Un video registrado en la planta baja del porteño Hospital Finochietto hizo en las últimas horas las delicias de los amantes del mundo de lo paranormal y fantasmagórico.
En los registros, grabados el pasado jueves, se aprecia el momento en el que la puerta del sanatorio se abre sin razón aparente en plena noche. De inmediato, el encargado de la recepción se pone de pie y entabla un diálogo con alguien, aunque no hay ninguna otra persona en el lugar. El trabajador hace anotaciones en su planilla y luego ofrece una silla de ruedas al “visitante invisible”. Al parecer, el fantasma en cuestión era capaz de desplazarse por sus propios medios, ya que rechazó la oferta e ingresó por sus propios y espectrales pies.
Según publicara el martes el medio local A24, el funcionario se preocupó al notar que el paciente en cuestión no salía, y por esa razón se comunicó con los médicos. Finalmente, al corroborar las anotaciones se habría demostrado que el nombre y documentos registrados correspondían a un paciente fallecido en el hospital el día anterior.
Hasta ese momento la historia cuadra a la perfección en los tópicos de los relatos de fantasmas y leyendas urbanas. Y ese es precisamente el problema: si parece un cuento, probablemente lo sea. Así lo destacaba el historiador estadounidense Jan Harold Brunvand, quien escribió un interesante libro sobre el fenómeno de las mencionadas leyendas urbanas, obra que se titula Demasiado bueno para ser cierto.
En el caso que nos ocupa, fueron las autoridades del Hospital Finochietto quienes aclararon la situación. “Las imágenes son ciertas, pero la historia no”, aseguraron en declaraciones al periódico La Nación.
Lo primero que aclararon desde el sanatorio es que esa puerta que se abre sola; al momento de tomar las imágenes, estaba rota. “Es la puerta de uno de los ingresos que está abierto fuera de las horas de atención, es el ingreso a la guardia. Como estaba rota, durante las 10 horas de la noche se abrió sola 28 veces entre la noche del jueves y la madrugada del viernes”, dijeron.
En cuanto a la actuación —nunca mejor dicho— del funcionario, explicaron que se trata de un guardia de una empresa tercerizada y que “no hay un registro de ingreso de ninguna persona a esa hora. Este señor emula estar escribiendo algo, pero cuando vas al registro no aparece nadie”.
“No entró nadie y tampoco se registró a nadie. Pero está todo en investigación”, dijeron las fuentes, que remarcaron otras de las incongruencias de los videos: “Esta persona, usualmente, está acompañada de dos personas más: una compañera y alguien de admisiones, en ese momento que se graba, la compañera estaba realizando otras tareas y la persona de admisión se había ido al baño, según declaró”.
Esta explicación, de las tres personas, coincide con la experiencia de periodistas que se atendieron en los últimos días en el Finochietto.
Las fuentes coincidieron en que, en principio, se trataría de una “broma de mal gusto” que habría sido “muy bien estructurada” y que generó esta “historia fantástica”. También explicaron que la persona que aparece en el video elevó un informe por escrito y, en él, aparecen inconsistencias. “De lo que estamos seguros es que no se trata de ningún fenómeno paranormal”, reiteraron.
“El sanatorio está investigando en este momento, no queremos tampoco adelantar ninguna conclusión que pueda comprometer alguna persona. Se siguen recabando datos y queremos ser responsables”, dijeron al citado medio ante la consulta de si el personal de seguridad había sido apartado de su cargo.
Las fuentes consultadas agregaron que, más allá de que sea una broma o no, se está investigando el tema por la seguridad. “Estamos tomando las medidas del caso porque, más allá de lo gracioso que esto pueda parecer, para el sanatorio es importante ese tema y la cuidamos mucho”, enfatizaron desde el hospital.
El episodio generó diversas reacciones en redes, donde no faltaron las burlas y humoradas en forma de meme.