El documental, realizado por Virginia Plottier, muestra el proceso creativo y las ideas sobre el arte y la pintura del artista plástico Joaquín Arztegui.

"Joaquín es mi profesor de pintura. Siempre tuve interés por la pintura y hace un año y medio arranqué a hacer un taller con él. Antes había buscado hacer pintura en otros lados pero nunca me sentí cómoda y con él fue como 'el maestro'. Es una persona que admiro, me gusta su visión del arte y cómo te guía y te enseña, me gusta su propuesta artística también", contó la realizadora.

Plottier comentó que este documental surge como una necesidad de involucrarse en un proyecto audiovisual desde la realización, ya que su trabajo se centra fundamentalmente en la edición. De este modo, el documental funcionó "en dos vías", porque le permitió aprender tanto sobre realización como sobre el proceso artístico.

"Fue un documental hecho 'a la guerra', con él planificamos cómo lo íbamos a encarar, no solo estar en el taller sino salir por La Paz y ver cómo el entorno influye en su visión. Después pensé las preguntas y fui sola con la cámara, conseguí un micrófono solapero, estaba el hijo de él que nos daba una mano, y salió así", señaló.

¿Cómo es el protagonista de este documental? "Joaquín es un gran narrador de anécdotas, es una persona muy simpática, para mí es mucho como un rol de padre, de una persona que te da una buena base, un sostén para muchas cosas, y además es un personaje, siempre saca un cuento atrás de otro".

¿Qué es lo que puede conocerse de él a través de "Contingencias"? "Su visión más libre del arte. Él juega con la libertad, experimentar e ir encontrando las cosas. Así enseña y su forma de pintar también es así, es una forma mucho más libre. Desarrollar una obra es un constante diálogo con la materia, la pintura y la obra van surgiendo del proceso en sí, más como una experimentación y una búsqueda".

A la vez de recoger sus ideas e impresiones sobre el arte, el documental va mostrando cómo Aroztegui realiza una de sus obras. "Ahí se ve cómo él va tomando decisiones sobre la marcha, pinta de un color, después cambia, tiene una mirada muy flexible, parte de una idea pero no sabe cuál va a ser del resultado, eso se va desprendiendo del propio proceso", contó.

La música funciona en ese mismo sentido. "La hicieron Julián Crispino y Sofía Scheps. Lo que me gustó es que ellos también quisieron transmitir un concepto, muy subconsciente, acompañando la idea de cómo se va creando la obra. Entonces al principio son notas por separado, y después empiezan a haber fragmentos más melódicos, como algo que se va componiendo a medida que Joaquín va creando la obra".
 
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