Contenido creado por Inés Nogueiras
Entrevistas

Con la música a esta parte

Ariel Britos y Claudia Riero: compartiendo la música y la vida

Ariel Britos y Claudia Riero no solo comparten su vida, como marido y mujer, sino que llevan adelante a la Orquesta Juvenil del Sodre. Por Ana Jerozolimski.

19.12.2015 20:47

Lectura: 14'

2015-12-19T20:47:00-03:00
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Al maestro Ariel Britos (46), director de la Orquesta Juvenil del Sodre, tuvimos la fortuna de conocerlo y entrevistarlo por primera vez hace unos dos años, cuando fue galardonado con el premio "Fraternidad" de B´nai B´rith. El viaje a Israel que recibió como parte de dicha distinción lo logró usufructuar recién este mes de octubre, debido a la intensa agenda que le ocupa al frente de la orquesta y de la Fundación "Sistema de Orquestas Infantiles y Juveniles del Uruguay". 

Fue una oportunidad para compartir vivencias especiales, acompañándolo por el sur de Israel, donde conoció a uruguayos israelíes residentes en localidades colectivas (kibutzim) frente a la frontera con la Franja de Gaza, además de asistir juntos a la última función del Ballet Nacional del Sodre en Israel, bajo la dirección de Julio Bocca.

Pero esta parte de la entrevista está dedicada a un aspecto clave en la vida de Britos. Lo que le permite , a pesar de sus largas horas de trabajo, llevar adelante una vida "normal", es la gran mujer que tiene a su lado, Claudia Rieiro (40), ya que no solamente es su esposa y la madre de sus dos hijas (ambas también en la orquesta) sino además, la Directora Académica de la Juvenil.

Hoy abordamos esa dinámica singular de Ariel y Claudia de vivir y trabajar juntos, abocados a un trabajo que es su pasión y su vida misma... y que hasta incidió hace muchos años en su luna de miel.

Esta es también una oportunidad para extender una singular invitación pública, a una cita que vale la pena: este martes 22 de diciembre a las 18.00 horas, en la Plaza Independencia, para el concierto "Navidad con las orquestas", en el que participarán todas las orquestas de Montevideo del "Sistema de Orquestas".

Ariel, Claudia, tuve el gustazo de compartir con ustedes bastante en su reciente viaje a Israel y ahora no puedo creer que logramos combinar esta entrevista... Aclaremos, es la hora de vuestro almuerzo, un tanto a la rápida, en la cafetería del Auditorio Nacional del SODRE... y sé que tenemos que hablar rápido para alcanzar todo. Y ya lo habíamos hablado en Israel, que la nueva entrevista sería a ambos juntos, porque creo que esto es parte de la historia. ¿Como explicarían lo singular del trabajo que realizan?

Claudia Rieiro: Yo creo que nosotros hemos invertido mucho tiempo en desarrollar una metodología enfocada hacia los niños, que no es algo que pase en todos los lugares. A veces se espera más adelante para enseñar la música, nosotros empezamos bastante temprano y eso nos da mucho tiempo para trabajar con los niños. No es que les exigimos mucho, pero los resultados los vemos a edades tempranas. Creo que vamos por el camino correcto, porque veo que hemos tenido buenos resultados. Muestra de eso es que el año pasado entraron por concurso, por audición, a la orquesta juvenil del Sodre, niñas y niños de 11 años, y en ese momento algunos tenían 10. O sea que llegaron al nivel con muy baja edad. Eso yo lo considero un logro. 

Recordemos el proceso: ingresaban a la Orquesta Juvenil del Sodre después de haber estado en algunos de los 20 circuitos que funcionen en todo el país, del Sistema de Orquestas Infantiles y Juveniles del Uruguay ¿no es así?

Claudia: Sí, exactamente. Entrar a la Orquesta Juvenil del Sodre ya es otra etapa porque es la más importante de todo el sistema de orquestas, infantiles y juveniles, y tienen un nivel ya muy interesante. 

¿Cómo presentar el cuadro general del alcance de vuestro trabajo? 20 circuitos en el 33% del territorio nacional ¿verdad?

