Del 18 de noviembre hasta el domingo 21 se llevará a cabo el Origami Music Fest en Montevideo, un espectáculo de cuatro días que invita a disfrutar de los shows de grandes músicos, tanto de larga trayectoria como de la escena emergente.
Detrás de esta gran apuesta está Dany López, músico y productor con más de 30 años de carrera que lo han llevado a componer sin parar, formar y asistir a otros colegas.
Su canción "The Writer", del álbum Kingdom of Me, será la banda sonora de este festival. Antes, lo invitamos a responder la Metralleta de Montevideo Portal.
¿Recordás cuál fue el primer disco que te compraste?
Que pregunta linda. Hay dos o tres discos que tengo en una memoria difusa. Uno de la infancia: Kiss, creo que el Dinasty, por la época (1979). Yo tenia 9 años y me entusiasmaba mucho eso de las caras pintadas, los pelos y la estética de un dibujo animado haciendo rock (Risas).
Un disco que recuerdo conscientemente haber comprado con mucho placer y no haber parado de escuchar es el Beatles Rarities en una disquería de “rarezas”, justamente. Tendría unos 11 o 12 años quizás. Recuerdo entusiasmarme y tocar con un bombo legüero infantil las canciones de los Beatles que ya las tenía muy dentro mío, tenía una colección bastante grande de Beatles (comprados por la familia, seguramente mi hermano mayor). Las acompañaba ingenuamente: escuchaba todas las canciones cantándolas al mismo tiempo que trataba de seguir con el legüero las melodías rítmicas de Ringo.
¿Y el último?
Mmm, del último disco no me acuerdo. Sign of the times, en este mundo donde Spotify y youtube cumplen una función acercadora de música muy importante.
Casi seguro que fue un disco de algún colega. Tengo por costumbre comprar los discos que lanzan los colegas coterráneos o de la región (ya sea en formato físico o Bandcamp). Lo hago por motivos diversos. Como una especie de activismo y también porque me encanta tener el disco firmado por el amigo colega artista en cuestión. Tengo recuerdos, no de los últimos discos, pero sí de discos de una etapa intermedia de compra, cuando todavía comprar era más habitual y yo, melómano perdido, lo hacía con una frecuencia casi adictiva. Recuerdo el año de Soy Sola, de Ana Prada, también compré El Evangelio según mi jardinero, de Martin Buscaglia y Murga Madre. Fueron la banda sonora de un verano entero y más. El Evangelio es mi disco preferido de Martín hasta el momento y creo que resume su impronta artística, su inteligencia musical y lírica, su sentido del humor, su capacidad de experimentación , su sentido del juego y la abundancia de sus interés musicales con una fuerza groovera contundente.
¿Recordás cuál fue el primer disco (o canción) que te emocionó?
Es bien difícil para mí pensar la primera canción que me emociono. En casa se escuchaba folklore y muchísima música clásica, que seguramente me emocionara y que me cuesta recordar el nombre. Te puedo decir de alguna música que me tocó muy fuerte en mi adolescencia. Me hice muy fan de Supertramp. Tenía el Supertramp Live in Paris y también Even in the quietest moments. Ese disco es impresionante. Esa canción en particular. Recuerdo también con Supertramp “You started laughing”. La canción me encantaba y fue una de las primeras canciones que saqué de oído y toqué entera pero que me conmovía mucho por su sucesión interválica en la introducción.
¿Y el último?
“Deja vu”. Me pasa que me cuesta recordar la última emoción en un encuentro musical. Con el paso de tiempo, los momentos se empiezan a superponer, los sonidos, las imágenes uno ya no sabe qué es hoy y qué es flashback.
Escucho muchísima música. Trato de estar atento en estado de “awareness” en lo que tiene que ver con música.
Sí puedo decir que siento que está pasando música excelente y hermosa de artistas preciosos en este momento.
Hay canciones de músicos que produje que me parten al medio. Es un lío decidir un par sin dejar mucha cosa afuera. Artistas lindísimos con los que he tenido encuentro creativo como productor y están generando belleza en este mismo momento (Inés Errandonea, Samantha Navarro, Carmen Pi, Belén Cuturi, Cossi, y un largo etc.). Cuando acompañe en la producción de su primer disco a Federico Baccino me encontré con altas canciones y alta poesía). “Seis Cuadras y media”, por ejemplo, de Fede, me emociona. “Perdedor”, también.
Más viejo pero que es como si fuera hoy, “Wise Up”, de Aimee Mann.
Nombrá cinco discos que hayan sido importantes para vos a lo largo de tu vida y explicá por qué.
Supertramp Live Paris, de Supertramp
Tocaban piano en una banda de Rock (Hogdson y Davies) y yo tengo el piano como lengua materna. La voz aguda de Roger Hogdson me influyó mucho, en mi forma de entender el canto. Llegar al cielo con los agudos. Después lo busqué en mí de otra forma. Entendí que me quería alejar del falsete y el tono nasal en ese agudo. Llegar a esa altura, up and up, pero con mi voz natural. La banda funciona de un modo que era muy distinto al de las Bandas de Rock en general. La batería no hace Pum cha en 1 y el dos como si fuera obligatorio. La buscan por otro lado. Los arreglos son finísimos, contramelodías, contrapuntos, propuesta y respuestas. Un viaje.
