Después de que se paralice la actividad varias semanas por la crisis sanitaria del coronavirus, Austria vivió este lunes su regreso a la competición en las carreras en montaña. La protagonizó el Tyrolean Mountain Running Championship en la localidad de Kramsach, con un centenar de participantes.

Después de haberse aplazado en su fecha prevista a finales de marzo, hasta hace unas semanas parecía imposible que pudiera realizarse. No obstante, ahora marca el camino de muchas otras pruebas en todo el mundo, que esperan poder celebrarse en la conocida "nueva normalidad" y, especialmente, a la organización del Campeonato del Mundo Máster de Mountain Running, previsto para septiembre en el cercano valle de Stubai.

Esta competición se celebró en condiciones especiales con el objetivo de cuidar la salud de los corredores, organizadores y el público. Tuvo un formato contrarreloj, con salidas individuales cada 30 segundos. Los atletas, se vieron obligados a utilizar el tapabocas en el área de inicio y en la meta.

El aspecto más sorprendente que destacan los especialistas fue la obligatoriedad de mantener el distanciamiento social también durante la carrera. Así, los adelantamientos sólo podían realizarse con dos metros de separación. 

El evento tuvo tres pruebas con sus respectivas salidas. La primera, cronológicamente, para menores de 16 años, con 2,3 km y 240 m positivos. La segunda, para hombres, con un trazado de 5,8 km y 1.050 m positivos. Y la última, para mujeres, con el mismo recorrido. A nivel absoluto, la victoria fue para Roach Tomas con un tiempo de 38 minutos y 41 segundos y Silvia Schwaiger con un crono de 45 minutos y 14 segundos.