Ariel: Así es. Y creciendo. Hoy ya estamos en Montevideo, Canelones, Florida, Durazno, San José, Lavalleja, Tacuarembó y Cerro Largo. Y el año que viene se suman Colonia, Paysandú, Rocha y Treinta y Tres. Tenemos 1400 niños en todo el sistema y queremos en los próximos cuatro años aumentar 4.700 niños más. No sé si lo lograremos, pero estamos trabajando para eso.

EL TRABAJO Y LA VIDA... UNA SOLA COSA

Yo les había pedido que hagamos esta entrevista a ambos juntos, por la singular dinámica en la que viven. En la orquesta están vuestras propias hijas, Rocío y Magdalena, de 16 y 11 años. Y creo que es una suerte tanto para ustedes como para ellas que toquen en la orquesta ya que si no , no sé cuándo las verían... ¿no?

Claudia: Es todo un desafío. Yo creo que también, sino hubiéramos estado juntos, sino hubiéramos emprendido este proyecto juntos, no sé si lo podríamos haber logrado, porque ha demandado el 100% de nuestro tiempo y de nuestra energía. El nuestro no es un modelo piramidal, como suele ser más común en una organización, sino una pareja que empuja el sistema de orquestas. Quizás a veces no se entiende mucho. El hecho es que trabajamos muy en sintonía, codo a codo. 

Uno dice a veces, inclusive hablando de buenas parejas, que sería imposible seguir bien si estuvieran todo el día juntos. Pero ustedes, literalmente, están sí todo el día juntos. Y se los ve bien todavía...

(Ambos ríen)

Claudia: Sí, sí, por ahora. Lo disfrutamos mucho realmente, ha sido muy lindo, pero obviamente es un desafío, porque estar todo el tiempo juntos no es siempre lo más sencillo... 

Ariel Britos: Una cosa que me gustaría decirte es agradecerte por esta nota juntos, porque muchas veces se trata, inevitablemente, no de mala fe, de disociar la imagen de uno del otro, y si vos me decís donde empieza una cosa y donde termina la otra, yo no sabría describírtelo, porque nosotros funcionamos inconscientemente complementados. Hay cosas que yo sé que no hago, pero ni siquiera a nivel racional, que no las hago, imagino que a ella le pasará lo mismo. Hasta acá llego yo, yo sé que dejo esto acá ella lo va a recoger y lo va a seguir.

No precisas ni decírselo...

Ariel: No, desde que nos conocimos estamos metidos en esta historia, y con una complementariedad absoluta. Me han preguntado amigos, me han hecho notas: "¿Qué pasa, trabajás con tu pareja las 24 horas del día?"

A mí no es algo que me pese, no es algo que yo me haya sentado a meditar, es una forma de vida. Es más, cuando nosotros planificamos nuestras vacaciones, yo no necesito vacaciones de mi familia, yo necesito vacaciones con mi familia. No sé lo que es estar alejado de mi familia, hacemos todo juntos, nuestras hijas están metidas en esta locura las 24 horas del día, y ni nos damos cuenta. Es parte de la vida misma, entonces no tenemos esa necesidad.

Hacen todo juntos, pero al mismo tiempo, cada uno tiene su rol...

Ariel: Es cierto. Y muchas veces, desde la injusticia te diría, alguien puede decir "vamos a darle un reconocimiento a fulano de tal por las orquestas", y es inevitable. Nunca se dio en casa, ni en nuestra oficina, que es más o menos lo mismo, esa disputa, esa discrepancia, lo entendemos como algo natural. Pero en realidad esto es una sociedad de hecho, todo lo que nosotros hacemos, no existe algo que yo haya hecho, que lo haya hecho por mí mismo. Todo lo que tiene que ver con nuestra vida lo hemos construido entre los dos, para bien o para mal. Entonces también es una de las razones por las cuales estuvimos juntos en Israel, pero ni siquiera premeditadamente, porque no sabemos hacer las cosas por separado [Se ríen]. 