White Album, de los Beatles
Descubrí como un disco puede ser una novela, una peli o una Road movie. Más tarde descubrí todas las genialidades que pasan en producción en ese disco. Grandes canciones. Música concreta, Sampling y Looping, Folk songs. India. Todo.
All that you can leave behind, de U2
Un discazo, de la A a la Z. Suena increíble. Me encanta Bono como cantante, el lugar donde se ponen los instrumentos a favor de la canción. El carácter superexpresivo de una banda donde los protagonismos se diluyen en la obra como bien trascendente. Me emociona “Beautifull day”. Es un disco entero. La exploración sonora. Las guitarras son un viaje, amo a “The Edge”. La bata y el bajo grooveando para la épica y la emoción y uno de los mejores líderes de banda de Rock Pop. Una banda totalmente honesta y que deja todo en la cancha (disco o en vivo).
Clicks Modernos, de Charly García
Probablemente la primera vez que me entere que se podía rockear en español. La densidad musical de Charly me impresiona y me identifico con el factor común de ser pianistas.
Cores, Nomes, de Caetano Veloso
Cores e Nomes suma en el esplendor vocal de Caetano con una magnifica selección de canciones. De Caetano tomo su permanente búsqueda de quebrar con sus propios paradigmas. Su paradigma es quebrarse a sí mismo. Yo pretendo no olvidarme de eso en mi arte.
¿A qué tres artistas creés que les debés más como intérprete? ¿Qué les "robaste" a cada uno?
Un mix de Lennon y Mc Cartney seguro está metido intragenéticamente; Charly García seguro se me metió intragenéticamente. Los rockeros tenores agudos como Hogdson o Sting me han influido mucho. Caetano, en la colocación y búsqueda de la voz, el control del vibrato, una herencia uruguaya genética de Cabrera en el fraseo. Del lado grave del espectro, Bono en su forma de pasar del intimo a lo épico, del susurro a la montaña y su manejo del estudio para lograr eso. Mark Knoplfler en su canto hablado.
¿Cuál creés que es tu influencia menos evidente?
Seguramente toda la música uruguaya, que amo enormemente, pero creo que no se me nota mucho. Pero hay candombismos, milongas, escondidas por todos lados y un canto ciudadano que me viene de Cabrera, Roos, etc. Las evidentes son las que mencioné arriba.
¿Cuál fue la última película que te conmovió?
No te voy a responder la última. Brazil, de Terry Gilliam. Magnolia (Paul Thomas Anderson) también, son muchas.
¿Qué libro estás leyendo?
Terra Sonámbula, de Mia Couto y 2666, de Roberto Bolaño.
Si solo pudieras rescatar del olvido una sola de tus canciones, ¿Cuál sería?
Guau, qué pregunta. Difícil y pico. “The Realm of the Soul”, ponele o “Completely Wasted”.
¿Qué canción de otro artista podría ser tuya?
Estoy sorprendido. Las preguntas son realmente muy buenas y me meten en un proceso de introversión lindo que hace que no haya podido parar de escribir.
“Yellow”, de Coldplay me hubiera encantado apropiarme de ella o “Fix you” o “The Scientist”.
Tienen mi modo nostálgico, mi Romantic View, de un nihilista que persiste en un desesperado optimismo
¿Y qué canción tuya creés que podría ser de otro artista? ¿De quién?
“Libélula”, de Caetano; “Empirical Fool”, de Sting y “Completely Wasted”, de Radiohead.
¿Con qué tres artistas, aunque ya no estén vivos, te gustaría compartir escenario?
Chris Martin. Tiene toneladas de buena vibra. Sting, me muero de la emoción.
Caetano Veloso o Cassia Eller sin duda. Jaime Roos o Cabrera sin dudas, también.
Ya que estamos: Gardel y Frank Sinatra. Mezclé vivos y muertos.
¿Cuál creés que es el mejor entorno para escuchar tus canciones?
En un viaje en auto a un lugar lejos: playa, viaje, o volviendo del trabajo, o queriendo apagarte del ruido del Bus mientras vas al trabajo. Te podés mirar un capítulo de Netflix musical de Dany. Mis discos tienen un “film affinity”.
¿Para qué sirven las canciones?
Para muchísimo. A mí hacerlas me mantiene vivo y me salvan permanentemente. En cuanto al que las escucha en general, las canciones, cuando son honestas y hechas desde un lugar donde hay verdad en su concepción son un bálsamo. Curan, alivian. También son tickets de vuelo. Te llevan de viaje. Adonde quieras ir o quieran llevarte.
Las canciones traen cosas que no están a disposición de la consciencia. Develan cosas. Acercan misterios. Levantan pasiones. Dan permiso al éxtasis. Y se pueden compartir, te podés mandar esa capsula solo o en comunidad y ahí pasan otras cosas. Te hacen vibrar en cuerpo y alma. Te sacuden, te limpian, de despabilan, te dan un respiro, te acompañan, te despiertan…