Amante de la ciencia desde niña, Madison Marsh supo a los 17 años que quería ser piloto de combate. Su graduación como oficial de la Fuerza Aérea ocurrió el año pasado junto a otro logro muy distinto: la obtención de la corona de Miss Colorado.
“Soy el primer oficial en servicio activo de cualquier rama que se presenta a nivel nacional a Miss América”, dijo luego, al presentarse a la competencia a nivel nacional. El resultado se conoció el domingo y consagró a la aviadora como reina absoluta.
“Cuando me pongo el uniforme, sirvo y represento a nuestro país. Cuando me pongo la corona y la banda, estoy sirviendo y representando a mi comunidad”, declaró Marsh al periódico estudiantil Harvard Crimson antes de la premiación del domingo.
Durante la competencia, la joven comentó que deseaba “romper los estereotipos sobre las mujeres en los concursos y en las fuerzas armadas” y, al mismo tiempo, hacer “amigos que durarán toda la vida”.
Oriunda de Arkansas, Madison vio morir a su madre hace cinco años a consecuencia de un cáncer de páncreas y fundó, junto con su padre y su hermana menor, la Fundación Whitney Marsh, con el punto de mira puesto en crear conciencia sobre la detección temprana del cáncer de páncreas y obtener fondos para la investigación.
Según consigna el periódico El Mundo, la familia organizó carreras a pie de 5 y 10 kilómetros, competencias en las que la madre de la joven adoraba participar. De ese modo lograron recaudar más de 250.000 dólares para la fundación.