreverte a meter todos los ingredientes que consideres adecuados en la licuadora de tu creación.

¿Cuál es la influencia más evidente y la menos evidente de PCT?

Las más evidentes son las milongas camperas y las milongas citadinas, el tango gardeliano en su forma primigenia, el rock progresivo, la electrónica de los ochenta. Las menos evidentes no me vienen al pensamiento.

¿Qué canción de otro autor les hubiera gustado que fuera de PCT?

"Un boliche", de Tito Cabano, "Tumbas de la gloria", de Fito Páez, "Three of a perfect pair", de King Crimson.

¿Cuál es el objeto más extraño que hay en el lugar en el que ensaya PCT?

Un pequeño mono a cuerda de Fernando Calleriza, que si le das cuerda se ríe como un rinoceronte alcoholizado.

Datos

Tangos clandestinos (Ayuí, 2020)

Productor Artístico: Hugo Rocca
Productor Musical: Fernando Calleriza- Hugo Rocca
Músicos: Hugo Rocca (voz y composición), Fernando Calleriza (Guitarra, arreglos, programación), Popo Romano (bajos), Lucía Gayo (violín).