LUNA DE MIEL LABORAL

Ariel, tú sos la cara más visible, porque sos el director de la orquesta. Pero creo que acá sirve mucho la frase de que atrás de cada gran hombre hay una gran mujer, aunque en este caso es al lado, pegado, no atrás. Recordemos un poco la historia -las mujeres saben mejor esos detalles- de cómo se conocieron... y sería bueno también contar aquello de qué tuvo que ver la luna de miel en la Isla Margarita con los planes del Maestro José Antonio Abreu, fundador del Sistema de Orquestas, en Venezuela.

Claudia: Ante todo, nos conocimos tocando en una orquesta..El Sistema de Orquestas Infantiles y Juveniles empezó el año que ya teníamos planificado casarnos, después de tres años de novios. Entonces es como que los dos tomamos este proyecto juntos, y lo lindo que ha tenido es que se ha transformado en nuestra forma de vivir, y no hay como un lugar en donde empiece el trabajo y donde empiecen otras cosas, porque para nosotros esto que hacemos es nuestra vida. Entonces eso también se vive con una pasión y con una entrega que no se mide, no hay "bueno hasta acá, ya es muy tarde". A veces las jornadas son interminables y se hacen las cosas porque se ve que es necesario, porque necesitamos hacer esto en este momento para tener los resultados que queremos. 

A veces decimos: "La verdad que hemos trabajado mucho, tendríamos que trabajar un poquito menos", pero no sé si lo sabemos hacer de otra forma, porque eso también nos gratifica, nos alimenta y nos da energía para seguir, y como se han logrado cosas muy lindas, es como una rueda, y uno no quiere dejar de rodar. Vos agarras un poquito más de velocidad, y otras veces un poquito menos, pero es así.Y no existen esos ritmos, por ejemplo, de pensar cuándo vamos a jubilarnos..Nosotros nunca nos vamos a jubilar, porque como es una cuestión de vocación, quiero hacerlo, lo hago porque quiero. 


EL ENCANTO DE TODOS LOS DÍAS

Una pregunta quizás demasiado personal. ¿Cómo se hace, por mejor relación que tengan, para mantener tan bien el encanto que toda pareja precisa, con el ritmo que llevan?

Claudia: No sé, capaz que es que valoramos otras cosas. La verdad, nos ha pasado algunas veces que hasta nos hemos olvidado el día de nuestro aniversario, y no lo consideramos tan importante, porque creo que nuestro foco está en otras cosas, en disfrutar algunas cosa que nos van pasando, cosas que vamos construyendo, y esos espacios los tenemos nosotros. 

O sea, vos también te olvidas, no solo él...

Claudia: Al principio sólo se olvidaba él, pero después me empecé a olvidar yo también. 

Ariel: Antes de que sigan con eso, te cuento que yo una vez le dije: "Claudia, cuando cumplamos 10 años de casados, quiero que lo celebremos en París". Y lo celebramos en París, pero no nos dimos cuenta. La idea era ir solos, y de repente, nos dimos cuenta que era los 10 años nuestros de casados y estábamos en París, pero con toda la orquesta, y ni lo planificamos, ni nos dimos cuenta si quiera de que pasó, y pasó.

Pero aparte, cuando Claudia empezó a responder a mi pregunta anterior, no contó en detalle lo que yo iba a preguntar sobre aquello de la luna de miel en la Isla Margarita. 

Ariel: Eso fue grave. ¿Querés los detalles? 

Bueno... lo que se puede contar. 

Ariel: Fue causal la luna de miel en Margarita, siempre queríamos verla, queríamos conocer la isla, nos habían hablado muy bien. Pero también estaba el doctor José Antonio Abreu, nuestro amigo, el fundador del Sistema Nacional de orquestas, que quería que estuviéramos en Venezuela.

