Arquero tocará este sábado en la sala Hugo Balzo del Sodre en lo que promete ser un show especial. Antes del espectáculo, Montevideo Portal fue a la casa del rapero, que cuando sonó el timbre estaba viendo Rick and Morty.
Dieguito la Amenaza habló no solo del toque, sino del avance de la escena del rap, la comparó con la de otros países y recordó con alegría el Montevideo Hip Hop.
Más abajo en la nota podrás ver un informe audiovisual.
¿Cómo surgió la idea del Sodre? ¿Fue tuya o te lo propusieron?
La idea del Sodre surgió cuando me junté con Fede Roquero, de A chiken, que es la productora con la que estoy trabajando. Arrancamos el año y pensamos en los planes. Uno era salir al interior y lo venimos haciendo, otro era hacer un show más show y no tanta fiesta, con todo lo que un show implica, ver si lo podíamos llevar a cabo. Ir haciendo tics en salas, queriendo pasar por todo el circuito. Fue una idea que surgió hace bastante tiempo, el Sodre hay que pedirlo con un tiempo de antelación, y a raíz de que tengo la oportunidad de hacerlo, no hacer un show como siempre sino hacerlo distinto, un espectáculo más apostando a que la gente lo recuerde como 'pah, mirá lo que pasó acá', y no solo 'Arquero tocó sus canciones'. Esa fue la idea.
¿Este es el show sin tanta fiesta?
Va a tener mucha fiesta pero no va a ser solo la fiesta. La idea es proponerles algo que no sea 'voy, canto mis temas y la gente agita'. Eso va a estar, pero todo dentro de un marco y de una propuesta especial y de un concepto que estamos creando. A mí me despertó otras ideas que no van a ser explícitas. Seguramente lo que haga con esto lo estoy descubriendo ahora, es material para ver qué vamos hacer con esta cabeza gigante que la puedo tirar para mil lados. Un poco es eso, ver cómo reacciona la gente, seguir construyendo. Este toque va a ser como un pilar sobre una una estructura que quiero construir para muy posiblemente después tirarla abajo.
¿La expectativa es mucho mayor respecto a los toques a los que estamos acostumbrados?
Sí, desde los invitados, desde temas que voy a tocar que nunca toco, la extensión del toque, versiones de canciones que posiblemente solamente se hagan ese día o en alguna ocasión muy puntual, y va a ser el primero de mis muchos shows con concepto definido y posiblemente el primero, aunque aún no lo sé, que siente la base de otros shows que voy a hacer sobre este pilar principal, que es una propuesta que tengo para hacerles a todos.
Allá por el 2012, cuando el número de gente que los escuchaba era mucho menor, ¿era viable pensar en una cosa así o era como un sueño un poco utópico?
Viable pensarlo siempre es. Era una proyección que nosotros teníamos, siempre pensamos y esperamos que este momento que está sucediendo pasase. Por suerte no nos agarró desprevenidos, veníamos de pila de trabajo, sabíamos lo que estábamos haciendo. Hablan de cierto boom, creo que el boom tiene que ver con una moda y no creo que esté pasando eso. Creo que hay un reconocimiento de una escena superfuerte que cae de maduro y que tenían que abrir los ojos y decir 'pah, esto está pasando'. Pero viene de mucho empuje y de muchos años en los que tocamos en lugares chicos, vimos que el público iba creciendo, nosotros nos intentamos acercar al público desde la manera de hablar, la manera de vestir, el rapero ya no es una figura que usa pantalones anchos y que no se qué, sino que el rapero es uno más de la movida en la que nos movemos todos, todo el circuito de Montevideo. Así que esperábamos que esto pasara y por suerte está pasando, intentamos que sea mucho más y dependerá de nosotros. Ya está el foco puesto.
¿Por qué a los raperos les costó tanto llegar a un Sodre o a un Montevideo Hip Hop?
El rapero no se quería acercar al público, era un autoboicot de él mismo de querer mantener una cosa como género de nicho, de rap para raperos: 'le hablo a los raperos', bardo entre los raperos. ¿Y qué pasaba con todas las otras personas? Era un género poco amable para afuera. Entonces, yo creo que el rap que está entrando es más amable en su forma de expresarse, capaz que no en lo que dice, pero sí en la forma. Yo puedo ser un poco más melódico, o en los instrumentales que utilizo puedo ser más apto para todo público. Creo que es eso, era un autoboicot de los raperos hacia ellos mismos. El rap un poco más crudo, el que no quiere salir del under, también se está acercando un poco más al público a medida de que la gente se acerca al rap, dado que ya puede conocer otras cosas más oscuras porque conoció otras más alegres o luminosas, y eso está buenísimo, es una forma de hacerlos entrar aunque ellos no hayan querido.
¿Qué importancia tuvo para ustedes el Montevideo Hip Hop?
