Contenido creado por Gerardo Carrasco
Cultura

Ser o no ser

Barrán premiado por el MEC

“La Historia no es sólo lo que ha existido, sino aquello que no llegó a existir”, dijo el historiador José Pedro Barrán al recibir el Premio Nacional a la Labor Intelectual 2009. El docente e investigador calificó a la Historia como “la más humana de las disciplinas”.

06.08.2009 00:21

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2009-08-06T00:21:00-03:00
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El Premio Nacional a la Labor Intelectual 2009, cuya entrega por parte del MEC se previó inicialmente cada tres años, no se otorgaba desde una década atrás. A ese respecto, la Ministra María Simón explicó durante la ceremonia realizada en el Teatro Solís, que “se decidió retomar la trianualidad del premio”, que “constituye un reconocimiento a todos los intelectuales, que nos ayudan a vernos a nosotros mismos y a ser más humanos”.

La velada comenzó con la actuación de la Camerata Juvenil del MEC, cuyos instrumentos de cuerda ejecutaron un repertorio diverso, incluyendo un fragmento de la versión wagneriana de Tristán e Isolda, pieza de preferencia del homenajeado. Finalizada la música, se leyeron salutaciones de quienes no pudieron concurrir al acto, entre los que destacaron el Presidente Vázquez, el Ingeniero Jorge Brovetto, el Intendente Ricardo Ehrlich y el Doctor Julio María Sanguinetti.

Posteriormente, el Profesor Hugo Achugar, Director Nacional de Cultura recordó a anteriores ganadores del premio, como Arturo Ardao, Julio Da Rosa y Mario Benedetti.

“Hay que celebrar el hecho de que una sociedad sea lo suficientemente generosa para reconocer en vida a alguien de la trayectoria de Barrán”, señaló el funcionario, agregando que el fallo del tribunal –integrado por figuras pertenecientes a diferentes ámbitos- fue unánime.

Quien presidiera dicho tribunal, el Rector de UDELAR, Doctor Rodrigo Arocena, destacó la obra del historiador, afirmando que “trasciende los ambientes académicos, llegando al simple lector”, razón por la que puede considerarse “patrimonio cultural del país”. Para Arocena, Barrán “ha llegado a ser el Gran Maestro de la historia nacional para la ciudadanía en general".

A su turno, el propio homenajeado hizo uso de la palabra, con la jovialidad, sentido del humor y amenidad que lo caracterizaron siempre.


El historiador en el Teatro Solís. Montevideo Portal

“Más que para mí, este premio es fundamentalmente para la Historia”, manifestó, agregando jocosamente que ello “no habilita al resto de los participantes a reclamar nada”.

“La Historia es la más humana de las disciplinas y nos apasiona a todos, lo percibamos o no”, sentenció visiblemente emocionado. Luego, a la hora de los agradecimientos, se detuvo especialmente en su colega y predecesor Juan Pivel Devoto.

“Pese a que seguimos líneas historiográficas muy diferentes, con Pivel aprendí la necesidad de trabajar con el máximo rigor, y también a querer a mí país”, recordó

Se refirió luego al nexo entre la subjetividad personal y la crónica histórica. “Cuando descubrimos que nuestros padres no fueron sólo eso, sino también personas con pasiones, virtudes y defectos, comienza la Historia”, refirió.

“Todavía puedo evocar la mirada de mi padre, perdida en recuerdos de lo que no fue”, prosiguió conmovido, subrayando el hecho de que “la Historia no es sólo lo que existió, sino aquello que no logró existir”, manejando una idea explotada en el campo de las artes por figuras de la talla de Fernando Pessoa o Juan Eduardo Cirlot. En la ocasión, el veterano docente escogió un ejemplo del ya mencionado Tristán e Isolda, de Wagner.

“Cuando Woden, el dios germánico, pregunta a su esposa Frigga por qué no puede ser lo que nunca fue; ahí empieza la Historia”, manifestó, agregando respecto a ello que “si no lo soñamos primero, nunca será”.

La oratoria fue clausurada por la Ministra Simón, previa entrega al homenajeado del correspondiente diploma, y de una obra del artista uruguayo Ignacio Iturria, obsequiada especialmente para la ocasión.

“En la construcción de nuestro relato histórico, el aporte de Barrán es valiosísimo”, aseguró la Secretaria de Estado, ponderando la “preocupación básica por la libertad” que campea en la obra de José Pedro Barrán, libertad que “es justicia social, pero también individual”.

Valoró asimismo la voluntad del profesor para interactuar con otras disciplinas científicas y artísticas, “especialmente la música, que es como la libertad misma”. También destacó su labor docente, y su capacidad para transmitir “una vasta investigación con absoluta e inusual amenidad”, factores que lo convierten en un autor accesible para el público no especializado, sin sacrificar por ello rigor o autenticidad. En ese sentido, la obra de Barrán aporta “un análisis crítico y lúcido desde una mirada afectuosa”.


José Pedro Barrán, María Simón, Rodrigo Arocena y Hugo Achugar. Montevideo Portal

Finalmente, la Ministra coincidió con el homenajeado en que aquello que jamás existió es tan valioso para la historia como los hechos acaecidos.

“Los sueños también son parte de la historia, y hay sueños e imaginarios sociales, colectivos, que no podemos perder”, culminó.

Además del justo reconocimiento de la comunidad, el Premio Nacional a la Labor Intelectual pone en las manos del historiador la suma de 400.000 pesos.

El tribunal que otorgó por unanimidad el galardón al historiador, estuvo integrado por el Dr. Rodrigo Arocena (presidente), Sra. Magalí Sánchez, Dr. Wilfredo Penco, Prof. Rosario Peyrou, Sr. Elder Silva, Dra. Magdalena Coll, Dra. Andrea Díaz, Sr. Omar Varela, Sra. Margarita Musto, Dr. Oscar Sarlo, Dr. Mario Wschebor, Dra. Liliana Borzacconi, Prof. Oscar Brando, Dr. Pablo Rocca, Dr. Álvaro Rico, Dr. Alcides Beretta, Dra. Graciela Porta, Prof. Magdalena Helguera, Prof. Dinorah López, Dra. Silka Freire y Prof. Ana Solari.

El profesor José Pedro Barrán en Fray Bentos en 1934, Barrán es docente de Historia egresado del Instituto de Profesores Artigas (1958). Durante 20 años (1985-2005) dirigió el Departamento de Historia del Uruguay de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, es autor de numerosos libros, y académico de Número de la Academia Nacional de Letras desde 1998.

De entre su vasta obra cabe destacar los libros "Bases económicas de la revolución artiguista" (1964), "Historia rural del Uruguay moderno" (1967-1977) , así como la Historia de la vida privada en el Uruguay.

Dicha obra, inspirada en el trabajo de investigación que realizara el historiador francés Georges Duby en su país, fue elaborado con la colaboración de Gerardo Caetano y Teresa Porzecanski, y constituye una herramienta fundamental para la reconstrucción de la historia de nuestra sociedad.


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