Todo en nuestra vida ha sido un poco causal. El tema es que nosotros planificamos una luna de miel que nuestro querido maestro se encargó de arruinar, de alguna manera. Una gran amiga nuestra, y yo no entendía por qué, nos dijo: "Váyanse, pero por favor no le digan a nadie dónde están". Era una amiga uruguayo-venezolana, Rosa Banus, es la presidenta de la Federación de Orquestas en Venezuela. La cuestión es que nosotros estábamos al margen de toda una batalla que se estaba librando por encontrarnos, de la que no estábamos enterados. Un buen día el doctor Abreu nos da la captura en el hotel donde estábamos. Ahí fue toda una cuestión, nos invitó a Caracas a tocar en un concierto, al que yo traté por todos los medios de no ir, no tenía viola, me dieron una viola, no tenía traje, me compraron uno, me dejaron sin excusas. Pero después me entero de cómo había sido la historia. El doctor nos estuvo rastreando y sabía que Rosa era la clave para saber dónde estábamos nosotros, ella no le quería decir. Al final, Rosa se reía y me cuenta: "lo pude aguantar una semana que los descubriera, pero más no". 
"Rosa, dime, ¿dónde están los muchachos?"; "Están en Margarita"; "¿Cuánto hace que están de luna de miel?"; "Hace una semana". Dice que el maestro se queda pensando, hace un silencio y le dice: "Bueno Rosa, la euforia ya pasó, y que se vengan para Caracas, urgente" [Se ríen].

Y bueno, así abruptamente terminó nuestra luna de miel, pero creo que eso fue el comienzo de una vida preciosa, y hoy lo cuento como una anécdota que es graciosa. Me arruinó la luna de miel porque nos tuvimos que ir, quedó el hotel colgado ahí, los planes que teníamos para seguir disfrutando también, pero insisto, fue el portal que se abrió para esta vida increíble que tenemos hoy.

Es una hermosa definición... ¿Quisieran agregar algo más?

Ariel: Yo me quedé con ganas de decirte que cuando hablábamos de esa particularidad de nuestra vida familiar, de nuestra vida en pareja, con nuestra vida profesional, y de alguna manera como esto es nuestra forma de vida, los grandes logros nuestros son los grandes logros del sistema. Estamos tan metidos en esto que disfrutamos muchísimo, y esos son nuestros momentos de tensión y de distensión. Y los pocos, casi inexistentes, momentos que nosotros tenemos para nosotros mismos, realmente los valoramos mucho. A veces no siempre sabemos cómo utilizarlos, ni cómo aprovecharlos, porque estamos descentrados quizás en esa parte de la vida. 

Están más acostumbrados a trabajar que a tener tiempo libre.

Ariel: Pero no es algo que nosotros añoremos, lejos de eso, disfrutamos lo que hacemos, y nuestras grandes frustraciones son cuando no podemos concretar un proyecto. Y nuestras grandes alegrías son, generalmente, cuando algo sale bien. Por ahí sube, por ahí baja nuestra vida, y tratamos de disfrutarla al máximo, vivimos esta vida con una intensidad absoluta.

Claudia: Yo quisiera agradecerle a la vida porque realmente estas han sido experiencias preciosas y ha sido precioso también haberlo vivido juntos. Me siento agradecida. 

CONCIERTO EN LA PLAZA

Y el agradecimiento es también reconocimiento a quienes están con ustedes en todo esto... y una forma linda de plasmarlo en algo que todos puedan compartir, es lo que tienen planeado para antes de Navidad...

Ariel: Así es. Previo a Navidad, una fecha muy sensible en Uruguay, unos porque dejan de trabajar, otros porque van a preparar el asado, o por aspectos religiosos, o porque ya hay olor a vacaciones , nosotros queremos hacer un concierto de Navidad, en donde vamos a mostrar a todos los niños de las orquestas, vamos a hacer un concierto masivo en la Plaza Independencia, 

O sea, todas las orquestas del Sistema...

Ariel: Así es. Si nosotros hiciéramos ese mismo concierto en otra época del año quizás no surte tanto efecto. Esta altura del año es un momento también de mucha reflexión para las personas, la sensibilidad está a flor de piel. Entonces queremos impactar no solamente en los oídos de quien escucha, sino fundamentalmente en los corazones, para que la gente un poco olvide la cotidianeidad y entienda que hay un lenguaje invisible, una manera no tangible quizás de vivir la vida, que si le prestamos un poquito de atención nos regala un montón de cosas buenas.

Que siga siendo así, por siempre. Gracias por compartir todo esto. Gracias de todo corazón.

Ariel: A vos Ana, a vos.