Una pequeña ciudad del departamento de Eure, en el noroeste de Francia, recibió una donación inesperada de 10 millones de euros de un hombre que nunca había estado allí. ¿La razón? El nombre de la ciudad, Thiberville, era el mismo que su apellido.

La donación, realizada por Roger Thiberville, representa cinco veces el presupuesto anual de la ciudad, que tiene 1.773 habitantes y está situada a 185 kilómetros de París. "Precisamente porque se llamaba Roger Thiberville quiso legar su fortuna a la ciudad de Thiberville", explicó el alcalde Guy Paris a la radio France Bleu Normandie. "Fue una sorpresa muy grande y también una gran alegría” añadió.

Parte de la herencia pasó al contable de Roger Thiberville, mientras que el resto fue transferido al municipio. Según el alcalde, el donante llevaba una vida sencilla en París, a pesar de poseer cuatro apartamentos en el distrito 15 de la capital.

Tal y como deseaba Roger Thiberville, sus cenizas serán depositadas en el cementerio municipal de Thiberville, donde se levantará una lápida en su memoria. El filántropo falleció el 23 de agosto de 2024, según informó Radio Francia Internacional  (RFI).

Para gestionar el nuevo presupuesto, el ayuntamiento se reunió con el teniente de alcalde de Bernay y el director de finanzas públicas del departamento de Eure. Aunque todavía no hay una decisión final sobre cómo utilizar el dinero, el alcalde mencionó proyectos como un jardín público con parque infantil, una zona de juegos cubierta con paneles fotovoltaicos, la renovación energética de la escuela primaria, un espacio para servicios públicos y un campo de fútbol de césped sintético.

De acuerdo con el reporte de RFI,  los vecinos expresaron diferentes opiniones sobre el uso de los recursos, destacando la importancia de invertir en proyectos para jóvenes y adultos mayores. Algunos también sugirieron aumentar los salarios de los funcionarios públicos.