Montevideo Hip Hop estuvo muy zarpado. Era la primera vez que yo tocaba en el Teatro de Verano, que también eso a nivel personal me llamaba mucho la atención y tenía muchas ganas. Creo que se vio clarísimo en la respuesta del público. Tengo un video de cuando hicimos Flanders con Los Buenos Modales, fue una locura y lo podés ver. Realmente fue una locura. Fue una muestra, fue una cachetada a todos los medios y la gente de Uruguay que todavía no sabía que esto estaba pasando. Esto ya estaba pasando, pero realmente fue como 'despierten, esto es así'. Es una escena consolidada de músicos que pueden llenar salas independientemente, sin necesidad de hacer un festival de este tipo. Desde mi lado, desde el escenario, fue muy lindo verlo. Verlo masificado fue algo superemotivo.
No es Uruguay el único país en donde está pasando algo así, y sin embargo seguimos siendo muy distintos a otros países. ¿Por qué esa particularidad, que probablemente sea muy buena?
Yo creo que acá la gente no es de aplaudirte por cualquier cosa, y creo que el que no te aplaudan por cualquier cosa incentiva a que la gente labure mejor. Hay otros países en donde hacés cualquier boludéz y tenés un montón de personas que te van a seguir y te van a decir 'dale para adelante'. Acá no, acá el uruguayo peca de criticar mucho, ante la duda te critican, entonces hay que hacer las cosas muy bien, y hay una autoexigencia muy grande. Yo creo que por eso hemos formado una escena que no tiene nada que envidiarle a la escena argentina, chilena, de otros países, a la española sí, siendo muchísmo más chicos, teniendo menos gente en la cantera. La peculiaridad es la autoexigencia y cuando nos descubre gente de otro país dicen 'pah, esto está zarpado', y bueno, sí, porque no nos aplaudieron nada. Si me hubieran aplaudido las cosas que hice hace cinco años y me hubieran dado la bola que me están dando ahora yo estaría laburando peor y estaría haciendo discos peores que el que hice. Creo que un poco es eso, la autoexigencia, que tiene su lado bueno y su lado malo.
Recién comparaste a Uruguay con España y dijiste que tenemos algo que envidiarle, ¿qué es?
Trayectoria, principalmente. Arrancó antes, hay más gente, caló muy hondo. Creo que es solo un número de personas. Creo que para el número de personas que somos, estamos igual de fuertes. Pasa que tenés siete u ocho personas que rapean totalmente 'clase A' en este país. En España tenés 40, capaz. Pero bueno, es proporcional, simplemente. Envidio el número de gente que está haciendo las cosas bien, pero no se puede pedir eso acá. Ya es una locura que hayan siete y ocho tipos que rapean increíble como para estar pidiendo más. Esas siete u ocho personas que rapean increíble lo hacen hace seis años o siete. En España hay gente que rapea increíble hace doce. Ahí está un poco la diferencia. Pero danos unos añitos, va a estar igual de zarpado. No me quiero comparar ahora con monstruos, pero estamos haciendo las cosas bien.
Hace un tiempo se reclamaba que no había mucha prensa y difusión. ¿Llegó ese momento?
La radio es la radio. La radio quiere pasar ciertas cosas y vos ves de qué lado jugás, si querés hacer algo para la radio o no. Después también pasa que el público demanda cosas y si el público quiere escuchar hay veces que los medios ceden. En mi caso, y en el del hip hop de este país, los medios cedieron ante una obviedad de lo que estaba pasando realmente. Creo que ahora hay atención, pero no necesariamente lo necesitamos. En España nunca sonó rap en la radio y la escena es fuertísima. Creo que hay otra atención, hay más cosas, pero no es necesariamente lo que se necesita para que funcione el movimiento. Se necesita calidad y gente que lo haga bien. Ahora es internet, la gente puede escuchar todo en su casa y no necesita escucharlo en un auto, está buenísimo que pase, a mí por suerte me pasan temas en la radio por cierta gestión, por cosas que yo me propuse a la hora de empezar a laburar en Aguafiestas, pero no sé si eso es lo que tenemos que buscar. Toda ayuda es buena.
Cuando mirás para atrás y ves esos toques de los que hablábamos, con menos gente. No sé si te da nostalgia, pero ahora vos y colegas tuyos que están en un excelente momento. ¿Están, como dice una canción tuya, 'más o menos donde esos niños querían'?
Sí, pero después añorás no estar donde querías y darte cuenta de que lo que querías no se disfruta tanto como antes. Yo tengo esa dualidad, este toque del Sodre sé que lo voy a disfrutar mucho porque le estoy poniendo muchísimo cariño y estoy proponiendo una cosa nueva, pero también estoy a un toque por semana y ya no me da la misma ilusión que tenía cuando tocaba en esos bolichitos donde decíamos 'pah, que zarpado, ahora hay cuatro personas que se saben las letras'. Ahora pasa 'pah, este público no es tanto el nuestro' y te enojás porque tenías una expectativa. Lo que añoro de esa época es seguir divirtiéndome. Es un trabajo que a algunos les costará más y a otros menos, en mí caso capaz que tengo que plantearme en algún momento dejar de tocar un tiempo y decir bueno, 'volvamos con otras ganas y a divertirnos y no solo a tocar porque es trabajo'.
Por Federico Laitano - Realización: Pablo Scutari y Martín de Benedetti.