Acabamos de entrar en 2023, pero él se niega a salir de 1998, el año en el que nació

El pasado domingo inauguramos un año 2023 nuevecito y flamante, pero para Jake Walters la fecha no significó nada: él sigue cómodamente instalado en el año 1998.

Apasionado de los años 90, el caso de Jack no es el de un veterano nostálgico apegado a sus años más felices. Él nació en 1998, por lo tanto no vivió jamás esa edad dorada que —curiosamente— añora.

Según publica el periódico británico Daily Star, el joven asegura que se siente feliz viviendo en un época que califica como “más simple”, razón por la que transformó su casa en Tideswell, Derbyshire, en una suerte de mausoleo de la última década del siglo XX.

Allí atesora una montaña de tecnología ya obsoleta. En lugar de engancharse con Netflix mira películas en videocasete, y rechaza servicios como Spotify para abrazar su querido walkman y sus cintas de audio.

Además, en su minicomponente de alta fidelidad 3 en 1 —bandeja de vinilo, CD y casetero— suenan las antologías Now That’s What I Call Music del volumen 20 al 45, ediciones que cubren toda la década. Y si bien posee un celular inteligente para interactuar con el “presente”, trata de usarlo lo menos en posible. En contrapartida, hace llamadas con su viejo y sonoro Nokia “vintage”.

“Me encanta todo sobre los años 90, aunque soy demasiado joven para recordarlo”, explica Jake. “Gran parte de la decoración me recuerda a la casa de mi familia y también a la casa de mi abuela. Hay algo agradable en sentir que vas a casa de tu madre todas las noches”, considera.

Incluso al salir de casa, Jake permanece en su burbuja noventera. Conduce un Ford Mondeo 1995 full equipe, con alzacristales eléctricos y un excelente equipo reproductor de CD.