A partir del sábado 30 de enero el histórico Castillo Morató, ubicado en el departamento de Paysandú, abre por primera vez sus puertas al público y se posiciona como un destino seguro para turismo interno. La visita permitirá acercarse a un protagonista de la historia a la que jamás accedió público.
Las visitas guiadas se realizarán por agenda previa todos los sábados y domingos y tendrá un costo de $1800 por persona, que incluye el traslado de dos horas -ida y vuelta- desde Termas de Almirón hasta el Castillo, el guía turístico y el ticket de entrada al predio.
El lanzamiento de la inédita propuesta se realizó este fin de semana en el Hotel Salinas del Almirón ubicado en las únicas termas de agua salada del país. En esta oportunidad, el intendente de Paysandú, Nicolás Olivera, y su equipo de gobierno presentaron distintos circuitos turísticos para recibir al turismo interno y sus respectivos protocolos de seguridad sanitaria.
"Estamos hablando de una construcción fastuosa, pomposa en el medio de la nada. La historia es interesante no solamente por cómo se construyó sino también por qué esas tierras pertenecieron al ex presidente de Uruguay, Fructuoso Rivero y el lugar tiene construcciones misioneras, previas a la fundación de Montevideo y de Colonia del Sacramento", indicó el intendente de Paysandú.
"Es un lugar que realmente vale la pena visitar, no solamente por su contenido histórico, sino que de ahí emana una energía distinta a la que estamos acostumbrados y sobre todo porque interpela: cómo puede ser que eso pasó acá, cómo fue que trajeron cosas que en otros lugares no había y ahí sí", agregó Olivera.
El emblemático castillo está ubicado en la Estancia Buen Retiro, ubicada al Este del departamento de Paysandú, a 25 Km., de distancia de Pueblo Morató. Los propietarios de la estancia donde está el Castillo, Alfredo y Antonio Morató, acompañaron en esta primera visita. "Es una oportunidad para mostrarle a la gente nuestro patrimonio familiar. El castillo forma parte de la historia del Uruguay", aseguraron los hermanos Morató.
Construido en un estilo ecléctico, de fusión clásico y renacentista tardío -contó- desde sus inicios en 1902, con agua corriente y luz eléctrica. Desde sus entrañas, pasa un antiguo túnel, con una entrada -que se dice- conduce hasta la costa del río Queguay Grande, donde en la antigüedad los indígenas solían pescar. Esta magnífica construcción rural, se erigió a comienzos del siglo XX, por encargo del comerciante Francisco León Barreto. El Químico Farmacéutico, Ovidio Morató, administrador del bien, yerno de su fundador, fue quien culminó totalmente la obra en 1916.
A partir de este sábado esta atracción pasará a complementar la oferta turística con la que cuenta Paysandú, como la Termas de Guaviyú, San Nicanor y las de Almirón -esta última la única de aguas saladas del país-, así como el área protegida de Montes de Queguay, ideal para aquellos que quieren estar en contacto con la naturaleza más pura. A su vez, por primera vez en la historia de Paysandú, la intendencia tiene una licitación adjudicada para la explotación de actividades náuticas, ofreciendo un nuevo servicio inédito hasta entonces, con regatas de navegación a vela y deportes acuáticos.
La intendencia desarrolló también atractivos circuitos de Turismo Histórico Cultural como la Defensa de Paysandú, la Meseta de Artigas, Villa Purificación, que se suman al Castillo Morató.
Otros de los productos y circuitos con los que se espera a los visitantes es el denominado Turismo Religioso, con visitas al Padre Pío ubicado en La Estancia La Aurora y San Nicanor donde también existe un emprendimiento termal de estancia turística con alojamiento.
El equipo del Intendente Olivera también trabaja en la recuperación de balnearios alternativos como "Paso de las Piedras", al tiempo que visualiza el acervo histórico con obras civiles como la construcción de una "Ventana" a un tramo del famoso túnel en épocas del Sitio a la Ciudad de Paysandú y la creación de un Centro de Interpretación 3D que relate las instancias más críticas de la Defensa con Leandro Gómez al mando.
Olivera tiene como objetivo desarrollar un turismo estratégico, que permita posicionar los atractivos del departamento en todo el país con una constante mejora de servicios y fuerte apuesta a la calidad, con el fin de generar estadías más largas en el departamento.
Según explicó Olivera, el promedio de estadía en los destinos de la región es de 2 noches. "Eso habla de una baja capacidad de retención del turista por lo que estamos enfocados en brindarle a quienes nos visiten más propuestas y actividades para hacer", expresó el intendente.
Y agregó: "Cuanto más se queden, se dinamiza nuestra economía, son más noches de hotel, más comercios vendiendo y más trabajo para nuestra gente.