En el marco del PortalDocs, que inició con el documental Feminismos en Uruguay, compartiremos las diferentes charlas sobre el movimiento, abordando su historia, sus estructuras y el despliegue en pos de una transformación social.
Dentro del especial, conversamos con la trabajadora social, militante feminista y directora de la ONG El Paso, Andrea Tuana.
A continuación, se puede leer parte de la charla y al final de la nota se puede ver completa.
*
¿De qué hablamos cuando hablamos de feminismo?
Creo que deberíamos hablar de feminismos, pensando en que hay dentro del movimiento feminista muchas variantes, hay distintas corrientes; hay ciertas maneras de entender y de vivir y de militar el feminismo. Pero todas maneras creo que una gran definición podría ser que es un movimiento que surge a partir de la enorme discriminación e injusticia en la que vivimos las mujeres históricamente y que su pretensión es hacer justicia, que las mujeres podamos tener los mismos derechos y que seamos personas en igualdad que los varones. Por eso hablamos de movimiento, porque el feminismo está en movimiento.
¿Por qué creés que en los últimos años los feminismos han tenido un empuje?
Me parece que esta explosión, algunas autoras la están llamando la "primavera feminista", tiene que ver con el trabajo fuerte y profundo que han realizado nuestras abuelas, madres feministas, que han forjado una nueva generación de mujeres y de hombres que ven la realidad con otros ojos. Criticando y desnaturalizando a un sistema que parecía el orden natural de las cosas. Esas generaciones jóvenes son posibles porque existieron estas mujeres feministas que en su momento fueron violentadas y acusadas de querer destruir la familia y sobre los hombros de esas mujeres terminó cayendo la violencia y la exclusión. Tener los derechos que tenemos ganados pareciera que vienen dados, pero muchas veces nos olvidamos que fueron producto de las luchas de las generaciones anteriores que se atrevieron decirse feministas en una condición hostil. Me parece importante puntualizar que no son todas y todos los jóvenes los que están dentro del movimiento. Está más relacionado con jóvenes de clase media, universitaria, que han logrado acceder a determinados niveles de educación. El feminismo no está en los asentamientos y en los lugares de extrema desigualdad. O si miramos a los jóvenes del medio rural, tampoco allí el feminismo está tan presente. Pero sí es imprescindible contar con estos jóvenes que está sacando el tema a la calle y naturalizando. Porque el principal enemigo es el patriarcado que constantemente quiere volver a instaurar ese orden de dominación.
Hoy en día se relaciona estrechamente con la izquierda. Pero mujeres de partidos conservadores se autodefinen feministas. ¿Se puede ser de derecha y feminista?
Se puede ser de un partido conservador y feminista, así como se puede ser de un partido de izquierda y machista. La lucha de las mujeres ha trascendido partidos políticos. Sin duda que en los gobiernos progresistas la agenda de los derechos las mujeres ha tenido otras posibilidades de ser garantizados. Pero me parece que reducir al movimiento a un partido político sería injusto. Claro que si uno mira a las personas que se definen feministas... Ser feminista es estar contra las relaciones de opresión. Quizás las mujeres que están en los partidos tradicionales sienten que luchan contra esa opresión.
Desde los movimientos hicieron peticiones muy concretas a los candidatos a presidente. ¿Lograron establecer un diálogo?
Ha sido imposible. Cuando hicimos la reunión para firmar el compromiso de mínima el actual presidente (Luis Lacalle Pou) no respondió. El único candidato que se acercó, firmó y se comprometió a llevar adelante los puntos [N. de la R.: no derogar leyes, garantizar el cumplimiento de la Ley Integral contra la Violencia de Género y promover una Ley para conseguir paridad en todos los cargos] fue Daniel Martínez. El presidente no acudió a la cita, su respuesta fue la indiferencia. Obviamente vamos a seguir trabajando en esos puntos que para nosotras son prioritarios.
¿Qué importancia tiene manifestarse?
Es clave porque cuando el pueblo sale a la calle es una voz que no puede ser silenciada. Alguien puede mirar al costado, pero no puede negar que ese problema es importante para una cantidad de personas. El 8 de marzo expresa que este es un problema prioritario, porque convoca a personas que se sientan violentadas por esta situación de poder. Aunque quienes estén en los lugares de poder quieran minimizar, esa foto de toda la gente volcándose en las calles tiene una fuerza que no es menor.